Como todas las tardes después de almorzar, Leonardo sale a jugar fútbol en el parque zonal, cuando llega ahí, se da cuenta de que sólo se encuentra a Nacho y un par de amigos más.
-Leo: Que hay carnal y ¿los demás?
-Nacho: Al parecer no van a venir, hablé con Nando y me dijo que se fueron a La Requena.
-Leo: ¡A la Requena! Son idiotas o que.
-Nacho: Yo también pensé lo mismo que tú, pero dicen que se fueron con alguien del lugar.
-Leo: El idiota de Arturo les está metiendo cosas a la cabeza, no me imagino que dentro unos días ellos también se comporten igual que él.
-Nacho: ¿Arturo? Ah de haber pasado muchas cosas en su primer día.
-Leo: Que ni te imaginas, cosas buenas y malas, pero más malas que buenas, empezando por que le tengo unas ganas de romperle la cara de ese tal Arturo, desde que entró al salón, ya se empezó a sentir ese aire desagradable.
-Nacho: No pues, tampoco es para que te caiga mal todo el mundo sin siquiera conocer bien a la persona, sabes que te conozco muy bien y sé que tu ere muy prejuicioso.
-Leo: Lo sé, pero esta vez estoy seguro que ese tipo no es para nada alguien de confiar. Es más, justo hoy día le di un puñete en la cara, quizás hubiera sido peor si no fuera por Lucia.
-¿Lucia? Significa que ya le conquistaste su bobo. —Dijo uno de los amigos de Leo.
-Leo: ¡Hey que pasa! Tranquilo Cabezón, todo paso a paso.
-Sí, claro, de aquí a una semana seguro que ya te la levantas.
-Nacho: Cabezón, será mejor que controles a tu primo, él todavía es un bebé para hablar de estas cosas.
-Jajá no se preocupen, el habla mucho, pero es más sano que huevo de codorniz. –Respondió el cabezón.
-Entonces si no va haber fútbol, lo mejor será que el cabezón y yo nos retiremos.
-Leo: Esta bien, ya váyanse.
LOS DOS AMIGOS SE RETIRAN…
-Nacho: Oye Leo, hablando enserio. ¿Tu y Lucia, como van?
-Leo: Se hace la difícil, pero tarde o temprano va a caer, vas a ver. Y lo tuyo con Miley ¿Cómo van?
-Nacho: Pues todo bien por el momento, el problema es Emilia, tengo miedo de que le haga algo a mi chica.
-Leo: Lo dudo, ya ha pasado más de una semana desde aquel suceso, lo más seguro es que ya se haya olvidado.
-Nacho: No sé hermano, la forma como piensan las mujeres da miedo.
-Leo: Hablando de mujeres, no sabes lo que te perdiste hoy, Rubí y la Rulos casi se agarran a trompadas, si no fuera porque yo intervine en ese momento.
-Nacho: ¿Raquel peleando? Vaya hermano eso es algo único. Como extraño a toda esa gente, las locuras que hacíamos, todo era una chimba haya.
-Leo: Si pues, pero tuviste que cagarla y justo a una semana de regresar al cole.
-Nacho: Lo sé, igual tarde o temprano se tenía que revelar lo mío con Miley, lo bueno es que ahora puedo estar tranquilo en el colegio de al frente y junto con mi chica, pero eso no deja de que yo sienta nostalgia por la gente de antes.
-Leo: Hermano, a veces cometemos las peores estupideces y no medimos las consecuencias, pero la vida sigue y hay que seguir adelanté.
-Nacho: Tienes toda la razón, bueno carnal, yo ya me tengo que ir que la flaca esta que me llama.
-Leo: Vaya con la china mi hermano y me la mandas saludos.
-Nacho: Eso hare.
Leonardo se va decepcionado del parque zonal sabiendo que está vez no hubo fútbol porque sus amigos prefirieron irse con Arturo a La Requena.
Mientras caminaba, pasa por la bodega de la mamá de Carmen, al ver que Carmen estaba sola, decide molestarla un rato.
-Leo: Que tal mi pituca misia favorita, justo necesitaba que me fíes una gaseosa que ando sin ninguna moneda.
