capítulo IV

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En el capítulo anterior:
— ¡Creo que con eso mamá y yo te podemos ayudar!
—Explícate, Jules
—Mamá puede invitarlo a cenar a casa, y allí, en un ambiente conocido para él, puedes contarle todo.
—Pero los vampiros de mi familia no pueden entrar en la Push. Si lo hacemos, violaríamos el tratado que Carlie firmó.
Se te olvida que mi mamá es la bisnieta de la gran Efraína Black, con quien se realizó  y puede autorizar hacer una excepción.

Capítulo IV
Ella también tiene derecho a amar
Pensamiento de Bonnie
Desde siempre lo he querido, incluso antes de casarme con George.
Desde que éramos niños y él venía a la Push a pescar con su padre. Pero, a pesar de que éramos amigos, provenimos de mundos distintos. Soy una quileute, y un día sería jefa de la tribu y guardiana de la magia que nos rodea, y él un blanco. Desde que era muy pequeña supe que tenía la responsabilidad de perpetuar el linaje. La sangre de los quileute no debe mezclarse con la de los blancos; si así pasara el gen que se activa cuando hay “Fríos” cerca de la reserva y hace que algunas mujeres se conviertan en mujeres lobas, se perdería.
Por eso preferí seguir los designios de la tribu en vez de los de mi corazón. Y gracias a eso el gen de la licantropía pasó a mi hija y ahora es su responsabilidad y de las integrantes de la manada proteger a la tribu de los “fríos”, o vampiros como los llaman los blancos
Sin embargo, hace más de 80 años un grupo de vampiros diferentes a los que nos habían atacado en generaciones anteriores - pues no se alimentaban de sangre humana sino de animales -, llegó cerca de estas tierras. Ellos le pidieron permiso a mi ancestro de quedarse en los alrededores, y también permanecer en el anonimato. Mi ancestro les concedió sus peticiones con la condición que no fueran a la Push y no mordieran a ningún humano de la zona. 
Volviendo a mi cavilación anterior sobre Charlie y yo, cualquiera hubiera pensado que al quedar viuda y él estar divorciado podría haberlo seducido. No obstante, hay dos grandes motivos que lo impiden. Primero, él sigue enamorado de su ex esposa; lo sé por la forma sufrió por ella cuando murió. Y segundo, ahora soy una mujer incompleta.
No puedo mover las piernas, soy una maldita invalida. Para poder trasladarme, debo usar una silla de ruedas; ¿cómo se supone que voy a intentar tener algo con él? Nunca podría ser una buena compañera para él, sería más bien un estorbo. Charlie merece tener una mujer, una esposa que lo ame y lo apoye, no una invalida que siempre dependerá de él.
Pensaba todas estas cosas mientras trabajaba en mi huerta, una de las pocas cosas que puedo hacer sin la ayuda de nadie. Como cuando mis hijos eran pequeños y les preparaba la comida; en ese tiempo yo cuidaba de ellos, no como ahora que ellos deben cuidarme a mí.
Estaba tan concentrada en mis reflexiones que no escuché cuando entró mi hija, Julie.
—Hola, hija. ¿dónde estabas?
—Hola, mamá. Por allí por allá… —respondió muy nerviosa, lo que me hizo sospechar que algo me estaba ocultando. —Mamá, me gustaría que hicieras algo.
—¿Qué cosa?
—Que invitaras a cenar a Charlie. Es que lo he visto muy triste.
Me extrañó mucho el repentino interés de mi hija por los sentimientos de Charlie. No es que no lo apreciara; lo respeta mucho, pero nunca había mostrado interés en sus sentimientos. Y por eso le pregunté:
—Hija, en serio, ¿por qué quieres que lo invite?
—Bueno. Si pretendo que nos ayudes, es mejor que te cuente toda la verdad. Beau quiere ver a Charlie.     
En ese momento, al escuchar mencionar el nombre del hijo “difunto” de mi mejor amigo, quedé en estado de shock. Desde que lamentablemente se convirtió en vampiro, aunque físicamente seguía existiendo, había perdido su alma. Charlie sufrió mucho su perdida. No imagino el dolor tan grande de perder un hijo.
Mi hija prosiguió con su historia:
—Él estaba en el cementerio, escondido en un árbol, y vio a su padre sosteniendo las cenizas de Reneé, y como ahora es un vampiro maduro y no hay riesgo que lastime a su padre, quiere volver a tener contacto con él. Él y yo pensamos que lo mejor es que reciba esa noticia en un ambiente familiar para él. Además, mamá, tu como jefa de la tribu sabes mejor que nadie que las historias sobre seres mitológicos como los vampiros y las licántropas son reales.
—En eso tienes razón.
—Es más, yo misma soy parte de esos seres, por tanto, puedo dar testimonio. Y él es tu mejor amigo; ¿no te gustaría que el impacto que sentirá al conocer la noticia fuera más leve al estar entre personas que lo aprecian?
—Entonces, ¿Beau pretende contarle toda la verdad, incluyendo que es un vampiro y todo eso?
—No, solo quiere decirle lo estrictamente necesario. Le contará que casi muere de verdad y para poder salvarse tuvo que cambiar físicamente; también que por su seguridad y de quienes lo rodean, tuvo que irse de aquí, nada más.
— ¿Solo eso?
—Si, y si Charlie no puede soportar la verdad o quiera saber más detalles, Beau desaparecerá de su vida y le hará pensar que solo fue un sueño verlo y que nada es real.
— ¿Significa que lo hipnotizará?
—No, pero él conoce a un vampiro que tiene el poder de proyectar en tu mente lo que desee, y si Charlie no quiere cooperar, utilizaran ese don en él.
— ¿Y si Charlie termina odiándome por haberle ocultado la verdad? —Al pensar en esa posibilidad, de mi rostro bajó una lagrima.      
—Trataremos que entienda que era necesario, que los pocos que lo sabíamos no lo divulgaran, pues mientras menos personas supieran que su muerte fue una mera farsa, mejor.
Sabía que enterarse que su hijo estaba vivo llenaría a Charlie de una gran felicidad, y yo haría cualquier cosa para que la alegría se reflejara en su rostro otra vez…
Aunque eso me costara su amistad.
—Bueno, hija—le respondí a Jules—, invitaré a Charlie a cenar. Dime, ¿los Cullen estarán presentes? 
—No lo creo. Todos, menos la novia, están en Alaska.
— ¿Y el hipnotizador? —, pregunté un poco confundida de las habilidades del vampiro.
—Mama, él no hipnotiza, proyecta imágenes en la mente. Según entendí, él solo vendrá de ser absolutamente necesario.
* * * * * * *
Nota de Emilia Tsukino
Siempre he pensado que en los libros de “Crepúsculo”, se le debió dar más mayor participación a los personajes secundarios, con historias que no involucraran a los protagonistas. 

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