Capitulo 2: Problemas en casa

37 2 5
                                    

P.O.V. Luis

Iba caminando rápidamente entre los pasillos para llegar a mi casillero y que se formaran la menor cantidad de críticas y rumores posibles acerca de las vendas ensangrentadas que llevaba en mis brazos, ya era suficiente con ser el "Solitario" de la escuela, no necesitaba que me dijeran psicópata, tomé lo que necesitaba, mis hojas de pentagrama, hojas de cuadrícula, mis dos carpetas y algo con que escribir.

Me dirigí al salón de música y al entrar me acerqué al piano, no me importaba perder las siguientes clases, sólo quería desahogarme y olvidarme por un momento de lo que mis padres me dijeron en la mañana, una vez más sus estúpidas peleas habían conseguido que se la llevarán contra mi, así que aquí estamos, saltándonos clases y tocando el piano para olvidarme de todo al menos un momento. Yo tocaba tratando de impregnar la melodía con mis emociones. Me encanta componer melodías.

Cuando por fin me desahogue tomé mi lápiz y comencé a escribir notas en el pentagrama, tocaba las notas e iba agregando unas cuantas y luego volvía a tocar mi composición, me pase encerrado ahí bastante tiempo a mi parecer hasta que llegó un grupo de alumnos al salón, tomé mis cosas y salí de ahí más rápido que inmediatamente.

La última clase la volví a saltar, era historia, me tocaba tres horas de las cuales dos ya habían pasado así que no tenía sentido entrar, decidí salir de la escuela y pasar a la cafetería "Tío Sean", pero no contaba con el guardia de seguridad.

— ¡Señor Vela! — escuche como me gritó el guardia, un señor alto, fuerte y con condición física, o al menos eso aparentaba — ¡Debería estar en clase! — fue en ese momento que comencé a correr — ¡Vela! ¡Ven acá! — grito el guardia corriendo tras de mi, fui a la cafetería, y el personal estaba recogiendo lo que quedaba de basura, aproveché y tiré un bote con basura para taparle el paso, pero lo salto con facilidad, salí de ahí dando un portazo y me dirigí a la biblioteca, irrumpí abriendo la puerta bruscamente haciendo que los estudiantes y la bibliotecaria me miraran con reproche y diciendo un sonoro "Shhh", observé rápidamente el lugar y me escondí atrás de un estante de libros dándome vistas la puerta de la biblioteca, mientras observaba la puerta me quité el saco que llevaba sobrepuesto en los hombros, y el sombrero, me acerqué a una chica y le pregunté si tenía una liga para el cabello, ella me miro demasiado sorprendida y asintió, mientras comenzaba a buscar rápidamente en sus bolsillos escuché como el guardia interrumpía fuertemente en la sala igual que yo lo había hecho y como todos le dijeron "Shhh" quería reirme pero primero debía salir de esta escuela, afuera tendría todo el tiempo para reirme de él, entonces la chica me extendió la liga, me comencé a atar el cabello en un chongo alto, tomé un libro y fingí leerlo, me percaté que el guardia le preguntaba algo a la bibliotecaria y ella señalaba la dirección por donde me había ido, tomé el libro y vi que un grupo de alumnos iba a la salida "es nuestra oportunidad" dijo mi mente.

Me dirigí con ellos y dejamos todos los libros que habíamos tomado en un carrito del lugar, había unas chamarras y suéteres en una caja, suponía que eran los que habían olvidado, así que tomé uno y me lo puse y cuando estábamos a punto de salir a la bibliotecaria se le ocurrió hablarme.

— Jovencito, ¡Qué te ocurrió en los brazos? — preguntó llamando la atención de la mayoría, incluida la del guardia, sólo empuje a todos los que tapaban el camino y comencé a correr otra vez, el guardia no dejaba de seguirme.

"Vaya que tiene resistencia, ¿desde hace cuanto no corremos nosotros?"

Cállate — contesté mentalmente.

"Bueno, técnicamente te estás callando a ti mismo, ¿lo sabes verdad?"

— ¡Claro que lo se! Ahora cállate y ayúdame a pensar que podemos hacer.

Camino a la FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora