¿sᴏʏ ʟɪɴᴅᴏ? | HanaNene |

¿Soy lindo?

[ One Shot ]

Shipp: HanaNene

Fecha de publicación: 21/06/2020

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Terminó de guardar sus cuadernos en su mochila y dejándola en su espalda, se preparó para salir del salón. Casi lo logró hasta que fue su mejor amiga quien la interceptó.

—¡Nene-chan! ¿Vas de nuevo a encerrarte al baño? —preguntó Aoi, juntando sus manos esperando una rápida respuesta.

—¡N-No, bueno, este...si! —respondió nerviosa s las vez que rascaba su cabeza —. Tengo algunas cosas que hacer allí, ya sabes, limpieza...

—Eres muy considerable, Nene-chan. —alagó Aoi con una suave sonrisa —. ¿Lo haces por el conserje? ¡Eres muy buena! Antes no solías ser así, pero es muy bueno de tu parte. ¿Quieres que te ayude? —ofreció.

Yashiro desvío la mirada. No le desagradaba la idea de pesar más tiempo junto a la pelimorada, pero tampoco podía llevarla tal fácilmente con Hanako.

Se limitó a dar una nerviosa sonrisa y negó con rapidez.

—N-No te molestes, Aoi-chan. De seguro tienes cosas más importantes que hacer. —dedució comenzando a caminar a la salida —. ¡Pero yo estaré bien, gracias por el ofrecimiento! ¡Adios!

Tan pronto terminó de decir eso la joven se perdió a la vuelta del pasillo, de camino a los baños tal como solía hacerlo en su día a día.

—Ay...Nene-chan. —fue lo único que pudo emitir Aoi a la vez que soltaba una sonrisa intranquila.

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—¡Hanako-kun!

Tan pronto llegó comenzó a buscar con la mirada a séptimo rumor. Como siempre, el fantasma con apariencia de niño se hallaba esperándola en el fondo con esa tonta sonrisa que solo él podía mostrar.

—¡Yashiro! ¿Por qué tardaste tanto? A este paso tendras que esforzarte más para terminar a tiempo. —declaró Hanako levitando alrededor de ella.

—Lo sé, lo sé. No me lo recuerdes que suficiente tengo con este trabajo, ¡si es que se le puede llamar así! —se quejó la peligrisacea formando jn puchero.

—Eto, ¿oyes eso? —preguntó Hanako posando una mano en su oído.

—¿Eh? ¿Que cosa? —Nene imitó su acción. Pero no oía nada —. No oigo nada...

—¡Exacto! —rió el fantasma volando a su espaldas para empujarla suavemente —. Nada, así que a trabajar y has que ese trapeador suene como se debe, asistente.

—¡Hanako-kun! —chilló.

De mal humor, Nene comenzó a limpiar el baño como ya acostumbraba a hacerlo desde que conoció a ese peculiar fantasma.

No solía expresarlo muy a menudo, pero a veces en el fondo odiaba a Hanako por darle siempre el trabajo duro sin ningún tipo de recompensa. Aunque, tampoco podía quejarse, o al menos más de lo que ya solía hacerlo. Ella se lo había buscado al fin y al cabo, aunque nunca lo admitiría abiertamente.