La propuesta

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Las luces de las bombillas iluminaban toda la ciudad, miles de personas están afuera celebrando la fecha que es tan especial para miles de ciudadanos "La Navidad".

En realidad, aún falta un día para Navidad. En lo más alto de la montaña un hombre de aproximadamente 29 años está escuchando una canción triste mientras sus lágrimas caen al compás de la canción.

Sus más dulces memorias se aparecen como miles de imágenes y recuerdos que poseía con esas personas especiales que el día de hoy lo abandonaron. Cada día llora por el abandono de esos que creyó que eran sus amigos, familia y colegas, el día de hoy todos ellos son... Sus jueces. Lo juzgaron por algo que no cometió, por algo que fue inocente todo el tiempo.

Paso más de siete años en la cárcel por un crimen que no cometió, su familia, amigos y colegas lo abandonaron y no creyeron en su inocencia. Siete años después alguien testificó que no fue culpable de nada, él era inocente, pero ya nadie estaba para él... todos se habían ido hace siete años, y él ya no quería saber nada de las personas que no confiaron en él.

Mientras todos celebran y piden deseos como: quiero mucho dinero, quiero un auto, una casa, mucha ropa, fama, entre otras; él solo desea una cosa... ser feliz. Y si se puede uno adicional, pasar su navidad con alguien especial.

La soledad y el silencio reinan en la montaña solo se logra escuchar suavemente una canción triste que suena demasiado triste. Un hombre con un rostro de ángel, camina hacia la dirección donde logra escuchar la suave canción que le llamas tanto la atención.

"¿Puede alguien estar tan triste?"

El hombre camina hasta lo más alto de la montaña y logra ver de donde proviene el sonido, también puede ver que hay alguien que está viendo las luces de la ciudad que hoy están más brillantes. Para el hombre de rostro angelical las luces de la ciudad parecen que adornan un gran árbol que da esperanza para cosas buenas en el futuro.

Sin embargo, no entiende, ¿Por qué este hombre escucha esta canción tan triste?, Hoy es una fecha donde todos deberían ser felices, sonreír y dar la bienvenida a una nueva navidad que se pasa entre familia y amigos.

El hombre de cara angelical se acerca con cautela al hombre que está escuchando la canción triste. Se acerca lo más que puede hasta sentarse a su lado.

El hombre que está llorando con los ojos cerrados siente que alguien se sentó a su lado, abre los ojos lentamente y la vista de un hombre con cara angelical con una gran sonrisa brillante lo sorprende.

"¿Es un ángel de la navidad?"

Pensó el hombre al tan solo ver el hermoso rostro del ángel que tiene enfrente. La sonrisa hermosa del hombre no se quitaba y solo observaba con alegría al otro hombre.

La música siguió sonando mientras las miradas de los dos hombres estaban fijas y no podían dejar de verse. La primera razón es, para el hombre de cara angelical le resulta muy atractivo el hombre que está triste y llora solo en esta montaña, y la segunda, para el hombre que está llorando solo puede ver la hermosa sonrisa del hombre delante de él.

- ¿Por qué lloras solo en este lugar? - La suave voz salió del hombre de rostro angelical - No deberías lloran tu solo en este lugar - Las manos del hombre tomaron mente propia y ahora están secando las lágrimas de las mejillas del hombre que llora.

- Deberías de buscar un hombro para llorar y si no lo tiene... Yo te ofrezco el mío - El hombre que lloraba miraba fijamente y sin emoción al hermoso hombre delante de él. Nunca en su vida había visto a alguien tan hermoso.

- Seré tu hombro cuando llores de nuevo - El hombre beso los párpados del hombre que lloraba y sostenía la cara con sus manos. - No debes tenerme miedo soy alguien que quiere ayudarte - La sonrisa hermosa cautiva al hombre que lloraba y ahora no podía llorar por ver el hermoso rostro angelical del hombre delante de él.

- ¿Por qué lloras aquí tu solo? - pregunto acariciando las mejillas del hombre que lloraba.

- Oh, espera, hay que cambiar la canción está es muy triste - Cambio la canción y el dueño del teléfono solo observó lo que hacía su ángel. - Esta es mejor, ¿cierto? - La canción empezó a sonar por toda la montaña mientras el hombre de rostro angelical movía su cabeza y cuerpo bailando, el otro hombre solo lo observaba.

- Por cierto, soy Tee, ¿Tu nombre? - Pregunto Tee con su sonrisa característica. El otro hombre solo observó la mano extendida de Tee.

- Tae - Susurró en voz baja, Tee no escucho lo que dijo y lo miro confundido.

- No te escuche - Tee se queja con un puchero, y el corazón de Tae se acelera al ver lo angelical y tierno que es el rostro de Tee.

- Soy Tae - Tae dijo en una voz vacía que reflejaba tristeza.

- ¿Por qué lloras? - Tee tenía curiosidad por saber el porqué estaba llorando un hombre que se mira fuerte físicamente. Tae solo bajo la cabeza.

- Bien, no me lo digas si no quieres - Tee le dio su sonrisa a Tae que hacía que el corazón del hombre palpitara ruidosamente.

- ¿Tienes familia?, ¿Por qué estás solo aquí? - Tee seguía preguntando y no obtenía ninguna respuesta de parte de Tae.

- Lo siento... mamá siempre dice que tengo problemas cuando conozco personas... hablo de demasiado - Tee dijo con un puchero.

- ¿Quieres pasar conmigo navidad? - Tae dijo mirando fijamente a Tee. Tee se sorprendió cuando escucho a Tae hablar.

Tae no entendía porque había hecho tal propuesta, cuando es evidente que un hombre de rostro angelical y tan limpio ha de tener una familia con la cual ha de pasar sus navidades.

El corazón de Tae palpitaba nerviosamente, en toda su vida nunca fue tan valiente como para proponer algo así a una persona que apenas conoce, hace como cinco minutos. Tae mira a Tee muy nervioso.

- Aceptó, pasaré la navidad contigo, Tae - La sonrisa nunca abandonó los labios de Tee y el corazón de Tae fue feliz de saber que está navidad la pasaría con su libertad y acompañado de un hermoso hombre que se convirtió en su ángel.