¦ Lee Minying ¦
Caminaba tranquilamente por la estación de policía mientras tarareaba una canción hasta que noto a Eun-Sup y Shin-Jae a unos pasos, pero Eun-Sip tenía la chaqueta de Yeong y Shin-Jae el celular así que me acerco rápidamente quitándolo de sus manos
-Eso no te pertenece *le Sonrío burlonamente
-Minying, dame ese celular.... Hay algo raro
-Qué de raro puede tener el celular de Eun-Sup?
Intento salir de ahí con el celular pero el chico fue más rápido tomando mi cintura acercándome a él quitando el celular de mi poder
-Quietos *Dijo seriamente sin soltarme y volteó hacia Eun y desbloqueó el celular con el reconocimiento facial haciendo una mueca al ver la foto de fondo*
-Veras el rey Arturo volvió y nos tomamos esa foto
-Asumamos que te creo....solo quiero saber, donde esta ese desgraciado
-Hey! No lo llames así *dije a la defensiva, Gon era mi hermano y solo yo tenía derecho a hablarle feo... Nadie mas podía hacerlo*
-Lo conoces? *dijo molesto viendome y apretando levemente el agarre en mi cintura haciendo que hiciera una mueca de dolor* y porque te pareces tanto a él?!
-Está en un hotel! Es una habitación reservada a mi nombre!!! *Dijo nervioso Eun-Sup tratando de quitarme del agarre de Shin-Jae ya que era demasiado fuerte* ya sueltala!
-Ustedes dos van a llevarme hasta donde está y no pienses intentar avisarle *dijo arrebatandome el celular de la mano cuando notó que estaba apunto de desbloquearlo*
Al salir de la estación nos subimos al auto de Shin-Jae y Eun-sup lo dirigió hasta el hotel, al llegar este rápidamente pidió una llave de repuesto dejando que Shin-Jae subiera a la habitación
-Por qué tenías el teléfono de Yeong? *digo mientras veía a Eun-Sup bastante nervioso*
-Yo solo quería tomar el abrigo pero cuando toqué la bolsa en el trabajo me di cuenta que estaba ahí!! Juro que no era mi intención
-Bien... Tranquilo..... Espero que Yeong esté ahí... Si eso es correcto, el único que estaría en peligro es Shin-Jae *Suspiro levemente pero luego me levanto rápidamente* Shin-Jae!! Si pelea con Yeong seguro va a salir lastimado!!!
Ignorando completamente a Eun-Sup corro rápidamente hacia la habitación usando la llave de emergencias al entrar
-Yeong!! No lo mates!!!!! *digo fuerte al llegar al lugar donde estaban las luces encendidas encontrándome a Yeong sosteniendo el brazo de Shin-Jae y Gon viendolo atentamente*
-Lo conoces? *preguntó Gon mientras me veía*
-Si, es Shin-Jae... Trabajo con él
-En que estás metida Minying? *dijo levemente asustado Shin-Jae*
-En nada que deba interesarle *dijo Yeong soltando bruscamente el brazo del chico entregándole los papeles a Gon* Este individuo estaba revisando su habitación
-Sabía que querrías investigar sobre el emblema, pero no sabes de dónde es, verdad?
-Dímelo de una vez!
-Es mi emblema real
-No me vengas con estupideces! Solo eres un cretino sin papeles! *alegó acercandose a Gon por lo cual Yeong sacó su arma* el desgraciado tiene con que disparar?!........ Dígame quien diablos es y en qué mierda te metiste Minying!
-Si te lo digo... Me creerás esta vez? Te lo he dicho miles de veces
-No digas tonterías....... Si todo esto fuera verdad..... Donde está tu reino
-Muy lejos de aquí.... Para ser sincero, en otro mundo, Minying puede confirmar esto si no crees en mi.... Pero ya respondí todas tus preguntas, ahora es tu turno
-Quién eres? *preguntó Shin-Jae con los ojos llorosos viendome por lo cual me acerco a Gon* Y quién es él? De verdad son Lee Gon y Lee Minying?
-la teniente Tae-eul te cuenta ese tipo de cosas?
-Tae-eul lo sabía? *preguntó dolido viendome ante el comentario de Gon*
-Ella no te lo dijo? *preguntó confundido Gon*
-Shin-Jae! *digo preocupada deteniendolo cuando este se tambaleó*
-Los que lloraban..... Eran ustedes? De verdad lo eran?
Miró a Gon notandolo igual de confundido que yo, él había escuchado nuestros lamentos pero se suponía que él era de este mundo
-Respondeme, infeliz! *dijo Shin-Jae tomándo a Gon del cuello de su camisa*
-Sueltalo a menos que quiera morir
-Algo es seguro *dijo Gon* eres el motivo por el que debo regresar a mi mundo.... Parece, que soy tu rey