Prólogo.

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PRÓXIMAMENTE.

La brisa soplaba suavemente en el vecindario. El joven Jungkook miraba con sus tristes ojos a través de la ventana con una mano en su mentón. El sol se ocultaba una vez más y su corazón decaía. Podía observar como los niños volvían a sus casas después de jugar en la plaza, a los pájaros y su dulce canto desaparecer y a las luces encenderse dentro de los hogares. Pero aquella hermosa vista la tenía desde hacía tiempo, ver todo aquello no hacía más que ponerlo aún peor.

Hace un par de años se sentía muy aburrido, la rutina lo acababa poco a poco y la monotonía lo hacía sentir mal. Como si estuviera perdiendo sus días, malgastando y desperdiciando tiempo valioso.

Se suponía que esta edad estaba llena de emociones y momentos. La gente le decía que era una edad que te marcaba y nunca volvería. Pero estaba en sus plenos 17 años y su vida era la cosa más aburrida que había existido a su parecer. Incluso un caracol era más interesante de ver que su vida.

Quería explorar, conocer, sentir y ser feliz. Él anhelaba experimentar todo aquello que sentía el resto, sentir el amor, la amistad e incluso el enojo. Quería tener alguna pasión. Pero no podía, no tenía tiempo para aquello y no sabía hacer amigos debido a su gran timidez.

Si tan solo tuviera alguien que me ayudara. Como un padrino mágico o algo así... pero esas cosas no existen.

Suspiró y decidió agarrar su libro y su carpeta para hacer las tareas. Le iba bien en el colegio, como no tenía nada mejor que hacer, se ponía a estudiar y gastar su tiempo en eso. Una vez terminó y cenó, regresó a su habitación para apagar la lámpara de su mesita de noche y se acostó. Una última vez miró el cielo estrellado, con una gran luna mirándolo desde su soledad.

La luna y yo no somos tan diferentes. Ambos estamos rodeados de muchas luces, pero tan lejos a la vez...

Un suave suspiro salió de sus labios y cerró sus ojos lentamente.

Del otro lado de la ventana que Jungkook había mirado unos momentos atrás, resplandecía una luz amarilla. Era como una estrellita, revoloteaba y explotaba de repente, haciendo polvos que brillaban y aparecían aún más.

Jungkook no tenía idea de que sus palabras habían sonado con tanta fuerza y sentimiento, que habían logrado llamar a un ser especial. Él creía que su vida ya no tenía salida y que no podía hacer nada más, pero no sabía que su aventura apenas estaba comenzando

 Él creía que su vida ya no tenía salida y que no podía hacer nada más, pero no sabía que su aventura apenas estaba comenzando

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Contiene:

Fluff.
Fantasía.
Jikook.
Homosexualidad.

7 p.m ▪ JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora