Unos cuantos tragos bebidos para desatar penas no hacen daño.
Mientras cargas con problemas y con miserias, hundiendote a cada instante ¿Una salida al bar lo puede arreglar?
Aquella chica parecía buscar la misma solución que yo, un choque de shots d...
Al principio no recibí respuesta alguna, Tzuyu estaba sentada en un sofá-cama de la terraza, viendo el cielo estrellado.
Sonreí por ver su tranquilidad, parecía que la estaba buscando hace mucho.
Me dirigí a un mueble de madera y saqué dos copas, junto a un vino tinto que aún guardaba.
Regresé hacia la terraza y puse las copas y la botella en una pequeña mesita redonda, Tzuyu estaba fumando.
"¿Fumas?" Pregunté algo sorprendido.
Asintió, me extendió la cajetilla y saqué uno, ella ya había consumido uno, así que saqué otro para ella.
Eran tiernos incluso, ya que la zona de filtración era de color rosado.
Lo puse en mi boca y ella hizo lo mismo.
Saqué mi zipo y prendí su cigarro, ella agradeció, yo hice lo mismo y di mi primer toque.
Tenían un sabor a cereza bastante notorio.
Dejé sacar el humo y éste se esfumó con el aire que había en ese espacio.
Aunque en si era época de verano, el clima era cálido y agradable.
Mi cigarro lo dejé un momento en el cenicero, con cuidado de que no se cebara.
Y serví un cuarto de porción de vino en las copas.
Sabía que a ella le gustaba, asi que no había problema.
Los dos le dimos un sorbo, aunque yo empecé a esparcir un poco de vino en mis labios para que el sabor se notara más y no fuera tan homogéneo.
A este punto nadie había dicho nada, solo seguíamos mirando el cielo, bebiendo en pausas y fumando en otras.
Tzuyu se había cambiado de ropa, ahora traía un short de mezclilla y una blusa roja con pequeños adornos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Decidí abrir una pequeña plática, pero "pequeña" fue lo menos recurrente.
"Empecé a tomar tres días después de que salí del hospital, a Sana no le gustaba que yo tomara, y cuando lo empecé hacer prometí que pararía hasta que me recuperara de su muerte.
Lo que pasó es que...
Nunca me recuperé.
Por eso no falta un fin de semana que no vaya a tomar" Comenté jugando con mi copa.
"¿Todavía lo recuerdas?" Cuestionó Tzuyu.
"Recuerdo cuando desperté, miles de aparatos me monitoreaban, cuidando de mi salud, eso era lo último que quería que hicieran, quería morir en ese instante" Dije entre una pequeña risa cansada.
"¿Y por qué no acabaste con tu sufrimiento?" Añadió Tzuyu ahora mirándome.
"Recordaba que el arrebatarle una vida pueril a un niño es acabar atado al cuello por el resto de tu vida, prácticamente ya estaba sentenciado, solo espero el día, aún no quiero que el día me espere a mi" Respondí sobando mis labios con mi dedo índice.