Capítulo 5.

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Apenas llegaron al lugar donde trabajarían empezaron los problemas, el caso tenía lugar en una tienda la cual era parte de una cadena de supermercados bastante grande ¿El motivo exacto por el cual debían estar ahí? Estaban por averiguarlo, los recibió una persona que a Khalida le desagradaba excesivamente, y siendo la chica de una personalidad algo "Temperamental y explosiva" no tardó en ir a intentar buscar problemas.

—Buenos días, Khalida Templeton.—Le extendió la mano como queriendo saludarla, pero la apartó rápidamente.—Voy a trabajar aquí un tiempo así que... Te sugiero que me respetes. ¡Ah, cierto! Tú ya me conoces y sabes quien soy desde hace mucho tiempo.

—Escucha, no sé que tengas en contra mía o que te haya hecho yo antes para que me detestes tanto, no me interesa y te voy a pedir de vuelta que me respetes y te alejes de mí.

—¡Huy! Que miedo.

—¿Qué carrera estudiaste? ¿Criminología?

—Yo sí fuí a la universidad a diferencia tuya, es todo lo que debes saber.

—Uh, que raro, cuando te conocí creí que acabarías trabajando como cajera en un restaurante de comida rápida o debajo de un puente, pero realmente te has superado. ¡Felicidades!

—Tú siempre con tus compañeros estúpidos, ¿No te cansas de ser como todo mundo?

—¿No te cansas de que nadie te soporte?

—Ha de ser más cansado ser tan idiota.

—No debí dejarla sola.—Se dijo Keijin.

—Voy por un abogado.—siguió Mizurou.

—Vete por favor.

—No, tú no me dices que hacer.—contestó con arrogancia y agarrando un vaso de vidrio con agua casi congelada que estaba cerca de la otra joven vertió el contenido de este sobre su cabeza.

La otra persona harta de aquello le dió un puñetazo a Khalida en la cara, ella se enfureció más así que acto seguido le correspondió, aunque sabía en el fondo que no era una mala persona, que todo lo que hacía y decía sobre ella era porque le desagradaba por ser quien ahora estaba con "Su amado", que parte de ella y de su personalidad dictaba que debía ser irrespetuosa y grosera con todo aquel que "Le cayera mal" seguiría hasta el final porque ya se lo había prometido... A ella misma, claro.

—¡Cuidado! ¡Perra estúpida!

—¡Al carajo! ¡La vida es para vivirse!—Y parándose sobre un escritorio se dejó caer sobre la otra desafortunada, por suerte logró apartarse antes de que cayera sobre ella completamente y acabara dándole problemas graves.

Llegó la policía para así detener la pelea. A las cuatro de la mañana llegaron Mizurou y Keijin a la estación donde se encontraba Khalida, en una de las paredes se podía leer un: "Sasaki Haise es puto, lo dice la ciencia" escrito con tinta roja, no se veía con exactitud el nombre de la persona que lo había escrito, pero se podían ver las iniciales "S,S", un poco más abajo también se podía leer un: "Puto no, re-putisímo" este último escrito en tinta negra por Khalida.

—¿Lo escribiste tú?—inquirió Keijin señalando la pared.—¿De dónde sacaste el plumón para rayar en eso?

—Yo siempre traigo uno conmigo.

—¿Por qué lo escribiste?

—Se estaban tardando mucho.

—¿Al menos conoces a ese Sasaki Haise o a la otra persona?

—No, pero del sólo leer eso ya siento que él me cae mal y la otra persona bien, ¡Que raro! ¿No?

—Eh, sí, tú y yo tenemos que hablar muy seriamente después.

—Haz lo que quieras.

—Espera, ¿esa es tu letra?—preguntó asombrado Mizurou.

—Sí, es mi letra, ¿En serio no conoces ni mi letra? ¿Y así quieres andar conmigo? ¡No me jodas!—dijo enojada.

—Bueno, ya, ya, ¿En serio esa es su letra? Que linda.

—Deja ya de molestar.—Dicho esto se dió la media vuelta para así darle la espalda.

Cuando finalmente la dejaron salir del lugar Keijin junto con Mizurou se tomó la molestia de llevar a la niña hasta su casa

—Oye... Con temor a preguntar: ¿Todavía seguimos en esto? ¿Todavía nos quieren allá? Tú sabes.

—De hecho, por increíble que te parezca sí, hablé con la persona que nos llamó y sí, además dijo que le daba gusto saber de ti.

—¡¿Qué?!... ¿A pesar de que golpeé a su actual pareja e hice un desastre en el lugar le da gusto saber de mí? En serio hay veces que en verdad no lo entiendo, si no le tuviera tanto miedo le diría lo que pienso.

—¿Sabes? Al principio creí que con quien tenías intención de pelear era con él, luego recordé que en una ocasión mencionaste que no te sentías capaz de tratarlo mal aunque él sí te tratara mal a ti, bueno...

—Sí, ya te entendí.

Al regresar a su hogar entró a su baño para ducharse con agua fría y lavarse las heridas que le habían provocado, después fue a su habitación para cambiarse de ropa, tomó la fotografía que estaba al lado de su cama, se dirigió hacia su cocina, encendió la estufa y puso la fotografía en el fuego, de esa manera logró “Encontrar algo de paz en ella misma”, el lado negativo de todo eso era que tenía una forma de recuperar aquella foto.

—Aquí se fueron mis últimos “Te amo”. 

Correspondía seguir con el trabajo asignado días después.

—Y, ¿No has hablado con Mizurou de nada? De nada, de nada, de nada, en serio.

—¿Qué quieres decir?

—Que la vez en la que te dije que te lo podías quedar si querías, no estaba hablando de mi perro, sino de él.

—¿Te parece normal hablar así de una persona?

—... No, pero sinceramente creo que “Se entiende más” contigo que conmigo.

—Pero él no me quiere a mí, te quiere a ti.

—¿Y eso qué? Ya sabes lo que dicen: Los heteros son como los tazos, si los volteas son tuyos.

—¿Quién te enseñó esa frase tan estúpida?

—Nadie, la saqué de internet.

—Ve a ayudarle a Mizurou.

Habiendo acabado de hablar de aquel muchacho la pobre joven tuvo que ir junto a él para hacer lo que Nakarai le había pedido.

—Oye, Khalida.

—¿Qué quieres?

—Estaba pensando en lo que me dijiste aquella vez y yo...

—¿En qué? ¿En la vez que te dije que casi no me conocías?

—Sí.

—Bueno, pues yo quería que...—Ella no le permitió terminar aquella frase.

—Sí, sí, sí quiero ya por favor no menciones nada ¡Que incómodo es esto, Dios mío! Estoy completamente de acuerdo y me gustaría lo mismo que tú, ahora hay que seguir con lo que estábamos haciendo y terminarlo.

—Sí, claro.—rió él nerviosamente.

I love you. [Tokyo Ghoul:re] [Mizurou Tamaki y Keijin Nakarai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora