i wanna be yours

único

Hwang Hyunjin estaba mirando a un punto fijo de la ventana. La clase de historia lo estaba aburriendo demasiado y no es que fuera mal estudiante u odiara la materia, por algo había elegido artes audiovisuales como carrera, no podía concentrarse en nada que la profesora estuviera diciendo. Si alguien le preguntara, diría que no podía dormir, sin embargo, sabía que no era del todo cierto.
Sí, no dormía las horas necesarias pero eso no lo hacía distraerse.

La verdadera razón que llenaba sus pensamientos la mitad del día; era una persona. Lee Minho.

Unas cuantas palabras más salen de la boca de la mujer frente a la pizarra y lentamente todos comienzan a irse, mientras un suspiro se escapa por los labios del rubio quien tomándose su tiempo comienza a guardar todas sus cosas.
Sale al pasillo y lo ve allí, apoyando la espalda contra la pared, concentrado en su celular. Al tener la cabeza un poco inclinada, sus finos cabellos naranjas ocultan por un momento sus oscuros ojos marrones que no tardan mucho en hacer contacto con los propios.

- Te vas a enfermar si sigues viniendo así a la universidad, Hyunjin. Deberías utilizar más abrigos.

El mencionado soltó una leve risa. - Tal vez estoy esperando enfermarme así te vuelves mi enfermero personal. - Suelta a forma de burla, una que, luego de escucharla en voz alta, no sonaba como una mala idea; sin embargo, una vez que el frío aire "casi" invernal se logró colar a través de su suéter y camisa, sentía que tal vez, solo tal vez, minho tenía razón. - Carajo, hace apenas unos días que empezó diciembre, ¿por qué tiene que hacer tanto frío?

Ahora fue el turno del mayor de soltar una carcajada. - ¿Ves? te lo dije, deberías haberte traído un gorro, por lo menos. - Se pone su bufanda y gorro, mientras le tiende uno a Hyunjin. - Ten, usa este.

Hyunjin lo agarra, frunciendo el ceño y, luego de sentir como sus orejas se calentaban un poco -no solo por la lana- comienza a caminar hasta la salida del campus, con Minho siguiéndolo lo más cerca que puede.

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- Hogar, dulce hogar. - Exclama Minho entrando al departamento y dejando sus cosas en el perchero junto al mueble donde dejaba sus zapatillas.

El rubio entra frotándose las manos, en un intento de calentarlas, y bostezando al sentir el calor que hay en el lugar. No es como si estuviera prendida la calefacción pero la diferencia de temperatura es lo suficiente notoria para que el cuerpo de Hyunjin se sienta cansado.
Minho se le pierde de vista una vez que entra en la cocina y él decide tirarse, bruscamente, en el sofá, tapando sus ojos con su brazo derecho.

Una sonrisa se le forma al recordar que si Changbin, el compañero de piso de Minho y mejor amigo de ambos, estuviese en el departamento lo hubiese sacado a patadas de allí porque iba a arruinar el mueble.

- Si Changbin te viera... - Escucha decir unos minutos después y ni siquiera tiene que mirar para saber que el colorado le ha traído algo para almorzar, el olor alertó a su estómago y se levantó rápidamente para quedar sentado mirando la mesa ratona de la sala.

Ninguno habla a la hora de comer, se sienten cómodos con la compañía del otro, así que no necesitan hablar para romper la incomodidad.
Pero al estar en silencio, la mente de Hyunjin no quiere dejarlo en paz, haciéndolo comenzar a recordar.

Conoce a Minho desde hacía un par de meses, luego de empezar el segundo año de universidad, al principio no creían llegar a ser muy cercanos porque con suerte se decían 'hola' y 'adiós' cuando estaban con Changbin. Aunque todo cambió una vez que su mejor amigo conoció a Han Jisung, su actual novio. Ninguno era consciente de como se buscaban el uno al otro una vez que estaban los cuatro juntos. Ellos automáticamente empezaban a hablar de cualquier cosa al azar para darles un momento a solas sin necesidad de tener que irse a otro lado, ya que disfrutaban estar junto a su amigo y su novio.
Es así como se dieron cuenta de las cosas en común que tenían y lo fácil que era soltarse estando el uno junto al otro. Poco a poco su amistad empezaría a consolidarse.