𝐀𝐂𝐈𝐀𝐆𝐎 jikook/kookmin OS

🪻

Jungkook se encontraba hablando con su mejor amigo sobre algo que le había estado pasando últimamente, y es que el joven olvidaba muchas cosas, esta misma mañana había tomado café, olvidando lo intolerante a éste que era.

—¡Deberías comenzar un tratamiento!— exclamó Yoongi preocupado, estas semanas veía a Jungkook con la mirada perdida y llena de melancolía.
—No es grave Yoongi, estaré bien luego de comer las brochetas de cordero que tanto me gustan.— Jungkook intentó desviar el tema de la conversación pero supo que no lo logró luego de escuchar a su mejor amigo hablar.
—Pensé que ya estabas mejor y que habías superado su muerte.— dijo Yoongi con cautela por tocar un tema posiblemente sensible.
—Y lo hice Yoon, lo estimo mucho y por eso sé que merece descansar, mi padre está en un lugar mejor ahora o algo así.— Jungkook hizo un movimiento de manos restando importancia.— debo irme ya, se hace tarde y no quiero que llegue la noche y yo no esté en casa.— el azabache se levantó y guardó sus cosas en un maletín para luego despedirse de su amigo y colega, Yoongi.

Estuvo pensando en su vida de camino a la casa que comparte con el amor de su vida, recordó esa vez que se confesó a Park Jimin en su último año de universidad, ya habían pasado 10 años de eso; recordó la expresión en el rostro del mayor cuando dijo sus votos frente a sus familias, recordó lo feliz que fue, pensó en los ojos de Jimin, tan llenos de amor y admiración, Jungkook siempre quedaba embelesado ante su etérea belleza. Pero a su cabeza llegaron recuerdos de los últimos días y el rubio no estaba en ellos, o al menos no en la mayoría. no veía a Jimin antes de irse a trabajar y cuando llegaba se veían a la hora de la cena, no habían besos de saludo, de despedida, ni siquiera uno de buenas noches.
"¿Qué nos pasó, Jimin?" "¿tanto asco te doy ahora que no me quieres ni tocar?" muchos pensamientos similares llenaban sus pensamientos respecto a la situación con el amor de su vida, simplemente no podía entender nada, antes de la muerte de su padre estaba todo bien, y unas semanas después ya ni siquiera se hablaban, viven juntos y llevan años casados, pero parece que todos los sentimientos y experiencias juntos ya no compensaban lo roto que estaba el matrimonio Park-Jeon.
"¿estará conmigo por nuestro matrimonio?" "¿lo verá como una obligación?" "si es el caso ¿por qué cuando llego él me tiene lista la cena?" "¿por qué el único momento del día que tengo para observarlo, lo único que logro es ver sus ojos opacos y faltos de sentimientos? ¿faltos de amor?"

Jungkook detuvo sus pensamientos al notar que ya estaba frente a su hogar, observó la pantalla que solicitaba el código de acceso... Pero no podía recordarlo.
Sin permitir que el pánico lo atrapara, introdujo unos cuantos números al azar pero nada podía funcionar realmente, una advertencia del sistema de seguridad detuvo sus inútiles intentos de entrar a su morada. Pateó con frustración el portón, pensando en saltar el muro, más terminó dándose por vencido al calcular todo el esfuerzo que eso suponía, resignado se sentó e intentó darse calor con sus manos, esperaría hasta que se hiciera de día y quizá Jimin abriría la puerta eventualmente.

—¿Qué haces acá afuera? me asustaste mucho bobo—. la risa de Jimin le instó a mirar su rostro pálido y rápidamente se puso de pie, con nervios por la tierna forma en que le habló.
—Uh, olvidé el código de entrada, gracias por abrirme bebé—. El azabache iba a darle un abrazo pero el rubio se apartó bruscamente.
—Bueno entra, debes tener frío, por suerte hay brochetas de cordero calientes para ti aún, ¿me cuentas cómo fue tu día?—. Jimin ignoró las ganas del menor por abrazarlo y caminó hasta el comedor, donde estaba la cena para una persona servida, Jungkook asumió que el mayor ya habría comido, de todas formas ya era demasiado tarde para que él lo esperara.

En toda la cena, Jungkook se dedicó a contarle su día, cada detalle; era algo que la pareja hacía desde que comenzaron su vida laboral en empresas distintas. Más últimamente el azabache era el único que platicaba sobre su día en el trabajo. Jungkook terminó su cena, y aunque tenía una sensación de vacío, simplemente lo ignoró y levantó su plato para lavarlo mientras escuchaba a Jimin tararear cerca de él, el menor secó sus manos y juntos se dirigieron a su habitación, testigo de incontables muestras de amor pasadas.
Dejó de lado todas sus preocupaciones y se puso pijama para después acostarse y cerrar sus ojos, su cuerpo le rogaba por un poco de descanso.
No sintió el lado de la cama de Jimin hundirse, y cuando despertó, él tampoco estaba ahí.

Cuando por fin llegó al trabajo, luego de haberse perdido su estación de bajada y no tener más remedio que correr de vuelta a su empresa, un montón de papeleo le esperaba, por lo que se entretuvo por un tiempo hasta la hora de descanso, escaneó la sala en busca de Yoongi para platicar un momento mientras bebía un refrigerio.

—... ¿Por qué no termina conmigo si tanto asco le provoca mi tacto?—. Soltó Jungkook con la voz rota.
—¿De quién hablas?.— Yoongi respondió con confusión en su rostro.
—Me refiero a Jimin, ¿de quién más podría estar hablando?— respondió obvio y sin ganas de seguir su broma.
—Jungkook... no entiendo a qué te refieres.— Yoongi tenía una expresión de lástima en su rostro que comenzaba a exasperar al menor.
—¿Qué no entiendes? me refiero al hecho de que Jimin ya no me soporta, ni siquiera duerme conmigo.— replicó en voz baja.
—Jungkook, ¿de qué estás hablando? Jimin murió hace casi un mes en un accidente de tránsito.— Yoongi dijo con frustración en su voz.
—no esto no puede ser... Yoon... ¿de qué... hablas?— lágrimas en descontrol caían por el rostro del azabache, se levantó del sofá en el que descansaba anteriormente y corrió fuera de la oficina en dirección a su hogar, sin hacer caso a los llamados de su mayor.

Para cuando llegó a casa, ya había recordado todo... El como ese día había almorzado con el rubio, para luego despedirse de él, alegando que debía irse a trabajar, Jimin le había ofrecido el acompañarlo de vuelta, más fue rechazado rápidamente por el azabache.

Si Jungkook hubiese sabido que ese sería el último día que estaría con Jimin, ni siquiera se habría levantado de la cama esa mañana, le habría preparado el desayuno como siempre, podrían haber hecho un maratón de películas como hacían en sus días de universidad, o simplemente se habrían acurrucado bajo las sábanas; sin duda jamás se habría despegado de su amante, el amor de su vida, Park Jimin.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

aciago: que conlleva desgracia y causa tristeza o sufrimiento.
Hice una re edición de este one shot porque no soporté la narración en primera persona 😞