Abril 29, 2025
"Se feliz"
Eso me habías dicho una semana atrás.
Y durante esa semana no dejaba de pensar en como es que nos volvimos cada vez más íntimos, cuando recordé la primera vez que finalmente hablamos después de reencontrarnos un dieciocho de enero.
Porque haberte conocido significaba volver a ti.
Y volver a ti significaba volver a empezar.
Cuando aquellos mensajes se hacían frecuentes y las intenciones iban mas allá, culpaba ese sentimiento donde surgía ese mismo viejo amor enterrado.
Estabas rompiendo mis esquemas una vez mas.
Estábamos rompiendo las reglas.
Estábamos sintiendo, era inevitable y prohibido.
No podía seguir fingiendo que todo era color de rosa y que todo estaba bien porque no lo estaba.
Era culpable por engañarme a mi misma.
Eras culpable por no darte cuenta antes.
Y la culpa me invadió una vez mas al tomar la mano de mi prometido en aquel altar. No había marcha atrás, ni para retractarme en ese instante, logre querer a mi amado, en cambio a ti te amaba desde mi profundo ser.
Y dude, ¿Estaba segura de querer esto?
Las palabras del padre resonaban en mi cabeza una y otra vez.
"... En un viaje que durara por el resto de sus vidas en la tierra."
"... Con un amor inquebrantable en cualquier tormenta..."
"... y una promesa que simplemente nos rehusamos a romper."
Con un ligero suspiro, di la media vuelta para ver a todos y entre ellos a ti.
Tu mirada había logrado atravesar mi ser, me transmitía aquellas palabras que no alcanzamos a decirnos y que poco a poco me dejaba sin esperanza en vida.
─... Ustedes están aquí para ser testigos de su unión, prometen amar y apoyar su matrimonio en los días que vendrán, si es así... por favor respondan "Lo haremos"
─¡Lo haremos!
Pero tu no respondiste.
Te levantaste.
Mi nudo en el estomago comenzaba a crecer.
─¡T-te amo... Ochaco!
Sentí mi alma ir y venir; mi corazón comenzaba a latir con ímpetu.
Mi cuerpo se congelo al mirarte parado entre el angosto pasillo. Me miraste con ese brillo en tus ojos, aun temblando, sentía que el tiempo se detenía, existiendo solamente los dos.
—Amo en la forma que te enojas aunque sea por una estúpida cosa, amo la maldita forma en la que sonríes, amo tus chistes malos, amo cada vez que te emocionas porque te gustan esas cosas ridículas, aunque las odie pero las he llegado amar, porque amo todo lo que eres.
Te confesaste sin temor a ser juzgado por nuestros amigos y sobre todo por mi prometido.
Aun la gente se miraba asombrada; murmurando con discordia ante aquellas palabras.
─Te amo y creo que... también me amas ¿O no?
Sentí la falta de aire y las miradas ansiaban por mi respuesta.
Definitivamente las cartas habían sido puestas sobre la mesa, cuando el tiempo era una variable en momentos como estos, las decisiones sobraban.
Porque la vida estaba hecha a base de decisiones.
Esta era una.
Camine a ti, tomando tu mano con fuerza; alejándonos de aquella iglesia.
Siendo un día lleno de emociones, una locura total de confesiones.
Tomaste mi cintura y me besaste con una fuerza sublime, como si el mundo se fuese acabar; cediendo al fuego que nos entrañaba hace tiempo, dejando que el resto fluyera sin importar lo que pasara.
Porque decidí amarte siempre.
FIN
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One day || {Kacchako}
Random"Un día, la vida se encargara de poner nuestros caminos en su lugar." »Estos personajes le pertenecen a Kohei Horikoshi.