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16 de marzo 2015

Mi madre me despierta a las 7 am, primer día de curso "para admisión a la preparatoria"
  - Quién necesita eso? -pensé-
Me levanté, desayuné y me apresuré a salir para llegar a tiempo; en la parada ya me esperaba mi mejor amiga para tomar el autobús.
Llegamos al curso, todo era normal, un salón con aproximadamente 40 alumnos, 40 nuevos desconocidos... entre ellos un chico alto, de cabello rizado, con una sonrisa radiante y una voz inolvidable.
Llegó el momento del pase de lista, ese chico de cabellos chinos que se sentaba enfrente en la segunda hilera tenía por nombre Javier Galván, quedé hipnotizada con ese chico, tanto que no respondí -presente- cuando el profesor mencionó mi nombre. Me levanté de mi asiento y me acerqué al profesor
  - Profesor, una disculpa, no escuché cuando mencionó mi nombre.
  - Que chiquilla tan despistada, dime cómo te llamas y regresa a tu lugar.
  - Fátima Robles -respondí-
  - Listo, ahora siéntate y pon atención.
Escuché unas cuantas risitas al fondo del salón, pero eso era lo de menos, el chico alto ni siquiera me prestaba atención.

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