Izuku I

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—Si alguien me hubiera dicho hace más de diez años, que hoy estaría en esta boda recitando un discurso, lo habría mandado a l-lo que sea—comienza Katsuki, casi incómodo, armado solo con su traje de etiqueta y una copa de champaña entre los dedos.

—Pasaré a lo importante —sigue.

»—Cuando este tipo se acercó a mí hace un par de meses y me pidió que hablara en su boda, me vi obligado a aceptar la oferta. Sí. Aunque sea una mi-increíble para todos, no pude negarme a todo... esto.

»—Un buen número de ustedes sabe que cuando lo conocí a nuestros quince años, no me agradaba. De hecho, lo consideraba un completo imbécil. Él lo sabía, claro, porque sentía lo mismo con respecto a mí por más que quiera negarlo ahora.

»—Pero, aún con todo eso, pueden ver que somos buenos amigos desde hace años y es mi deber como tal, hacerle saber algo a la mujer que ahora es su esposa, y de paso, a todos ustedes ext- también.

»—...Momo, sé de primera mano, que casarse contigo es una de las decisiones más inteligentes que él ha tomado hasta ahora, y sé, que a pesar de lo que muchos puedan pensar, también fue una buena decisión que lo hayas elegido a él por algo más que solo su estúpida apariencia principesca.

»—Tú y yo sabemos que él puede ser muchas cosas: aburrido, dramático como ninguno...pero es terriblemente directo en todo aspecto de su vida, incluso si llega a ser malditamente molesto por ello. Y aunque pueda parecer demasiado incómodo a veces, la verdad es que es un maldito bebé blando y asquerosamente dulce cada vez que te mira o habla de ti.

»—También sé por buenas fuentes, que Momo es suficientemente capaz de complementar y apoyar a este idiota. Lo que está bien, porque significa que serán capaces de entenderse, respetarse, cuidarse y toda la mierda que hace una pareja. Y por muchísimo tiempo. Por lo mismo, yo sería un imbécil –y cualquiera de ustedes, de hecho- si no creyéramos que son una buena pareja.

»—Sé que pudo haber un tiempo en que ustedes dos tuvieron dudas estúpidas sobre su compromiso, pero estoy malditamente seguro de que podrán seguir haciéndose tan felices como hasta ahora. Mierda. He visto su relación crecer muy de cerca –aunque no quería-, así que...para librarnos de todo este sentimentalismo incómodo de mierda, voy a terminar con esto de una maldita vez.

»—Ya saben que no soporto la idea de alargar toda esta basura...Asi que, ámense como se debe por el resto de sus putas vidas ¿escucharon?, y aniquilen cualquier mierda que se atreva a cruzar su camino ya que no lo haré por ustedes idiotas.

»—Y ahora, vamos a hacer un maldito brindis por estos dos.

»—¡Por los malditos novios o lo que sea!

"Por los novios..." se oye de fondo, en tono más bien dubitativo.

—... ¡P-por los novios!— la voz nerviosa de Izuku se une al coro de dudosas voces tras oír el discurso.

Inmediatamente después, tiene que beber un largo trago de su champaña esperando que ayude a liberarlo de la tensión acumulada. La mirada que Endeavor le está dando a Katsuki no es de agradecimiento, precisamente. Es que no se puede decir que aquel hubiese sido un discurso convencional. Pero, ¿cómo esperar que algo convencional salga de la boca de Katsuki aunque fuera en una boda? En principio, fue idea de Izuku que Katsuki diera un discurso esta noche. Una idea lo suficientemente mala, por cierto, si las expresiones cada vez más desconcertadas de los invitados al escuchar al otro significaron algo. Solo sus antiguos compañeros de la U.A. y compañeros de trabajo habían podido sonreír un poco al escucharlo.

El Trato [Bakudeku-Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora