MY GOOD BOY (18+)

CAPÍTULO 2

Después de varias horas, la joven fue recobrando el conocimiento lentamente. Abrió los ojos y se encontró extrañada por el lugar. Empezó a recordar, la noche anterior tuvo una pelea con una mujer en un bar. La tipa se molestó porque supuestamente ella estaba coqueteando con su enamorado. En parte era cierto, bueno, su enamorado era el que le echaba miradas. 

El alcohol no ayudó mucho en su rendimiento en la pelea y obviamente la otra mujer se aprovechó de ello. No recuerda cómo terminó en el hospital, se acomodó en su sitio y sintió un dolor en la mano. Al parecer se torció la muñeca.  

De repente, la puerta se abre. El doctor se adentra en la habitación y de la manera más natural revisa a la joven. Un hombre está parado cerca de la puerta, nota cierta ansiedad en su cuerpo. Se parece a alguien familiar, pero de espaldas no puede verlo en su totalidad.

-Bien, fue una torcedura en la muñeca izquierda. Deberá tomar los medicamentos que le he puesto en la receta médica. No haga esfuerzos físicos por un mes. Deberá descansar y ...no meterse en líos.-Dijo seriamente el doctor.

-Sobre todo eso.-dijo una voz masculina.

-Kyung... -Susurro

-No se preocupe doctor, yo mismo me encargaré de ella.- Su voz se escuchó levemente grave.

El hombre de bata asintió -Bueno eso es todo. Me retiro, que tengan buen día.-Sale de la habitación.

Ella seguía en shock, su mirada recorrió el cuerpo del hombre. Había cambiado mucho. Era más grande, sus hombros no eran muy prominentes pero eran simétricos con el resto de su cuerpo. Su rostro mostraba dureza, el ceño fruncido mirando hacia la ventana. Ya no estaba la mirada inocente, hasta podía sentir dolor cuando él la miró por un momento. Su piel se mantenía blanca, le traía tantos recuerdos, que en estos momentos deseaba rememorar, pero sabía que era imposible. 

Kyungsoo buscaba ocultar cualquier sentimiento de inseguridad. Su cuerpo se sentía débil ante ella. Recordó el día en que fue y se valió de ello para evitar caer nuevamente ante Hanna Además él estaba comprometido.

-Estás mal.- afirmó

-Sí, pero mejoraré. —Respondió tranquila- No es tan grave.

-Debes estar preguntándote qué hago aquí.

-La verdad...sí.

-Mi madre antes de morir, me pidió que te busque. Debo cuidar de ti hasta que tengas un trabajo y...no te metas en más problemas.

-Tu mamá murió?  Clara?- incrédula pregunta - ... No puedo creerlo. La vida es injusta. Primero mi madre y ahora la tuya. Lo siento, hubiera querido estar ahí.

"Pero no lo estuviste. Me abandonaste. "-respondió en su cabeza.

-Debo llevarte a casa. —sentenció.

- No. No me iré contigo. No te preocupes por mí. Voy a estar bien.

-¿Cómo vas a estar bien? ...Por lo que sé,  actualmente no tienes trabajo. Y ahora que estás mal. Debes venir conmigo- no sonaba completamente seguro de lo que decía. Debía cuidar de ella. "Solo será un corto período" se repetía a sí mismo.

-No te preocupes. Me las arreglaré... ¿Cómo sabes que no tengo trabajo?-replicó.

-Llevo tiempo buscándote. —Soltó serio.

Esa simple frase la lleno de esperanza. Quizás él aún sentía algo por ella. Sonrió para sus adentros.  Y disimuló su alegría, aquello significaba mucho paraHanna.