Entre Ángeles y Demonios [+18 YAOI]

Capítulo 8

El tiempo en el seminario

—Narra Reinns—

Desde que llegué a Roma me siento vigilado, observado por varios, algunos chicos me ven raro lo cual me preocupa un poco, he tratado de aprender y memorizar las reglas, pero me han costado un montón y bueno el no seguir una regla trae con sigo un castigó y vaya me he llevado unos cuantos despues de que mi tiempo para aprender las reglas terminará.

—aaah... agh... detente por favor Tomas. —Le suplicaba al castaño con lágrimas en los ojos para que ya no siguiera azotandome.

—Las reglas tienen un propósito y tú debes entender eso Reinns. —Agitaba el latigo para impactarlo una vez más sobre mi espalda.

Terminé por desmayarme cuando termino de darme la cantidad de azotes asignados por el padre. Para cuando desperte me encontraba en la enfermería con vendas en todo el dorso. Tras unos minutos sentí que el aire se volvió pesado y una sensación de miedo me recorría, por la ventana que tenía la puerta pude visualizar una energía oscura, mi cabeza empezó a doler horrible, sin poder evitarlo un grito salió de mi garganta, haciendo que la madre entrara rápidamente a la habitación donde me encontraba junto con otros chicos para sostenerme, silo sentí un ligero piquete en el cuello y todo empezó a tonarse blanco en mi mente.

La luz era segadora, después todo era oscuridad, sentí como algo me tomaba por el cuello...

—¿Quién eres? —Preguntó la voz ronca.

—¿Qué haces tú acá? —Respondí preguntando, mi Corazón empezó a latir más fuerte y rapido.

Sentía como mi cuello era sujetado con más fuerza, cuando una fecha que   portaba luz, se extendía su resplandor, obligando a aquella esencia de maldad pura a retroceder.

Abrí los ojos de golpe unas gotas de sudor recorrían mis cienes y otras se posaban en mi frente, un escalofrío recorrió toda mi espalda y mi corazón poco a poco empezó a disminuir el ritmo hasta quedar tranquilo. Era de madrugado.

Sin poder evitrlo mis ojos  se encierra una vez más.

—Narradora—

Mientras Reinns cerraba una vez más sus ojos, en el inframundo un demonia tiraba tido a su pasó tras intentar descubrir quien era aquel niño a quien sentía que no debía lastimar, pero otra parte le iducaba que debía acabar con el.

Sabía que si llegada a Roma había traido con sigo un choque de energías tanto para demonios cómo para ángeles, ya que en el cielo otro angel no dejaba de pensar en aquel niño de cabellos grises y ojos del mismo color.

—¿Qué es esta sensación?, ¿Quién es? — Se preguntaban ambos así mismos.

Dos años y medio después...

—Narra Reinns—

Ahí estaba yo, estudiando en la biblioteca sobre la historia del mundo, desde su creación y hasta donde nos encontrábamos, prácticamente estos últimos años me la pasé estudiando historia a morir, ya qué el padre consideró oportuno que iniciará con esa asignatura ya que aún o tenía la edad para iniciar estudiar catecismo.

Ya solo me queda un mes para cumplir los 13 y empezar a estudiar el pensum de los DERAHU.

Treinta y un dos días después...

—Bien Reinns, desde hoy tendras que aprender y memorizar conjuros, tienes tres meses, para el cuarto mes, te asignamos un tutor, quien te ayudara a proyectar energía como a materializar armas sagradas. —Habla el padre mirándome fijamente.

—Comprendo, daré todo mi esfuerzo para ser un DERAHU. —Expresé firmemente. — Sólo me dedicaré a estudiar conjuros o ¿Debo leer algo más? —Pregunté.

—Ya que lo mencionas... Lee esté libro también, ya tienes 13 años, lo comprenderás y también te ayudará a ver el por qué de los DERAHU. —Extendió su abrazó junto con el libro para darmelo.

—Comprendo, iniciare a estudiar. —Respondí y sali de la dirección con los libros en las manos.

Casi que a los limites del semanario se encontraba un frondoso árbol, al que siempre me dirijo para estudiar fuertemente.

—Creó hoy iniciare a darle lectura al libro el Porqué de los DERAHU. —Pensé para mí mismo.

El sol empezó a bajar, la hora mágica empezaba dio inició y en los libros de historia mencionaban que la hora mágica se convertían en un portal entre las tres divisiones del mundo, se podiar ver al ejército celestial y a los demonios quienes se alistaban para la batalla.

Respire profundamente, gire mi registró para la izquierda para ver mi sombra y la del arbol tan largas, me pyese de pie para ir a dentro, pero al momento de hacerlo un fuerte mareo se apodera de mi cuerpo, sentía el aire pesado de nuevo, mi corazón empezó a latir rápido, sentía como algo lleno de maldad se acerca, levante el rostro y a la par de mi sombra se encontraba  otra más grande, que extendía su mano izquierda hacía mi, en lo más profundo de mí ser sabía que eso era muy peligroso.

De pronto sentí como algo me tomaba del cuello.

—Ayuda... Ayuda... —Gritaba lo más fuerte que podía, hasta que mi cuerpo impacto contra el árbol.

—¿QUIÉN ERES? —Preguntó la voz ronca llena de mal pura.

Me sentía tan indefenso, el miedo era más grande en mi interior, impidiendo que pensara claramente.

—REGRESARE POR TI. —Susurro en mi oído, haciendo que un escalofrío recorriera mi columna.

Dicho aquello el portal se desvaneció y mi cuerpo calló al suelo, mi respiración era agitada, como pude me dirigí a mi habitación, alguien se había percatado de mi estado, pero para evitar dar explicaciones me apresure a entrar a la habitación... me  recoste en la cama y caí dormido.

Escuchaba a lo lejos como alguien me llamaba por mi nombre con mucha ternura, después sus palabras cambiaron diciéndome —¡CUIDADO!, ¡CUIDADO!, ¡Que no te Atr...! Mis ojos se abrieron, una sensación de angustia y miedo permanecían en mí, intentaba recordar las últimas palabras pero casi no fueron audibles.

Ya eran medía noche y mi estómago rugia por el hambre. Perovya no podía ir a la cocina, ya que si me descubrían, solo conseguiría un castigo, así que mejor me cambié de ropa y me metí en la cama.

Continuara...

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22/6/20

Esperó que les haya gustado el capítulo jejeje.

Les dejaré un capítulo más

LUNA_AZUL_99