humano y vampiro

El entierro

   Humano y vampiro

cap.  El entierro

-¡Nadie puede verme!- Me dije a mi mismo tratando de tranquilizarme. Había trepado al mismo árbol donde presencié mi propio entierro hace años. Aunque ahora estaba solo, pues le pedí a Edythe, mi hermosa novia, que me dejara ver el evento en soledad. Yo sentía que el hecho de que mi madre muriera de cáncer era mi culpa, obviamente mi supuesta muerte la afectó mucho, hecho que hizo que enfermara y falleciera. Ella era mi mejor amiga y yo más que su hijo era su cuidador pero me gustaba ejercer esa labor. Mientras vivía con ella no podía permitir que se las arreglara sola, ella que era tan cariñosa, caprichosa y atolondrada, sin embargo, siempre sentí que había algo en su comprensión sencilla del mundo que la hacía una mujer muy perspicaz. Ella algunas veces me conocía mejor que yo mismo. Y ahora que se había ido para siempre yo... me sentía perdido.

Como la memoria vampírica sobre los hechos humanos es muy frágil, me gusta llevar siempre conmigo fotografías que me ayuden a no olvidar nada de mi vida anterior como humano.

Es más, dentro de la mochila que llevaba conmigo en ese momento, hay una foto que robé de casa de mi madre en Jacksonville, una vez que fui a hurtadillas a su casa 6 meses después de convertido. La fotografía era de mi graduación de secundaria. Esa es una de las pocas fotos en que salimos los 3 juntos como familia. Charlie estaba a mi izquierda tocando mi hombro y mi mamá a mi derecha Nunca abra la oportunidad de que los 3 aparezcamos a así en una foto, eso me entristece

Aunque me gustaría bajar de este árbol y abrazar a mi papá y así mitigar el dolor tan grande que ahora nos embarga, el mío por perder a mi madre y mejor amiga y en su caso su amor de juventud y mamá de su único hijo, no puedo hacerlo sería muy peligroso para Charlie.

Mientras todos estos pensamientos cruzaban mi mente, Charlie sostenía la urna con las cenizas de Renee para que según sus deseos descansaran eternamente con los de su hijo. Lo más lógico es que Phil, su esposo y ahora viudo estuviera a cargo de la situación, pero no lo vi entre los asistentes al entierro. Supongo que es una situación muy dolorosa para el pero... no se...

Mientras tanto, Bonnie Black como amiga solidaria de Charlie trataba de brindarle algo de consuelo tomando gentilmente su mano izquierda. Seguramente esta situación le recordaba mi propio funeral acontecido hace casi 4 años. Curiosamente Jules, su hija menor y fiel cuidadora no estaba. Aparentemente prefirió concederle a ése par de antiguos amigos algo de privacidad. Además de ellos dos y el sacerdote, no había más dolientes pues Renee no tenía muchos conocidos en el pueblo, solo estuvo casada con Charlie el tiempo suficiente para que fuera concebido y naciera dentro de un matrimonio.

Estaba tan entretenido viendo a Charlie con las cenizas de su ex esposa que no percibí el penetrante hedor a perro mojado, proveniente de la base del árbol y, al dirigir mi vista a ese lugar vi que era una chica muy linda como de 18 o 19 años y de piel color bronce. La joven al verme me gritó:

-Hey tú, ¿Qué haces allí arriba? -

Yo completamente nervioso al verme descubierto, inventé una historia algo tonta.

- Yo me perdí en este bosque, y para saber donde estaba trepe a este abeto, ya sabes desde las alturas es más fácil ubicarse.

La muchacha como había previsto, no creyó mi explicación.

-¡ A mi tu no me engañas, tu desagradable olor a podrido te delata, eres un asqueroso vampiro ! .Seguramente estabas escojiendo a tu futura víctima, ¿ no es cierto?. Pues dejame decirte una cosa, yo soy una de las guardianas de los quilues, una mujer loba y mi trabajo es impedir que chupasangres como tu maten humanos