-Carmen: Primero una cosa, ya déja de decirme pituca que yo no soy ninguna pituca y segundo, tu me debes demasiado que tengo que engañar a mis padres porque todavía no saben como es que se está perdiendo tanto dinero y todo por ser muy buena contigo, mas bien dime cuando me vas a pagar todo lo que me debes.
-Leo: Vamos Carmen, recuerda que somos recontra amigos desde muy pequeñitos los dos, tu sabes que cada favor se paga y yo eh respetado eso muy bien contigo, en el kínder era yo el que te prestaba todos mis colores y crayones; cuando estudiábamos en la escuela de San Pedro (Distrito municipal del centro de San Carlos) fui yo el que te defendía de la burlones del salón; te acompañaba hasta tu casa cuando en esos tiempo era peligroso salir; cuando llegamos a este nuevo distrito y al nuevo colegio, fui yo el que te hizo cambiar de tímida a ser una de las chicas más populares de todo el colegio, llegando juntarte con Rubí y sus demás amigas; gracias a mi logré llevarte a la fiesta de mi primo Santiago que vive en Monte Azul (Distrito municipal del Este de San Carlos) conociste una enorme casa lujosa con piscina y además un montón de chicos muy adinerados y no me vas a negar que no te haya encanto ¿verdad? Porque ni siquiera la creída de tu amiga Rubí logró estar en una fiesta de verdad como la que yo te llevé. Después de tantas cosas que hemos pasado los dos ¿no me vas a querer fiar una simple gaseosa por hoy día?
-Carmen: No sé que tienes tú para poder convencerme de todo. Está bien te daré tu gaseosa, pero eso si, me tienes que llegar a pagar a más tardar el viernes que no puedo seguir mintiéndoles a mis padres.
-Leo: No te preocupes, trataré de pagarte lo suficiente hasta ese día, tampoco quiero que mi gran amiga sea castigada por mentirosa y a la vez tan buena gente.
-Carmen: Hay mi gran amigo, tienes razón, hemos llegado a tener tantos recuerdos nosotros juntos, pero lástima que últimamente sólo te juntes con tus nuevas amiguitas que se sientan en la esquina del salón.
-Leo: Tu sabes muy bien que me dolió bastante cuando dejé de ser tu mejor amigo y llegaste a juntarte con Rubí, al final no fui yo el primero en cambiarnos de amigos.
-Carmen: Ok, fui yo la primera en eso, pero ello no deja de que sigamos siendo amigos ¿verdad?
-Leo: A veces siento que tu y yo nunca nos vamos a separar, estuvimos en el mismo jardín de niños, nos mudamos al mismo distrito los dos, llegamos al mismo colegio y también nos cambiaron al mismo salón cuando estábamos en quinto grado que fue donde conociste a Rubí.
-Carmen: Y te faltó decir que todo eso fue gracias a que nuestros padres son grandes amigos, pero en si, tienes toda la razón, pareciera que fuésemos dos gotas inseparables y que la verdad, me gustaría que fuese así para toda la vida y llegásemos, no sé, quizás a ser algo más en algún futuro, pero al parecer eso no sucederá por que ya le echaste el ojo a la tontita de Lucía.
-Leo: ¿Lucia? ¿De donde sacas eso?
-Carmen: Mira Leo, me podrás convencer de muchas cosas, pero sonsa no soy y yo me doy cuenta de todo lo que pasa en el salón.
-Leo: No puedes compararte con Lucía, tu me conoces de toda la vida y ella apenas desde hace un año, tu sabes muchos secretos míos y ella recién hoy se dio cuenta que nosotros dos éramos amigos.
-Carmen: !Enserio! ¿Ella no sabía que nosotros dos éramos amigos?
-Leo: Sí exacto y puso la misma cara de sorprendía que tu.
-Carmen: No te puedo decir que no me encanta la idea de que ella todavía no sepa muchas cosas de ti como yo los sé.
-Leo: Para que veas de qué no puedes ponerte celosa de ella, pero eso si, tampoco le andes llamando tontitas a esas chicas, recuerda que ellas al igual que tú, también eran muy tímidas y hoy te has dado cuenta como han cambiado mucho su actitud a la de hace un año, Raquel quiso pegarle a Rubí. ¿Eso te lo podías haber imaginado hace un año? Claro que no, porque todos cambiamos.
