El Dúo Perfecto| Jotakak

El encuentro musical

Después de una pesada práctica junto con su compañero pianista, se pusieron de acuerdo los dos en por lo menos encontrarse en su escuela y poder aclarar unas dudas de acuerdo a la partitura que les acaban de entregar.

Noriaki caminaba con tranquilidad con su característica tela blanca colgando en sus hombros enrollandose en sus brazos, teniendo su estuche de violín cargado junto con sus maleta escolar tarareando en su camino a casa sin prestarle atención a las personas que le miraban; al llegar a casa fue recibido por su madre con una enorme sonrisa mientras el abrazaba a su madre en forma de saludo y después se adentró llendo hacia su habitación tirándose en su cama poniendo sus cosas a un lado (sobre todo el violín que lo dejó con sumo cuidado en un lugar seguro).

Perdido en sus pensamientos, pensaba una y otra vez en cómo podría resolver sus problemas con el moreno de una vez por todas en vez de siempre preocuparse de decir cualquier estupidez y no arruinar su pequeño compañerismo mutuo - Eres un fastidio Jotaro Kujo - dijo mientras suspiraba con cansancio y fue llamado a comer con su madre lo cual fue sin chistar.

- Y ¿Cómo te fue Nori? - preguntó su madre alegremente mientras comía junto a su hijo.

Noriaki solo suspiraba pesadamente mostrándole una pequeña sonrisa - Las prácticas son como siempre mamá, no es del otro mundo además me dieron una nueva partitura hoy - dijo mientras agarraba una cereza de su postre y empezaba a jugar con ella gustosamente.

- Oh!~ Entonces estás emocionado? Vas a tener un solo por fin? - decía sonriente la señora mientras reía un poco al ver a Noriaki jugar con la cereza pero este paro derrepente comiéndose la cereza.

- Bueno, se diría que sí, pero estaré en compañía de un pianista - bufó un poco molesto mientras masticaba aquella cereza.

- Oh cariño, no seas así, tarde o temprano podrán resolver sus indiferencias, además parece que por ser trabajo en equipo podrán convivir más y tal vez llevarse mejor - sonrió mientras acariciaba dulcemente la mano de su niño para darle ánimos lo cual lo logró a medias.
Noriaki solo respondió con una media sonrisa, le dió un beso en la mejilla a su madre por agradecimiento y se fue a su habitación a terminar sus deberes y así tal vez poder leer la partitura.

~~~~~~~~~<Día siguiente>~~~~~~~

Noriaki había amanecido como siempre a una buena hora para poder comer tranquilamente y poder caminar sin prisas hacia su escuela solamente con su maleta escolar que llevaba adentro su partitura para poder discutirla con Jotaro cuando se encuentren.

Mientras iba en el camino notó de lejos que Kujo estaba rodeada de varias chicas como siempre su "club de fans" o como Jotaro les decía "perras escandalosas", algo que no le gustaba a Noriaki ya que simplemente les gritaba a las chicas pero lo que más le enojaba es que esas chicas nisiquiera se enojaban, no....ellas se alegraban por que Jotaro "les habló".
Dejando de lado ese pensamiento mientras bajaba las escaleras se acercó a Jotaro a solamente saludarle pero grande fue su sorpresa que le devolvió el saludo y aprovechando que estaban los dos intercambiaban sus ideales respecto a la misma partitura hasta llegar al colegio y tomar caminos separados por ser de ciclos y salones diferentes.

El pelirrojo al no ser tan sociable se encontraba debajo de un árbol dibujando el paisaje que tenía en frente mientras tarareaba una y otra vez la pieza musical que escuchó hasta el cansancio para memorizarla de pies a cabeza y no perder el tiempo con Jotaro para poder entender lo que estaba escrito en el papel, pero no se percató que el chico pelinegro lo estaba viendo desde lejos en su escondite fumando un cigarrillo - Interesante....- fue lo único que murmuró para después irse a la biblioteca a leer sus libros favoritos de biología marina.

Las clases y el receso habían pasado rápidamente para ambos chicos para después encontrarse en la salida y tener un silencio incómodo entre ellos dos que duró no más que dos minutos.

- Y... ¿Donde vamos a poder ir a practicar? - Pregunto el de uniforme verde rompiendo el silencio estando aún ahí parados uno al frente del otro.
- Iremos a mi casa, así podré usar el piano cómodamente y como vives cerca mío no creo que sea problema para que puedas buscar tu violín, cierto? - lo mira inexpresivo dejando al otro chico con la boca abierta y desconcertado.

- Espera, como sabes que vivo cerca tuyo? Jamás me te he hablado de la ubicación mi casa y mucho menos voy a saber en dónde vives tú - decía con algo de molestia mirándolo a los ojos

El ojiverde solamente suspira mientras se tapa el rostro con la visera de su gorra mientras murmura un "Yare Yare Daze" - Le pedí la ubicación a Polnareff espero no te moleste - solamente se gira empezando a caminar hacia su hogar mientras que era seguido por un Noriaki no muy contento por invadir su privacidad y más por pedirle información a alguien más sin su consentimiento.

Vaya días que les esperan a ellos dos.