𝐑𝐀𝐙𝐋𝐉𝐔𝐁𝐈𝐓 | STRAY KIDS.

Capítulo uno.

Park Haenim, es un chico de dieciseis años, estudiante de arte en Seúl, Corea del Sur. Saca notas medias, tiene un pequeño grupo de amigos, le gustan los videojuegos... Básicamente, un estudiante promedio.

Pero sí había algo que separaba a Haenim del resto de chicos de su clase, algo que solo su grupo de amigos sabía, y bueno, varias personas en sus redes sociales.

Básicamente, Haenim lloraba religiosamente por un grupo de música en concreto: Stray Kids. Stray Kids, también conocido por sus iniciales "SKZ" eran un grupo de música coreano formado por ocho miembros.

-¿Por qué Bangchan tiene que ser tan perfecto?- Preguntó por llamada a sus dos amigos, Taekhyung y Daesung.

-Eh, Hae...- Contestó incómodo Daesung.- Estamos en llamada para el exámen de mañana. Si sigues así, no vas a aprobar.

-Tranquilo Dae, Hae es bueno memorizando. No necesita muchos días, además, es bueno tomarse un descanso de vez en cuando.- Comentó Taekhyung.

Haenim era el más pequeño de los tres, mientras que Taekhyung y Daesung eran un año mayor. Podían considerarse "mejores amigos" ya que solían hacer todo juntos, pero desde un cuarto punto de vista, podría dudarse si disfrutaban de la compañía del otro.

-Lo siento, creo que me iré ya a dormir. Estoy cansado. Mañana me levantaré y estudiaré unas horas antes del exámen.- Haenim cerró el libro que estaba en su escritorio y se levantó dirigiendose a su cama con el móvil en la mano.

-Está bien, descansa Hae.- Contestó Taekhyung y Daesung simplemente mantenió el silencio, a lo que Haenim simplemente colgó la llamada.

Suspiró y se tumbó en su cama. Eran las una de la mañana y se moría de sueño. Pero claro, antes de irse a dormir tenía que volver a Twitter y publicar sobre Stray Kids.

Navegando sobre las publicaciones de sus seguidos, encontró un video de los miembros actuando en un corto para una compañía. En el video, se veía a una chica hablando con Stray Kids. Haenim retwitteó el tweet junto a un comentario que decía "ah, ojalá ser esa chica. Me olvidaría hasta mi nombre si los tuviera delante." junto a varios emoticonos llorando.

Dejó el móvil al lado de la cama y cerró los ojos.

A la mañana siguiente, Haenim abrió los ojos lentamente mientras intebtaba asimilar que estaba despierto. Como solía hacer todas las mañanas, revisó su móvil, eran las siete y media de la mañana y las clases empezaban a las ocho. Sin decir que tenía exámen a primera hora y no había estudiado lo suficiente.

Rápidamente se levantó de la cama, se vistió, y metió su libro en la mochila mientras despeinado y hambriento salió corriendo a su escuela. "Más vale que hoy sea un buen día" pensó.

Al llegar a su clase abrió la puerta lentamente asegurandose de que el profesor no hubiese llegado, y así era. Faltaban pocos minutos para el comienzo del exámen, ¿y aún no había llegado? Le parecía extraño, pero ya que había llegado tarde no era quien para quejarse.

Se sentó en su asiento y dejó su mochila debajo de la mesa. Sacó el libro de matemáticas y comenzó a memorizar la teoría. La práctica se le daba bastante mal pero tenía una buena memoria fotográfica, por ello solía aprobar los exámenes.

Cuando pocos minutos más tarde, entró el profesor. Pero no estaba solo, estaba junto a otros chicos que vestían con el uniforme de la escuela. Pero sus caras se le hacían conocidas, espera...

-¡Qué!- Gritó Haenim. Sus ojos estaban abiertos como platos. Las tres caras "nuevas" que habían aparecido en su clase no eran especialmente caras desconocidas.