𝒫𝓇ℴ𝓁ℴℊℴ

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Lo pude confirmar la  vez que vi aquel chico dejarse ver por la vieja puerta del salon vacio, que si no fuera por mi presencia el lugar se encontraría desolado

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Lo pude confirmar la vez que vi aquel chico dejarse ver por la vieja puerta del salon vacio, que si no fuera por mi presencia el lugar se encontraría desolado.

Su castaño cabello caía como una cortina impidiendo ver sus cejas, sus ojos grandes y brillantes eran la clara referencia de la frescura de la juventud, pero su andar contradecía todo tipo de halago que fuera antes pronunciado . Su espalda se encorvaba conforme proseguía con su lento andar, mientras que los pasos torpes se daban a conocer en su forma peculiar de caminar.

El chico contaba con un rostro bello, tierno y elegante. La forma de sus ojos daban a entender una mirada intimidante, siendo fuertemente contradecida con su forma de mirar, timida e inocente.

La primera de todas las incontables veces que no pude apartar la vista de el, siendo también una de las primeras veces que trataría de evadir su presencia, para no ahogarme en la agonía de cómo no me puedo aceptar a mi mismo. Prefería morir a 70 metro fuera de la superficie, siendo esto como lo más cerca que estaré de ser un héroe. Porque no aceptaba que lo amaba, y menos con todo el corazón.

Porque el llego en diciembre, esperando con ansias olvidar el septiembre. Lo único que nos separaba era octubre y noviembre. Su melancolía, y mis cigarrillos era lo que nos nombraba conocidos y no simples extraños. La azotea fría espacio para nuestros dos cuerpos congelados, que por mucho que pidieran caricias 3 metros de distancia era lo más cercano a su necesidad.

Tu eras el clásico desenvolviéndose con ''Für Elisa"de un melancólico Beethoven, mientras que yo me mataba lentamente mandando indirectas con las letras de un expresivo Alex Turner de la mano con el alternativo sonido que solo Arctic Monkeys te puede ofrecer, con el nombre de "Do i wanna know" .

Supongo que eres uno de mis mejores escapes, siendo tu sustituido en las noches frias por un amargo cigarrillo. Yo soy un forastero en el jardín de tus conversaciones, y tienes todo el derecho compararme con una mala hierba.

Pues me hago pasar por una flor incandescente rodeado de rosas auténticas.

Soy lo suficientemente necesitado que ni en una vida entera tendría tu forma de vivir, sí también tienes derecho a nombrarme un pobre diablo.

Yo soy las calles frías, de un lugar que no se respira en la oscuridad.

Soy carente de privilegios pero rico en la necesidad, pues los únicos pilares que se sostienen en casa de los pobres, es el saber que nos tenemos los unos a los otros.

Yo soy un perro de la calle, y tu un vil perro doméstico.

Entonces diría que la piel de mi alma es rasgada por la lejanía de lo saciable.

Quiero que me digas extraño de una relación de lejana vista, quiero ser tu querido conocido para acariciar tu presencia en el precipicio de la eternidad .

Porque los perros de la calle ladran a la luna por el consuelo de sus noches frías, y la sangrante carne desgarrada.

Las calles calientes son pisadas por presencias tan frías.

Dueños de la calle, aquel título que escase de efectivo, pero es abundante en honor y barbaridad.

Hey, tímido chico.

Alejate de lo que no puedes entender.

Puede que sea peor que un cuchillo caliente y tu sensible piel.

Por ejemplo....


Cosas como nosotros.



Tu y yo



Y los demás.

Entonces podrás decir qué fui un mal trago, y también compararas mi pérdida con la resaca de un vino tinto.
¿Y que hay de mí?, ¿a quien comparó después de ti?.

Podría culpar al cielo por no igualar tu presencia, y a un terciopelo blanco por no ser como tú piel. ¿Quien sigue después de ti?. Por qué las estrellas sólo son rastros de tu efímera presencia, y el ruido blanco a tu silencio.

Las fotografías son rastros incomparables a tu belleza al desnudo. Sin precion, ni efectos secundarios a aquellas extrañas personas.

Reza por mi presencia, que en un suspiro callo de pie en el abismo de tu dulzura y vulgaridad al hablar.

Que por una vil carisia me llevaste al cielo aún sin siquiera conocer todo a su alrededor, eres un vil pedazo vagando en la fría tierra de los fosteros.


── Hey, tu chico extraño.
No deberías estar en este territorio, eres un vil perro doméstico ──.

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ℴ𝒷𝓇𝒶 𝒹ℯ 24:00

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