Teacher's pet | Justin Bieber.

02; hogar.

Capítulo dos: hogar.

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Winter abrió la puerta de su llamado hogar y entró cerrando la puerta detrás de ella. Llegaba de su nueva escuela y el primer día fue... ¿interesante y raro?

Ella no sabía como describir este día, pero su parte favorita definitivamente fue conocer a su profesor de matemáticas. 

Profesor Bieber.

Sr. Bieber...

Si, suena bien. 

En todas las escuelas a las que ella asistió nunca en su vida se encontró con un profesor como ese. Siempre eran viejos, de treinta años pero parecían de cincuenta o profesoras.

Por eso mismo ella iba hacer lo que sea para que no vuelvan a echarla y así poder conocer más a fondo a su profesor.

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Melisa odiaba llegar a su casa, por eso mismo ella es la chica de asistencia perfecta, pero eso no iba con sus calificaciones.

Llegar a casa y ver a sus padres discutir ,por lo que sea, era como ir derechito al infierno, porque, por cualquier cosa, Melisa tenía la culpa.

Por eso mismo Meliasa se encontraba parada a unos pasos de llegar a su casa. Ella desde pequeña hacía eso. Quedarse mirando la calle de su vecindario unos minutos solo para tardar más en llegar a su hogar.

Muchísimas veces trato de huir de ese lugar, pero donde fuera él siempre la encontraba. 

Huir de su casa era huir de él y eso no era fácil. 

Melisa colocó un mechón de su cabello dorado detrás de su oreja y soltó un fuerte suspiro. Ella disfrutó de los pocos segundos de tranquilidad y comenzó a caminar.

Oh, pequeña Melisa, lo que te espera al llegar a casa.

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Lily amaba sentir el aire en su rostro. Cerrar los ojos e imaginar que vuela por los aires y sentir tocar el cielo. Eso le fascinaba. 

Por eso mismo ella siempre baja la ventanilla cuando iba en el auto, sin importarle que lloviera.

Después de unos minutos de sentir el viento en su rostro el auto se detuvo y ella abrió los ojos. Lily miró su casa unos segundos hasta que sintió una mano apretar su muslo con delicadeza y ella mira esa mano, y poco a poco su vista fue subiendo por un musculoso brazo para encontrarse con el rostro de un chico.

Él le sonrió y acarició el muslo de la chica con suavidad.

—¿Te quedaste admirando el paisaje dulce Lily? 

Ella sonríe de lado y mira al chico sentado a su lado. Se inclina y deja un dulce beso en sus labios. Ella le dice un adiós y baja del auto. 

Escucha el motor y luego el auto está perdiéndose cuando dobla en la otra calle. Lily adoraba ir a su casa, le gustaba pasar tiempo con su madre y su hermana mayor, pero desde que se casó con ese hombre y luego su hermana se mudo a New York para ir a la Universidad, su adoración bajo.

Tener que estar en esa casa y verlo a él y a su madre abrazos o besándose con tanto amor se convirtió en una tortura diaria para ella.

Y más cuando ella se escapa de su casa para ir a alguna fiesta y casi al amanecer llegar a su casa y escucharlos tener sexo, eso rompió el corazoncito de la pequeña Lily.

Suspirando, ella caminó en dirección contraria a la de su casa. Necesitaba algo que pudiera hacerle olvidar que su madre se casó con el hombre del que ella estaba locamente enamorada.