𝖀́𝖓𝖎𝖈𝖔 𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔

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┏━────╯⌬╰────━┓𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎𝐒Sean cordialmente bienvenidos al hospital Slyburgh, en donde la atención es excelente

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𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎𝐒
Sean cordialmente bienvenidos
al hospital Slyburgh, en donde
la atención es excelente.
Disfruten de su noche
en la habitación 221.
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Elsa había tenido una pequeña operación y debía quedarse una noche en aquel hospital para recibir el alta mañana. Anna decidido quedarse junto a ella para hacerle compañía y, también, investigar aquel hospital que tenía tantos secretos. Anna Haugen siempre escuchaba acerca de lo que sucedía en las noches en los pasillos de psiquiatría y terapia intensiva. Por suerte, Elsa se encontraba en una habitación en el tercer piso y no había nada interesante a excepción de que el wifi en aquel piso era más rápido que el de su escuela.

– No debiste quedarte.– susurro la albina con diversión.

Anna estaba recostada en el pequeño sofá que estaba allí, con su libreta sobre sus piernas y los auriculares puestos. Elsa debió arrojarle un papel usado para que su novia pudiera prestarle atención y Haugen terminó girando la cabeza para sonreírle a su novia.

– ¿Dijiste algo? – preguntó.

– Que no debiste quedarte, más si piensas ignorarme.– repitió Elsa.

– Lo siento, estabas dormida y no quería despertarte.– confesó Anna quitándose los auriculares y levantándose.– Además que no quería dejarte sola.

– Ajá.– rió Menzel.

– Hablo en serio.– chilló Anna sujetándola suavemente del mentón.– Sabes que me quedaría días aquí si fuera necesario.

Elsa logró levantarse lo suficiente como para unir sus labios con los de Anna, pasando su lengua por el labio inferior de la pelirroja que le dio acceso completo a su cavidad bucal. Haugen jadeó, llevando sus manos a las mejillas de la albina que terminó separándose con una juguetona sonrisa al ver a su novia enrojecida.

– Iré por unos chocolates.– habló Anna dando un paso hacia atrás.

Un relámpago se mostró a través de la ventana y luego el sonido de una lluvia torrencial comenzó. Anna giró para cerrar la ventana al ver a Elsa cubrirse un poco más con la sábana que tenía. Apenas estuvo cerrada, buscó un poco de dinero en su mochila para salir de allí.

– ¿Segura no puedes conseguirme algo? No recuerdo el sabor al chocolate.

– Solo fue una semana Menzel, no seas dramática.

– Es media noche, Anna.– recordó la albina con una mueca.– Procura hacer silencio.

Anna asintió con una sonrisa antes de abandonar la habitación y caminar por el largo pasillo de hospital hasta encontrar una maquina dispensadora. Tarareaba una canción a voz baja mientras metía el billete y colocaba el número y letra del chocolate que deseaba. Una vez que la barra de Twix bajo y ella la tuvo en manos, regresó a la habitación en donde Elsa se había quedado dormida viendo una serie. Apago la televisión y beso la frente de su novia.

Slyburgh Hospital | O.S. ElsannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora