Hermanos Hale// Teen Wolf [En edición]

Capitulo 4

Scott despertó con el reloj despertador sonando en sus oídos. Movió su mano sobre la mesita de noche, intentando golpearlo. Por último consiguió un bendito silencio, se dio la vuelta para acurrucarse con Liam. Sin embargo solo había un vacío colchón donde su compañero debería haber estado.

Gruñó porque había estado esperando una ronda de sexo mañanero, se levantó de la cama. Él no estaba preocupado sobre Liam. Podía sentir que estaba bien y muy cerca a través de su enlace de apareamiento. — Cariño, ¿dónde estás? Se supone que no debes dejar nuestra cama antes de que podamos tener un abrazo por la mañana. — Scott se quejó a su compañero. Una risa se dejó oír y la luz volvió a él, haciéndole sonreír.

— Estoy abajo con tus hermanos. Si deseas algo para desayunar es mejor que te des prisa. Al parecer a tus hermanos les gusta mi cocina. — Un gruñido fue la respuesta a través de su enlace, Scott se duchó rápidamente y se arregló para el trabajo.

Entró en la cocina un cuarto de hora más tarde percibiendo los más increíbles olores, su estómago se retorcía del hambre. Scott caminó hacia Liam y le dio un beso.

— Bueno, buenos días para ti también. — La voz de Liam era ronca al terminar el beso.

— Buenos días, bebé. — Sonriendo, Scott se acercó a la mesa y se sentó, uniéndose a sus hermanos. Todos ellos le miraban con la boca abierta.

— ¿Qué?— Scott preguntó.

— Nada. Sólo en shock, acabas de besar a un hombre. — Respondió Simón.

— Liam es mi compañero. ¿Qué esperas que haga con él si no besarlo por los buenos días?

Liam puso un plato lleno de comida en frente de él y fue a verter un poco de café. — ¿Cómo te gusta, guapo?

— Negro. Gracias cariño. — respondió Scott, riendo un poco por el apodo que Liam había utilizado.

Scott esperó a que Liam se sentara junto a él. Él colocó el café de Scott sobre la mesa antes de tomar su propia taza y saborearlo. Sin dejar de ver a su erótico compañero, Scott se volvió a su desayuno. Gimió al tener su primer bocado, los sabores bailaron a través de su lengua.

— Maldita sea Bebé, esto es genial.

— Es sólo un desayuno básico, nada especial.

— Es mejor que cualquier cosa que cualquiera de nosotros puede hacer. ¿Cuándo has aprendido a cocinar de esta manera?

— Mi madre me enseñó. Ella me dijo que en la cocina se experimentaba, así que siempre estoy tratando de crear algo nuevo. Pero cuando encuentro algo que funciona, por lo general trato de aferrarme a ello. — Liam deslizó su silla, y Scott envolvió su brazo sobre los hombros de Liam y tiró de él, en un estrecho abrazo. Liam se acurrucó en el cuello y lo besó.

— ¿Tienes que ir al trabajo hoy?— Liam preguntó.

— Me temo que sí, cariño. Aunque nada me gustaría más que pasar el día explorando tu cuerpo en la cama.

Scott se dio cuenta de cuanto la idea le gustó a Liam por la rápida respiración y el rubor en sus mejillas. El sonido de alguien limpiando su garganta hizo que desviara la mirada de su compañero a sus hermanos.

— Mamá llamó anoche. — dijo Derek. — Nos esperan a todos a cenar esta noche a las seis de la tarde. ¿Puedes salir del trabajo a tiempo?

— Sí, no debería ser un problema. ¿Le dijiste a ella sobre Liam?

— No. Pensaba que era mejor la sorpresa si llegaba contigo. Aunque yo le dije que traerías alguien con nosotros para que ella cocinara lo suficiente para todos.