Amar Para Morir - Todo Depende De Un Beso

Capítulo VIII. Confusión en el restaurante

¿Qué es lo mejor que puedes hacer un domingo por la tarde?

Pues tirarte a tu sillón, prender el televisor y comer una bolsa de Doritos con tu pijama puesto.

Sin preocupaciones... Ya saben, Hakuna Matata.

_ ¡Vero!

Me equivoqué.

_ ¡¿Qué quieres?!_ pregunté bruscamente.

_ ¿Podrías ayudarme, hermana?

Me metí un gran puñado de Doritos a la boca.

_ ¿Paaarrrraa quuhue?

_ Benjamín me invitó a cenar. Necesito que me ayudes a escoger mi vestido.

¡Rayos! , Verónica evita-besos se vuelve a activar.Tal vez se pregunten: ¿Para que le das un líquido rosa, si muy en el fondo la quieres mucho? ... ¡YA LO SÉ! soy una tonta, pero ya está hecho, por ahora no me queda más que evitar besos.

_ ¿Qué te parece este vestido?

No lo podía negar, ese vestido era perfecto para una noche de ... ¡DECLARACIÓN DE AMOR!

_ ¿Verónica?

_ Ah... Sí... Es el vestido ideal.

_ ¡Gracias ,Vero!

Samantha salió de la habitación muy contenta.

Verifiqué que haya salido de la casa y me puse en acción.

Me vestí con lo más elegante que encontré, y salí apresurada tras Sammy, sin que ella se diera cuenta.

Ella entró a un gran restaurante, ¡Wow! Ese Benny tiene estilo.

Me acerqué a la puerta , pero como la vida es tan buena conmigo (nótese mi sarcasmo) ...

_ Buenas tardes señorita, ¿Tiene apartada una mesa?

_ Emm... Yo... S-sí claro.

_ ¿Cuál es su nombre?

_ ¿M-mi no-nombre? _ ¡Rayos, Verónica! ¿Nunca te enseñaron que no se responde una pregunta con otra pregunta?

¡Cállate conciencia!

_ Emm, soy... ¿Catalina Villarreal?

_ ¿Catalina Villarreal?

_ ¡Qué vergüenza joven! ¿Nunca le enseñaron que no se responde una pregunta con otra pregunta?

¡Gracias conciencia!

_ Ah... Lo siento mucho señorita.

_ ¡Apártese! ¡Catalina Villarreal no tolera estás situaciones! Así que... Sólo iré a mí mesa.

_ Sí, señorita... Lamento las molestias.

_ Ah... No se preocupe.

Y cuando creí que todo ya estaba solucionado...

_ Emm.. buenas tardes jóvenes, tengo una mesa apartada en este restaurante.

_ Ah como no, ¿Cuál es su nombre? _ preguntó el chico amablemente.

_ Soy Catalina Villarreal.

_ ¡¿CATALINA VILLARREAL?! _ dijimos los dos al unisono.

Estaba en problemas... Muchos problemas.

_ P-pero entonces... ¿Quién rayos eres tú?.

_ Emm...¿Yo?... Soy... ¡TU PADRE!

_ ¡¿QUÉ?!

Corrí rápidamente escapando de ellos en medio de la confusión.

Pero... ¿Ahora qué?... Tengo que hallar la manera de entrar al restaurante. Ummm... ¡La puerta de atrás! Claro.

Entré sigilosamente sin hacer el menor ruido posible, sería una gran espía...

¡BLAM!

Okey, no sería una buena espía.

_ ¿Qué fue eso?... ¡Hey! ¿Eres una intrusa?

_ ¿Yo?... pffff, no para nada.

_Ahh, ya veo , ¡Eres la nueva empleada!... Pasa por favor, este es tu traje.

_ ¡¿Qué yo qué?!

_ Rápido señorita, atienda a la mesa N° doce.

_ ¿Yo? ... P-pero...

_ ¡Rápido!

Y bueno, literalmente me empujaron.

Busqué la mesa N° doce y ... ¡No puede ser!... Son Benny y Sammy... Oh, que buen dúo.

Me acerqué a la mesa con una carta cubriendo mi rostro.

_ ¿Qué desean? _ hice una voz exagerada.

_ Una ensalada, para empezar... Que sean dos.

Corrí nuevamente hacia la cocina. Prepararon la ensalada y me pidieron que yo se las llevara.

_ ¡Aquí están sus pedidos!

Oh rayos, me olvidé de hace la voz exagerada. Ojalá no se den cuenta.

_ Esa voz me parece conocida.

_ Sí a mí también.

Tragué saliva y solo corrí por mi vida.

Me quedé vigilándolos desde la cocina por una pequeña ventanita, hasta que alguien me interrumpió.

_ Disculpe señorita, soy la nueva empleada , me retrasé un poco por el tráfico, ¿Sabe dónde está el gerente?

Abrí los ojos como platos, el gerente se acercó a nosotras.

_ ¿Usted es la nueva empleada?

_ Así es señor.

_ Pero entonces... ¿Quién es ella?

Sonreí descaradamente mientras me quitaba el delantal.

_ Hasta el infinito y más allá.

Corrí con las pocas fuerzas que me quedaban hasta casa.

Ya no puedo regresar, ¿Ahora qué?

¡Morirá! ¡Un beso! ¡Morirá! ¡Perdidamente! ¡Morirá!

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