Compañía [Shou Suzuki] (One-Shot Corto)

Capitulo único

Oyó un golpe seco. No le sorprendió, ya estaba acostumbrado. Aún así, para confirmar, asomó la vista, y allá los vió. 

Hombres en el suelo, heridos. Y a su padre, con una mirada sombría y soberbia, quien sin decir nada, simplemente se fue con aire de superioridad.

Escupió al suelo con asco. Lo odiaba, lo odiaba muchísimo. Y saber que él era igual que su padre lo asqueaba más. "¿Para esto tengo poderes? ¿Para crear una capa de falsa superioridad? ¿Para ser como un animal salvaje, que recure a la violencia para establecer su dominio?"

Se miró las palmas de sus manos con frustración. Siendo sincero, le gustaba mucho más dibujar que hacerle daño a los demás.

Cuando era pequeño creía que tener poderes era genial, que lo hacían especial. Su padre tenía poderes, como los super héroes de la televisión. A sus ojos, su padre era el ser más increíble que pisó la tierra. 

¿Todos los héroes que alguna vez admiró, eran así?

Shou no tenía con quien desahogarse, Shou estaba solo. Nadie pensaba como él, nadie vivía lo que el, nadie lo comprendía. Nadie era como él. Solo su madre, cuando la veía, lo escuchaba hasta la última palabra.

De niño, jamás entendió por que su madre se fue de casa de repente. Después de ese día, su padre aún cambió  más. 

Ahora la entendía perfectamente.

Pero ella no lo entiende a él, ella no tiene poderes, ella no es distinta a los demás. 

Sin embargo, el se guardaba cada palabra que le respondía su madre. 

"Los poderes psíquicos no guían el corazón de las personas."

Nunca estuvo seguro de lo que significaba, pero se le hacían palabras muy poéticas, así que pensó que quizá, no tenían un significado exacto. 

El móvil le vibró en el bolsillo. Siseó, ya se imaginaba que iba a ser. Abrió la pantalla de su celular, ignorando el nombre asignado, ya sabía quien era.

Lo que le llamó la atención, fue otra cosa. 1/12. Su cumpleaños. Ni lo recordaba.

Total, el está solo.

Completamente solo.

Contestó, no quería tener que soportar los gritos de su padre otra vez.

Y tal y como imaginó, fue su padre asignándole una misión de la cual estaba radicalmente en contra, como todas las que se obligó a hacer. No se quien de no se que del gobierno amenazó no sabe que cosa y tiene que asegurarse de que dicha persona ni se acercara el lugar. Con sus poderes, claro.

Osea, con la violencia, por supuesto. ¿Estos poderes sirven para algo más, a parte de hacer daño? Lo dudaba bastante.

Y ni una sola palabra sobre que hoy es su cumpleaños. Lo esperado. 

Su telefono volvió a vibrar, y una leve esperanza nació desde lo más profundo de su interior al ver que era de su padre.

Era una foto del sujeto que tiene por objetivo. 

El aparato volvió a sonar, esta vez, era su madre. 

"¡Feliz cumpleaños, Shou! ¿Hiciste algo especial hoy? ¿Saliste con amigos o algo así? Quiero que nos encontremos en el parque más cercana a tu colegio mañana a la misma hora. Celebraremos tu doceavo aniversario como te lo mereces, te lo prometo.

PD: Todas las personas tenemos ideologías distintas, no tienes que construir tu camino a imagen exacta de otra persona."

Más frases poéticas, ¿Por que no es más directa?

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Al día siguiente

Era muy temprano por la mañana cuando escuchó que alguien entraba a su habitación. Lo ignoró, dedujo que era su padre, no era extraño que lo agarrase/robase material escolar para su propio trabajo. Eso no le molestaba, pues estaba seguro que eso era la único que su padre hacía, que todos los padres de sus compañeros también.

Pero había un leve ruidito, uno que rompía el silencio de soledad. Quería pasar de el y seguir durmiendo, de verdad quería, ¡Pero era muy molesto!

...

¿Que rayos es esa cosa? 

Somnoliento y con pereza abrió la luz.

Y su corazón se paró en ese mismo instante.

-¡Un hamster!-Saltó de la cama como si esta quemase. 

-¡Un hámster, un hámster!- Lo inspecciono desde todas las perspectivas posibles, le tomo al menos 20 fotos, y se aseguro demasiadas veces sobre si era real o de peluche.

Al lado de la jaula, había una nota. Estaba tan feliz que ni siquiera se dió cuenta.

"Feliz cumpleaños, Shou."

Sonrió. 

Esta no es la letra de su madre.