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La vida nos pone pruebas distintas. Algunos somos personas de bien, otras no le hacemos el bien a los demás y están los que no pueden escoger entre el bien y el mal, pero de alguna manera fusionan los dos y nos traicionan. He escuchado decir que: "no todas las personas que hacen el bien son buenas, y no todas las personas que hacen el mal son malas".

La vida de la reina Rea no era como la que cualquier niña soñara; sino que era una llena de tristezas y desgracias. Para muchos, la sonrisa que siempre tiene plasmada en su rostro es genuina y sincera; en cambio, no muchos saben lo que ella esconde y lleva en sus hombros.

Luego de que todos sus hijos fueran comidos por Cronos, ella decidió ponerle fin a esto y comenzar con lo planeado por ella misma y abandonar un poco el ideal creado por sus padres. Lo único que la mantenía en pie era su esperanza por una vida mejor.

Nuevamente de dio cuenta de que estaba embarazada. Su única salida era aquel recuerdo que cargaba con ella de cuando Cronos era mas joven; con este recuerdo lograría salvar su vida.

Estaban Cronos y Rea sentados bajo un árbol junto al lago de los deseos.

-Cronos, ¿tengo algo que quiero que me prometas? - le dice Rea, pensando en un futuro mejor y con un deseo que ella siente que será importante.

-Dime Rea, sé que algo te inquieta y noto que debe ser algo importante por la forma de tu mirada. - Le contesta mirando preocupado de lo que le valla a decir su amada.

-Se que te parecerá extraño, pero quiero pedirte un favor. Se que cumplirás lo que te diga por que lo prometido en este lago debe ser cumplido a toda costa, aunque te cueste la vida. - Rea tenía su mirada perdida en el cristalino lago que corría con rapidez.

Cronos sentía su inquietud de tan solo verla. El, la tenía entre sus brazos y esto causaba que sintiera que temblaba un poco y lo pálida que se ponía. Ella apretaba más su agarre hacia él, hacia más profundo el abrazo mientras continuaba temblando cada vez más.

-Rea estas bien?... Me estoy preocupando ¡Tranquilízate reina mía y cuéntame que pasa! - Cronos estaba comenzando a estar preocupado e inquieto, esto mientras la miraba.

-Solo prométeme que me consideras un deseo en algún punto de nuestra relación. ¡PROMETELO CRONOS! - Ella segua más inquieta cada momento. Al parecer, solo estaría tranquila si su amado le prometería que se lo concedería.

-Rea lo prometo. No se que ocurre y al parecer no me lo dirás, pero prometo que te lo concederé. Se que si lo prometo en este lugar tendré que cumplirlo y eso hare. - Rea comenzó a estar mas tranquila y a volver a la normalidad.

Los amantes se miraron a los ojos y se dieron un beso. Este beso seria en seña de que Cronos cumpliría su palabra y Rea pediría su deseo prejuiciosamente para no desperdiciarlo. Luego se miraron a los ojos se abrazaron fuerte en señal de paz y se recostaron sobre el tronco del árbol de cerezos, en el cual tomaban sobra, por los rayos del son de la tarde.

Rea fue donde Cronos para que el cumpliera su promesa.

-Cronos, estoy embaraza. - Dijo la reían con la misma postura y tristeza que lo decía cada vez.

-Sabes muy bien lo que pasara. No te opondrás como las otras veces y si protestas sabes muy bien lo que pasará. - El, ya no era el hombre con el que se había casado hace unos años; el parecía haber cambiado luego de tomar el trono y que ella quedara embarazada la primera vez.

-No protestare mi rey, solo quisiera pedirle algo. - Rea no estaba muy segura de como reaccionaria su marido; pero de algo estaba segura, él no podría oponerse a su deseo. - ¿Recuerda aquella vez que me prometiste cumplirme un deseo?

-Claro que lo recuerdo. Lo único que diré es: que no se te ocurra la idea de que ese bebe no sea comido. Sabes muy bien que pasara y lo que pasa si protestas. -Le dijo el rey desafiante y un poco enojado.

-No te pediré nada de eso. Solo quiero que estés tranquilo, no te quiero molestar con cosas de embarazadas. Por estas razones, me dejes estar en la isla de Creta y dar a luz allí. Es lo único que pediré como deseo. Esto también es para que no me mires feo cada vez que me veas. - Rea comenzó a llorar, era en parte falso. Por otra parte, también le dolía la mirada de su esposo cuando comenzaba a notarse su panza y el día de dar a luz le gritaba y en uno de esos días le llego a pegar. - Perdón por llorar, pero también es para no sentirme herida cuando me miras.

-Para de llorar y escúchame bien. Te concederé ir a Creta por que no soporto verte mientras estas embarazada. Otra de las razones es, por que te lo prometí, que te concedería un deseo si me lo pidieras bajo esa promesa. Podrás ir, pero cuando des a luz, ese mismo día me entregaras al bebe y no se hablará más del tema ¡ENTENDIDO! - Dijo Cronos alzándole la voz a una pobre Rea, la cual estaba sumida un poco en su tristeza y lo otro en su plan.

-Entendido, mi rey. - Dijo Rea antes de salir del salón del trono para ir a sus aposentos a hacer una maleta para sus días en Creta.

Guardo lo necesario para esos meses en Creta. Salió de sus aposentos y se dirigió a la entrada del reino, donde la esperaba Cronos y dos de sus hermanos titanes para montarla en un carro, llevado por nubes hasta Creta.

Cronos la dejo en una choza con una ninfa, la cual estaba al cuidado de la reina. Luego salió de allí para ir directo nuevamente a su reino y gozar de sus días sin tener que ver a una reina embarazada.

Mientras abajo

Rea comenzaba a pensar en cual seria su siguiente paso para cumplir su plan y salvar al mundo de tal régimen cubierto por su esposo. Ella solo continuaba tranquila y paciente para no ser descubierta en sus planes. Los cuales, con tanto esfuerzo, logro esconderlos de su madre y todos. Solo de esta manera lograría que esa pequeña vida no fuera comida por cronos y sus ideas.

Solo el tiempo y el destino tenían el mando en este juego. Cada una de las dos partes jugaría a su manera, pero solo una seria la ganadora. Esta parte seria la encargada de cargar con el destino del propio mundo y sus feas idealidades.

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Si no recuerdas la mas ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.

-William Shakespeare

The Blossom of HellWhere stories live. Discover now