Naruto el caballero de pegaso

Capitulo 7: Reencuentro, ¿equipo de 8?

-Naruto y los demás habían llegado a casa bastante exhaustos, ya que no solo el cosmo que usaron tras usar sus técnicas maestras los dejaron demasiado cansados como para ir a festejar como es debido así que solo se sentaron en algunos sofás o en el caso de los rubios acostarse en los mas grandes, recordando que un caballero que no porta una armadura no solo se agota mas fácil si no que también es mas fácil que mueran por ataques mas fuertes y su cosmo energía es muy limitada, al portar la armadura no solo sus cuerpos están protegidos si no que también la cosmo energía es aprovechada al máximo, pero al tener en cuenta que solo pueden usar las armaduras para casos de que sea la voluntad de luchar por el amor y la justicia que juraron ante la deidad protectora de la tierra, solo se limitaron a suspirar rendidos, pero aunque esa sea la regla mas importante, la verdad no les importaba no usar sus armaduras, pero saben perfectamente que habrá casos en los que eso sera una desventaja si es un combate contra un caballero, un general marino, un espectro o uno de los 3 jueces del inframundo, el cual posiblemente solo sea ya solo un vació, ya que no solo entrenaron para el combate si no que también fueron instruidos en la historia de las guerras santas que ha tenido Athena durante la era del mito hasta la actualidad, pero Athena aun no cree que ella haya matado del todo a Hades y ella teme que en alguna parte del infinito universo alguna parte de su alma este vagando para recuperar fuerzas, o lo mas probable es que parte de su alma este descansando en el vacío que era anteriormente los muy nombrados, campos elíseos, pero solamente el tiempo dirá la razón, aun con todo eso, ellos saben que no importa que, o quienes sean los que los caballeros siempre estarán ahí para proteger a Athena y al mundo, y después de eso volverán al anonimato pero seguirán vigilando el mundo en las sombras, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el timbre de la casa se escucho, sin mas el menor de los 3 hermanos hijos del Hokage fue a ver de quien se trataba, al abrir la puerta notaron que era el Tercer Hokage y el pequeño de 7 años Konohamaru los cuales venían con un pastel que decía felicidades-

Sheik: abuelo Iruzen, que sorpresa que viniera aquí, ¿que hace a estas horas de la noche en nuestra morada?

-respondió dándole paso a el viejo Hokage que entro relajadamente con su nieto quien miraba a esos 3 niños, el Tercer Hokage le había platicado que cuando ellos tenían su edad cuidaban y jugaban mucho con el en la casa del viejo Iruzen, así como de un nuevo hermano se tratase-

Iruzen: ¿no es obvio?, quería felicitarlos por su reciente graduación de la academia, y que mejor que con un pastel...

-mientras sonreía a los 4 jóvenes quienes estaban en sus lugares sonriendo para luego ver al pequeño Konohamaru-

Akani: ¿quien es el pequeño?... ¿acaso te llamas Konohamaru?

Naruto: vaya la ultima vez que te vimos era cuando teníamos tu edad actual, vaya que si haz crecido mucho desde la ultima vez jeje

Konohamaru: ¿enserio los conocí cuando aun era un bebe?

Sheik: así es, pero eras realmente muy pequeño como para recordarlo

-dijo frotando el cabello de el pequeño el cual solo se sonrojo de la vergüenza y levemente del enojo que le producía que hicieran eso, hasta que la Naruto tomo el pastel y le hacían sentar a sus invitados en 2 de los sillones que anteriormente estaban las chicas para luego empezar a repartir el pastel mientras hablaban de como aprobaron sin mucha dificultad, gracias a que los entrenamientos incluían teoría y conocimiento, así que trabajaron en eso por mas de unos 2 años enteros sin quitar los entrenamientos físicos y el uso y control de la cosmo energía, no solo eran guerreros que actuaban, si no que también desarrollaron una gran inteligencia, mas de la que ya poseían ya que ellos siempre ideaban planes brillantes para siempre hacer alguna travesura a el o a algunos de los Jounin que si consideraban a los 3 niños como amigos, incluso cuando los aldeanos los perseguían siempre encontraban un modo de escapar-