Postres [Yuno/Charmy]

Capítulo único.

Bien decía la frase: Que al hombre se le conquista por el estómago.

¿Y quién mejor que ella para eso? No por nada amaba la comida y gastronomía por sobre todas las cosas.

Y pese a caer rendida por él, cuando le salvó el Bentō que con tanto esfuerzo había preparado esa mañana, denominándolo su príncipe salvador de comida... Yuno le parecía agradable; que sí, él era de pocas palabras, expresión estoica —pero solía sonreír cuando estaba y hablaba con Asta o cuando le agradecía por sus postres que le regalaba cuando lo veía— o también por su actitud seria.

Ella en verdad, quería agradarle. Gustarle aunque sea, un poquito. Y aunque se viese algo imposible con él, el hacerle postres para regalárselos, era algo que le nacía hacer y de lo cual, no esperaba una retribución.

Y fue por eso, que cuando lo saludó e iba a regalarle un postre como de costumbre, le sorprendió genuinamente que él le obsequiara un postre, una magdalena.

— ¿... E-Esto es para mí? — preguntó sorprendida y sintiendo como un pequeño hilo de saliva salía de su boca. Yuno asintió.

— Siento que no sea mucho comparado con los postres que me das. Espero te guste.

Charmy tomó la magdalena en sus manos como el objeto más preciado y frágil que podía haber existido. Miró por unos segundos el postre, para luego mirar al pelinegro —. ¿Lo hiciste tú? — él volvió a asentir, y está vez, sus mejillas se tornaron de rosa.

Y cuando vio que estaba por irse, rápidamente le entregó su postre hecho por ella como siempre, y de paso, le agradeció por el presente —. ¡M-Muchas gracias, en verdad lo atesoraré!

Yuno asintió, sonriendo muy levemente, para irse a su salón, con el postre en sus manos.

La pelinegra contempló la magdalena recién regalada y sonrió. Este postre merecía ser contemplado y atesorado, y también, ser degustado lentamente.

Cómo debía ser.

-Traumada Taisho

Me gusta muchísimo el YunoChar, luego del YunoAsta, obvio. ¡En verdad me gustan mucho!