Capítulo Único

99 10 2
                                    


Extensión: 450 palabras

Pareja: Mello x Halle

Prohibido

El deseo comienza en secreto. Hundido en las sombras de un imposible, invadido de miradas indecentes y pensamientos indecorosos.

Inicia con el recorrido de piernas, de abajo arriba, desnudando con la mirada a la mujer rubia. Recorriendo cada una de sus marcadas curvas que, si bien no son las más extraordinarias, sí son las únicas que llaman la atención de quien nunca se interesó en trivialidades.

Sigue con el acoso, la vigilancia hora tras hora, día por día. Cada movimiento, cada suspiro, cada inhalación y cada murmuro es captado por él y reproducido en su mente durante los ratos de soledad.

Él la mira.

Ella muerde sus labios.

La batalla de indirectas y miradas que tuvo lugar a espaldas del albino que fuera su jefe se vuelve historia, las insinuaciones se vuelven acciones. En aquel cuarto de hotel, el vapor de la ducha encapsula cada gemido que sale de la boca de la mayor ante la amenaza de un arma que el otro utiliza como medio de persuasión. Los besos se convierten en caricias, en rasguños, en mordidas ansiosas que comen de aquella piel de chocolate blanco que parece deshacerse con los zafiros en sus ojos cual rayo láser.

El deseo se consume bajo las gotas de agua caliente que queman sus delicadas pieles extranjeras, aquel acto se vuelve un contrato de alianza invisible y secreto que maquillaba la desventaja que él tendría. Ella grita, pero él sólo jala más su cabello y hunde su cuerpo en ella de forma incesante y vigorosa hasta que obtiene lo que busca.

Una sonrisa se dibuja en su rostro mientras la observa vestirse como dama decente a la espera de enfrentarse a aquella persona que tanto detestaba. Siente la mirada de su Dios, odiándolo por ser el hijo más pecador que pudiera tener, pero a él no le importa.

La adrenalina invade su cuerpo, las amenazas que antes eran para ella se vuelven contra él cuando negocia en la espera del plomo que ella impide entre a su cuerpo. Por momentos recuerda a su protector, a su religión, pero se sabe abandonado desde hace mucho tiempo.

Se lame los labios mentalmente y ella lo mira con preocupación de madre más que de mujer, sin saber que su último contacto sería por teléfono, cuando la simple voz de quien acabara de salir de la adolescencia le produjera escalofríos al recordar cómo su piel fue marcada por garras eslovenas tan sólo días atrás....

Cuando poco después fuera en su búsqueda para intentar inútilmente librarlo de lo que ella misma provocaría.

Cuando el deseo terminase en secreto. Hundido en las llamas del infierno impuesto por un Dios falso. Invadido de miradas suplicantes y rosarios hechos cenizas.

Prohibido | Mello x Halle LidnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora