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Si las clases de historia con el profesor Choi eran una tortura, las clases de biología con la profesora Yang se sentian como la muerte en carne y hueso. Minho, como por centésima vez, no había sido descubierto y eso le otorgaba cierta satisfacción. Bueno, si era sincero consigo mismo, la profesora Yang siempre fue una persona bastante despistada y en este momento se pasó toda la hora revisando el ciclo de una oruga, ¡durante toda una hora! No valía la pena prestar atención.

Solo unos quince minutos faltaban para que el timbre suene, pero Minho sentía que en esos pocos minutos solo dos cosas podían suceder: desfallecerá por el aburrimiento o se quedará dormido. Ninguno de esos dos era bueno. Aprovechó la oportunidad para pedir ir al baño, la única salvación que se le había ocurrido. Hábilmente escondió su celular en su manga derecha y logró salir airoso sin ser descubierto. Sumémosle quince puntos por astucia.

Al llegar a su lugar de destino, se tuvo que encerrar en un cubículo planeando pasar los próximos diez minutos allí. El presente ya se le había dado y seguramente la profesora ni se daría cuenta de que no había vuelto. Era el plan perfecto.

Bueno, tal vez había calculado mal. Diez minutos era demasiado tiempo para estar encerrado en un baño. Sus pensamientos empezaron a rondar por temas diversos, hasta posarse en el chico que había estado mirando el día anterior. Se sentía algo estúpido por darle vueltas todo el tiempo a lo mismo, pero no podía quitarse la imagen de la cabeza. Y, mierda, había hecho el estúpido frente a él. Bueno, como si no hiciera el estúpido todo el tiempo.

"¿Jisung...?" habló solo perdido en sus pensamientos, y decidió hacer lo que cualquier persona normal —no— haría cuando quiere conocer más de alguien; buscar su perfil de Instagram. El buscador arrojó los seguidos por sus amigos, entre ellos alguien a quien Jeongin seguía: "wltjd914". Que extraño nombre.

Inevitablemente se sintió atraído hacia el perfil: estaba lleno de dibujos hermosos; fotos casuales de él mismo y con sus amigos, algunas fotos raras sacadas de contexto. Sintió que al ver todas esas fotos estaba conociendo a una persona, extremadamente talentosa en el dibujo, tierna y que hacía cosas estúpidas, pero en eso se parecía a él mismo. Todos tenemos algo de tontos, ¿no?

Su búsqueda fue interrumpida por un mensaje entrante de Chan: «Bro, ¿dónde estás? Me abandonaste con la vieja». A lo que contestó: «Te lo merecías por lo de ayer. De aquí no salgo».

Tal vez era para mejor que lo hubiera hecho. Así podía evitar ciertos percances, como darle un like a una foto sin quererlo... Pero él era Lee Minho y claro que iba a cometer alguna estupidez. Pudo confirmarlo al ver que accidentalmente una publicación mostraba un corazón rojo en el pie, pero aunque quitara el me gusta, a Jisung le llegaría la notificación de todas maneras. Vamos, Minho, siempre triunfando. Ahora parecería que era un stalker raro que se escondía debajo de las ventanas y lo miraba durante una clase entera.

Miró nuevamente el horario en la pantalla: solo quedaban dos minutos para que la clase terminara. ¿Qué tenía que perder? Salió del baño no sin antes mirar hacia ambos lados en caso de que alguien viniera. Al ver que no había nadie, caminó sin rumbo alguno hasta llegar a una banca en las afueras de su edificio. Escuchó a lo lejos la campana sonar. Misión cumplida. Chan no le había escrito acerca de algún comentario de la profesora así que probablemente nada había sucedido.

Cerró sus ojos y respiró profundamente, se estiró ya que sus músculos estaban contracturados. Algo que no muchos sabían, pero era curioso acerca de él, era que le gustaba simplemente ser; existir en los espacios abiertos como este le encantaba. Nadie cerca gritando o diciendo bobadas que lo distrajeran. No pensaba en nada en particular, simplemente respiraba y sentía la luz del sol colorear lentamente su piel. Todo era paz.

Hasta que sintió una hoja de papel suavemente posándose sobre su rostro.

Abrió los ojos en sorpresa, ¿de dónde había salido eso? Obtuvo su respuesta al tomar el papel y alejarlo de su cara, para luego mirar alrededor. Allí estaba él, el chico de mejillas regordetas; de rodillas y recolectando lo que eran varias hojas iguales a la que Minho sostenía en su mano. Dibujos, una hoja que parecía ser una tarea, otra que se veía como un resumen, y más, muchos más dibujos.

Ja, ¿ahora quién se hacía amigo del suelo?

—Disculpa, Jisung, ¿verdad? — algo receloso, Minho decidió levantarse e ir junto a él, para ayudarlo a levantar todo. El menor levantó la mirada lentamente, evidentemente sobresaltado por la voz no conocida. Frunció el ceño al ver que el mayor tenía en sus manos varios de sus papeles.

—Sí... ¿Y tú eres...? —Jisung apartó de su cara un par de mechones que no le dejaban ver. Sus ojos hicieron un recorrido entre la cara del mayor y sus manos.

—Lee Minho, es un gusto conocerte —esbozó la mejor de sus sonrisas, no consiguiendo una gran respuesta del contrario.

—Ah, sí... —los ojos de Jisung se clavaron fijamente en las manos de Minho hizo un pequeño movimiento con su mano, se debatía entre pedirle que le devolviera sus cosas.

—"¿Ah, sí?" ¿No se supone que respondas "también es un gusto conocerte"?— su sonrisa se convirtió en una burlona, simuló hojear los papeles que había recolectado con interés.

—Tal vez no es un gusto conocerte —Jisung rodó sus ojos y se decidió por extender una mano al que se hallaba de pie— ¿Podrías devolverme mis papeles... Minho?

—Ja, eso no te lo creo. ¿Por qué no sería un gusto conocerme? —se inclinó hacia delante, acercando sus rostros— Ni mi nombre pareces recordar bien. ¿Qué te parece si te invito a un café y vemos si al final logras acordarte? —el contrario soltó una risa burlona y Minho se insultó por dentro. ¿De dónde había salido esa confianza? Bueno, ya lo había empezado, ahora debía terminar.

—Ajá, ¿y por qué debería hacerlo? Creo que ya te diste cuenta de que no me caíste bien, principalmente porque no me das mis hojas.

—Y yo creo que no te los devuelvo hasta que aceptes —Minho soltó una risita y comenzó a guardar en su mochila todos sus dibujos.

—Mira Minho, perdón, en serio, pero realmente necesito que me devuelvas esos papeles —suspiró y miró al mayor con súplica. Sintió un leve picor en sus ojos que comenzaba a nublar su visión debido a la frustración que sentía.

—No parece ser tan importante, ya que no quieres salir conmigo.

Estoy preparada para recibir sus sillazos por no actualizar jaja :)))

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2022 ⏰

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