-Carmen: Tienes razón, fue muy gracioso cuando las dos quisieron pelearse. Tengo que reconocer que Rubí es muy amiga mía, pero también es muy experta para hacer escándalos.
-Leo: Espero que no termines agarrando tantas mañas de ella, eso podría poner en peligro nuestra amistad. Bueno, ya me voy, fue un gusto hablar otra vez contigo y no te preocupes de la deuda que te lo pagaré lo más pronto.
-Carmen: Una cosa antes de que te vayas… No sé si quisieras, pero ya llevamos mucho tiempo sin salir como amigos y no sé si mañana podríamos salir de paseo, quizás ir un rato al parque de las nutrias ¿Qué dices?
-Leo: Sabiendo que al parecer mis amigos ya no quieren jugar fútbol, pues porque no, claro que si quisiera.
-Carmen: Entonces mañana voy a tu casa a recogerte.
-Leo: No, mejor yo voy a la tuya ¿está bién?
-Carmen: Entonces así quedamos.
-Leo: Bueno así será, hasta mañana mi pituca misia.
Leo sigue con su camino en dirección a su casa, pero al pasar por una esquina, unos chicos con pasamontañas lo agarran y lo llevan a un callejón oscuro lleno de basurales. Ahí es cuando aparece Arturo y le dice lo siguiente:
-Arturo: Poshito poshito, qué casualidad que nos encontremos ¿no? Justo estaba pensando en ti, mira, yo soy muy generoso y así como me regalaste un generoso cariñito, yo también te lo quería devolver…
Arturo le lanza una patada en el estómago e inmediatamente sus acompañantes le empiezan a hacer lo mismo, Leo no puede hacer más que taparse la cara, pero eso no deja de que siga sufriendo de los constantes golpes que recibe, uno y tras otro golpe lo deja sin respiración a Leo.
-Arturo: Agárrenlo y tírenlo a ese contenedor.
-Leo: ¡No suéltenme! —Suplicaba con la poca voz que le quedaba.
-Arturo: Vaya, pero que valiente e idiota que lograste ser a la vez poshito. Te enfrentas a alguien de La Requena sin medir las consecuencias, y yo que quería ser sólo tu amigo, pero sólo eres un malagradecido. Bueno yo me largo, pero terminaré diciéndote que esto no será la última vez que nos vamos a divertir de esta manera.
Leo sale adolorido del callejón, pero al no tener mucha fuerza se cae en medio de la vereda, es ahí que aparece un mendigo a ayudarle.
-Hey chico, pareces muy adolorido ¿quieres que te lleve a una posta?
-Leo: Por favor, mi casa no esta tan lejos, quiero que me lleves ahí.
-Mendigo: Pero enserio ¿no quieres que te lleve a una posta?
-Leo: Está a la vuelta nada más, te ruego que me lleves ahí.
El mendigo acepta llevarle hasta la puerta de su casa, Leo abre su puerta y en agradecimiento le intenta regalar un poco de dinero, pero el mendigo se rehúsa y le pide que sólo tenga cuidado en la calle.
-Mendigo: Chico, no me des nada, mas bien sólo te pediría que tengas más cuidado en la calle, últimamente está volviendo la delincuencia por estas zonas.
Antes de que el mendigo se vaya, Leo lo abraza y le da las gracias por ayudarle, es ahí que aprovecha para esconder un billete en el bolsillo de su chaqueta, de paso también le invita un sándwich que tenía guardado en su refrigeradora.
-Leonardo Fabricio ¿estas bien?
-Leo: Nada abuela, todo está bien, sólo iré a darme un baño.
-Abuela de Leo: No pareces muy bien, tu voz está muy extraña, además hueles horrible.
-Leo: Acabo de jugar fútbol, sólo estoy un poco agitado, abuela por favor, si viene mi mamá le dices que ya cené.
Leo aprovecha de que su abuela es ciega para decirle que no pasó nada grave.
