Atracción Fatal (Adaptación) Kookmin

Capítulo uno

Un día de viaje y por fin baje. Estaba tan cansado que por más que en California faltaban tres horas para el anochecer, ya tenía demasiado sueño y sentía que iba a dormirme aquí parado. Bajaron mis maletas y junto a ellas, me dirigí hacia la parte del aeropuerto donde se recibe a la familia, amigos, etc.

Fui caminando en aquel piso brillante hasta que pasé unas enormes puertas junto a otras personas. Algunos se despedían de sus familiares con lágrimas en el rostro, otras lagrimas eran de alegría por la llegada de los ingleses. Sonreí al recordar a mi madre, seguramente si fuera ella, ya me estaría llamando y preguntando donde estoy y como estoy vestido. Hice un par de metros más y escuche mi nombre, voltee y ahí estaba. El hombre que me dio la vida caminando hacia mi como si fuera la primera vez que nos conocíamos y junto a él, su esposa.

- ¡Bienvenido, querido!- dijo la mujer.

El hombre elegante frente a mis ojos se quedó mirando fijamente, estaba esperando el abrazo o algo parecido, pero solo recibí un apretón de manos y un beso cálido en la frente. Típico de mi padre. La señora de largos rizos, si me abrazo, pero se separó de mi rápidamente. Mi cara no era de buenos amigos, tenía ganas de volar de nuevo a Londres y olvidarme de esta parte de mi vida, excepto de mi madre. Mi padre tomo mis cosas y nos fuimos al auto, era hora de llegar a la casa donde viví parte de mi vida.

Por cierto, y antes de que lo olvide, mi nombre es Park Jimin y tengo 30 años. Mi vida es como casi la soñé, con la diferencia que en ella estaba mi madre, pero lamentablemente ahora no puede estar conmigo. Tengo que seguir adelante a pesar de eso, más debo soportar la relación de mi padre con esta mujer y, algo importante que había olvidado por un segundo en mi hermosa vida, era que tienen un hijo al cual nunca quise y no voy a querer nunca. Bufe. Sentía que estando en el asiento de atrás del auto de mi padre escuchando las cosas que decía, y bufando por tener que ver a mi medio hermano después de tanto tiempo, volvía a tener trece años de nuevo.

Llegamos a la casa y ayude a papá a bajar las cosas. Él iba contándome todas las reformas que hicieron y la habitación que era mía, en el mismo lugar que siempre, pero un poco más grande y pintada de otro color. El verde con posters de distintas bandas de rock ya no era para mí con 30 años de edad.

Le conté acerca de Londres y de Soo, mi futura esposa. Él estaba contento de que dentro de unos meses iba a conocer a la persona que amo y con la que pasare el resto de mi vida.

Entre, la casa por dentro seguía igual, pero a la vez diferente. Cambiaron todos los colores de las paredes y algunos muebles. Pude ver en el living, una foto de mamá sobre la mesa donde estaban todos los porta retrato de nuestra vida. No puedo creer que la mujer de rizos haya dejado esta foto aquí.

-Tu madre es un ángel entre nosotros, cariño -Dijo la mujer

-Sonriendo-

Antes de seguir, ella es Lee Minyi pero actualmente "Park Minyi", mi padre fue infiel a mi madre con esta pobre diabla. Ella seguro se casó con mi padre por su fortuna, nada más. El amor no existe en este tipo de situaciones y mi padre se dejó enamorar por ser una chica seis años menor que mi madre y le dio la oportunidad de ser padre de nuevo. Increíble ¿No?

La cocina si era totalmente nueva, todo era un lujo, interesante. Hasta agregaron una barra con una madera lujosa. Hermosa la verdad debo admitir.

-Ven, te diré dónde está tu habitación -Dijo mi padre y tomo las valijas-

-Agarre un bolso y subimos-

-Tu madre estaría orgullosa de ti, Jimin

-Lo sé, papa -Dije sonriendo-

-Bien es aquí

Al terminar de subir las escaleras pude ver un pasillo que llegaba una sala de estar, donde había una tv enorme, sillones, una pequeña heladera y parlantes para escuchar un poco de música. Papa dijo que Minyi hizo esto para cuando su hijo trae a sus amigos locos de fiesta. Genial, voy a tener juventud por todos lados cuando quiera dormir a las tres de la mañana. A un costado había otro pasillo que tenía cuatro puertas. Una era la habitación de mi padre, otra la habitación de su hijo, otro el baño y la del fondo era mi habitación. La puerta estaba pintada de un hermoso marrón caoba, me gustaba. Entre y las paredes eran azules, era un azul tan hermoso que me quede anonadado. Me fascinaba.

Deje los bolsos en mi cama, mi papá se retiró para darme privacidad. Tome una ducha en mí, fantástico y lujoso, baño personal. Me envolví en una toalla que amarré alrededor del dorso y sequé mi cabello húmedo para llamar a Soo.

-¿Cómo está el amor más grande de mi vida? -Dijo ella

-Riendo- Seguramente aburrido de estar aquí sin ti.

-Pero llegaste hace dos horas

-Y ya me quiero ir -Dije y me senté-

-¿Ya viste a tu hermano?

-Amor, no es mi hermano, es mi medio hermano. Y por suerte no me lo cruce -Deje caer la toalla-

-Tranquilo amor, es solo por unos meses luego volveremos a Londres a ser felices por siempre

-Ya no veo la hora de que llegué ese día -Comencé a vestirme como podía-

Hablamos por dos horas y luego ella tuvo que irse a trabajar. Termine de peinarme y baje a comer algo con mi padre y su esposa. El niño ni siquiera fue capaz de aparecer y en la mesa no se hablaba de él, era obvio que se llevan mal o que realmente él no me quiere ver. Me importa muy poco, que haga lo que quiera, que se quede encerrado en su habitación todos estos meses. Y así me hace un gran favor.