🦋•~Escena 2~•🦋

186 21 1
                                    

(Narrador)

Esta vez sí atrapaste un pez grande Karma_ dijo el hombre de cabellos negros y ojos dorados a su hijo.

¡Ahora todo lo que tienes que hacer es enrollar el hilo!_ dijo la mujer de hebras rojas.

De por sí tengo los nervios enrollados, madre, ¿la señorita Okuda no debería casarse un un lord o algo así?_ respondió/preguntó el joven con fastidio.

¡Oh, tonterías!, somos tan buenos como los Okuda, siempre supe que merecía más que ser la esposa de un pescador_ aseguró la señora.

Pero ni siquiera he hablado con ella._ habló de nuevo el chico.

Bueno, al menos tenemos eso a nuestro favor_ burló su madre.

*¡¡Cogh Cogh, Cogh Cogh!!*

¡Ryouma!, ¡Ya deja de toser!_ bramó irritada.

(Con los Okuda)

El matrimonio es una sociedad, a veces das y a veces pierdes; uno diría que con vivir con nosotros, ella ya debería saberlo, debemos hacerle aprender; por eso todo tiene que ser perfecto, hasta la más mínima cosa debe salir de acuerdo al plan._ dijeron los Okuda casi cantando.

*¡¡Deeng Doong!!*

El mayordomo fue a abrir la puerta, no sin antes dar una rápida limpiada a las barandas de la vieja escalera.

¡Párate bien, mira como luces, pareces muerto de hambre!, ¡¿Acaso quieres que--..., ajajaja, ¡Oh por Dios, que majestuosidad de casa!, ¡Qué gusto tan impecable!_ halagaba la pelirroja._ espléndido, ¿no es cierto?

No es tan grande como nuestro hogar, querida._ respondió el señor Akabane._ De hecho, luce deteriorada.

Cállate._ la mujer le pegó con el abanico de marca que traía.

Lord y lady Okuda, el señor y la señora Akabane._ los presentó el mayordomo.

Usted debe ser la señorita Manami, ¡Vaya! Luce como toda una jovencita~_ dijo el pelinegro mayor al ver a mujer de cabello negro, cosa que su esposa tomó como burla y le volvió a dar con el abanico._ Bueno casi..._ susurró.

Sonríe querido, sonríe._ susurró la mujer a su pareja de cabello morado.

Encantado, es un placer recibirlos aquí._ dijo mientras hacía un esfuerzo inútil por sonreír.

Ajajo, ¡Gracias!_ soltó la pelirroja mientras se abanicaba.

Tomaremos el té en el salón principal, síganme, es por aquí._ informó la amargada mujer.

Me encanta el estilo que escogieron, ¿quién es su decorador?_ soltaba la creída señora Akabane, la verdad no le gustaba en absoluto lo lúgubre que era la mansión, pero ansiaba el título que poseía la familia, así que los halagaba sin cesar.

El muchacho puso los ojos en blanco ante el comportamiento de su madre, y mientras esta se iba junto a los Okuda, él se fijó en un piano con un pequeño florero en frente.

.
.
.
.
.

Holi, volví con esta historia, creo que antes ya había comentado que se publicaría por escenas, así que los capítulos no serán muy largos.

Sin más que decir.

Łøş āmā, Mīđøřy 💋.

El cadaver del NovioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora