I KTFB OF A Boy. [Jikook]

I'm A Boyfriend Of A Boy.

O bueno, al menos eso fue lo que creí hasta que Jungkook rompió a reír. Lo cual me hizo verle atentamente sin comprender absolutamente nada, ya que su frase me había dado un muy mal ahugurío.

— No puedo creer que se me haya pasado por completo.— dijo Jungkook apoyándose en la puerta.

Parpadeé.

— Pensé que estabas enojado.

— ¿Por qué lo estaría?

— Bueno porque, no nos cuidé.

Jungkook sonrió con los labios apretados e inclinó la cabeza ligeramente, me sentí evaluado completamente, aunque no de la manera que normalmente esperaba, pues sus ojos nunca bajaron más alla de mi cara.

— Yo también tuve parte de mi culpa.— asintió.— la responsabilidad no recae solo en ti.— se lamió los labios y pasó de tener una sonrisa ligera a mostrarme una sonrisa completamente nueva. Llena de lascividad.— Además, ¿cómo podría enojarme contigo cuando me has dado la mejor follada de mi vida?

Boqueé sin saber qué decir, pues Jungkook me había dejado sin palabras. Nunca había sido tan directo conmigo, por lo que me provocó una carcajada.

— Tú sí que sabes cómo ser encantador.

Jungkook sonrió enormemente con las mejillas ligeramente sonrojadas, pero sin sentirse avergonzado en lo absoluto. Lo ayudé a limpiarse y cuando nos pusimos la ropa, no me resistí a ayudarlo a vestirse al ver la ligera mueca que hizo de incomodidad al subirse los boxers, y yo no pude resistirme a acercarme y bersarlo hasta que nuestros labios quedaron hinchados.

Y hubieramos seguido de no haber sido por el sonido de un celular sonando que nos obligó a separarnos; era mi celular, más especifico Yoongi que me estaba llamando.

Casi me da algo cuando vi la hora en mi teléfono y descubri la razón de su insistencia, pues teníamos presentación de proyectos finales y para variar iba retrasado.

Nos terminamos de acomodar la ropa y salimos de los vestidores a prisa con cuidado de que no nos viera nadie.

Por suerte para Jungkook y para mí, salimos ilesos y llegamos antes de que el maestro pisara el salon de clases.

Claro que por mi parte me llevé miradas acusatorias de mis amigos, pero logré salvarme hasta casi una hora después de su interrogatorio, porque el maestros llegó y no tuvimos tiempo para hablar.

Lo cual agradecí y me preparé mentalmente para la avalancha de preguntas que me esperaban, y aunque no me equivoqué sabía de cierta manera que tanto Yoongi como Jin habían sacado ya sus teorías después de la plática de la mañana y mi desaparición de casi una hora.

Por lo que su interrogatorio no fue tan extenso como había esperado, sin embargo el gusto me duró muy poco cuando llegué dos semanas después a la escuela con un chupetón en el cuello que no pude esconder por mucho que intenté acomodarme el cuello de mi camisa.