En su mente se enmarañaban las ideas formando cadenas infinitas que desconcertarían al más brillante cerebro. Pensaba y pensaba y pensaba y pensaba y volvía a pensar.
Oh! Parecía que de repente todo comenzaba a cobrar sentido y aquellos montones de pensamientos alborotados se organizaban harmoniosamente dando lugar a la verdad suprema que tanto había estado anhelando.
Por fin comprendió que lo único, la única cosa del mundo que le apetecía pedirle al impaciente camarero, era un sandwich mixto. Y cuál fue su desesperación al enterarse de que se habían agotado las existencias y debía llevar a cabo de nuevo el mismo proceso de pensamiento que tanto le había costado. "Me es más fácil no salir de casa", pensó, momentos antes de echar a volar de vuelta a su nido.

ESTÁS LEYENDO
Relatos Para Pasar El Rato
Short StoryNo pretendo que mis relatos gusten. Son simplemente locuras que improviso. Buenas noches.