Save Me

Capitulo. 3

El sol de la mañana atravesaba las cortinas que daba directo a la cama de Tania, ella se estiro sin abrir los ojos, con una gran sonrisa en su cara, tenía tiempo que no amanecía ni se sentía así, pero esa sonrisa duro poco, su aspecto cambio.

Los recuerdos de su amigo cruzaron por su cabeza, como ella podía sentirse tan normal después de pasar por un dolor tan grande, solo un mes había pasado y ella tenía una sonrisa en su cara, eso no estaba bien.

Se levantó y se arregló para ir a la universidad, ya solo una semana más y tendría vacaciones de invierno , tomo sus cosas y una manzana y salió de ahí directo al elevador mientras comía su manzana.

Sabes que eso no es un desayuno verdad?- una voz profunda sonó en el elevador, Tania miro atrás de ella.

Porque no me sorprende- susurro mientras miraba a su vecino, el mismo que no podía sacar de su cabeza en toda la noche – al parecer te gusta la ropa oscura no?-

Le menciono a aquel joven de unos 26 años que llevaba unos jeans negro rasgados, una polera negra y una chaqueta de motociclista

Acaso te molesta? – pregunto con curiosidad y engreismo en su voz, a lo cual Tania, solo volteo los ojos.

En lo absoluto- se voltio de frente dándole de nuevo la espalda.

A donde te diriges?- pregunto un poco nervioso.

No es de tu incumbencia- el elevador paro y salieron los dos de ahí, hasta la parada de autobús - acaso me estas siguiendo?- le pregunto Tania mientras lo volteada a ver.

Me hablas a mí?- pregunto confundido mientras miraba a su alrededor.

Tania solo bufo ante su acción y subió al autobús y se sentó en los asientos traseros de este, ya que estaba un poco vacío, estaba tan perdida en sus pensamientos.

*no entiendo cómo fue posible que llegara a pensar bien de ese hombre, resulta que puede ser todo un patán, lo bueno es que me di cuenta a tiempo*

Una fuerte mirada la saco de sus pensamientos, cuando voltio a ver quién era.

-claro tenía que ser el- susurro entre dientes Tania, el vecino se encontraba mirándola des de la otra orilla de la fila de asientos, Tania desvió la mirada, pero él seguía mirándola, ella comenzaba asentirse incomoda con eso.

*podría ser un acosador* pensó Tania preocupada mientras llegaba a su parada de la universidad