Al día siguiente Leo se siente un poco mejor, al principio duda si ir al colegio, pero su coraje lo impulsa a hacerlo, esta vez va con una casaca para tapar los moretones de su brazo.
Es el primero en llegar a su salón y aprovecha que no hay nadie para echarse a dormir un rato.
-Jairo: Oye poshito, despierta amigo ¿no quieres que te cuente lo que hicimos ayer?
-Leo: ¿Poshito? Tu también me llamas así ¿es que tengo cara de payaso o que?
-Jairo: Oye tranquilo, sólo era un apodo, nada más, no era para que te enfadaras.
-Leo: Sólo déjame en paz y no quiero que me cuentes nada de lo que hicieron ayer, prefieres irte con ese idiota y dejarnos a los demás sin jugar nuestro fútbol como siempre lo hacíamos.
-Chacal: ¡Oye tigre! ¡Déjalo y ven a jugar cartas con nosotros!
-Jairo: Está bien como tú quieras, yo me voy.
-Lucia: Oye Leo ¿estas bien? Te noto un poco extraño.
-Leo: No importa lo que me pasé, sólo quiero seguir durmiendo un rato más.
-Raquel: Leo tu nunca duermes en el colegio ¿te pasó algo ayer?
-Lucia: Sabes que puedes confiar en nosotras, somos tus amigas ¿verdad?
-Carmen: ¡Que lo dejes en paz! O ¿no escuchas, tonta?
Oye Leito, vengo para hacerte recordar de nuestra cita de hoy, estaba pensado que a las siete de la noche estaría bien encontrarnos, ya no es necesario que vayas a mi casa.
-Leo: ¿A las siete...? —Respondió con duda.
-Carmen: Sí a las siete, porque ¿hay algún problema?
-Leo: No, para nada, estaré ahí, lo prometo.
-Carmen: Entonces ahí te veo mi querido amigo. —Carmen se va, dándole un guiño a Leo, con intención de provocar a Lucía.
-Leo: Oye Lucía yo solo quería decirte que me discul…
-Lucia: No me importa lo que digas, al fin y al cabo tienes a tu amiga para que hables con ella, tu sigue durmiendo y déjanos a nosotras.
-Claudia: Lucía, no seas tan mala con él.
-Leo: No importa, entiendo su actitud, fue mi culpa el haberme expresado de mala manera hace un rato, por eso les pido disculpa.
EN EL RECREO:
-Raquel: Oigan chicas, ustedes que creen que le este pasando a Leo, él no es así, ayer era otro.
-Lucia: Porque mejor no hablamos de otro tema, estoy segura de que su problema lo puede arreglar con su amiga.
-Claudia: Lucía, me parece o estás siendo celosa de Carmen.
-Lucia: ¿Celosa yo? Por que debería de estar celosa de esa hueca. Saben que, mejor me voy a lavarme la cara porque este calor es insoportable.
-Raquel: Definitivamente está siendo celosa…
-Claudia: Cristina ¿tu que opinas de lo sucedido?
-Cristina: Ehh… yo, pues la verdad es que no se mucho sobre el amor…
-Raquel: Tarde o temprano vas a experimentarlo, no te preocupes.
-Cristina: Espero que no…
Por otro lado, Leo fue a buscar a Arturo que estaba con los demás chicos en el balcón.
-Leo: ¿Oye Chacal?
-Arturo: Pero miren quien se apareció, el poshito. ¿Como es que se te apeteció buscarme hoy?
-Leo: Necesito hablar contigo, a solas.
-Tony: Uuy ¿Qué será eso tan secreto entre ustedes dos?
-Arturo: Shh Shh, no piensen mal, yo soy bien hombre, quizás el poshito no lo sea tanto, pero yo sé cuidarme. Porque mejor no se quedan molestando un rato a las chicas como yo les enseñe, mientras doy un paseo con el poshito.
-Arturo: Ahora que no hay ningún amigo tuyo, dime ¿qué carajos quieres?
-Leo: Te pido que hagamos las pases, ya no pienso meterme más contigo y tampoco que tu te metas conmigo y si quieres, puedes quedarte con mis amigos, ya no tengo problemas por eso.
-Arturo: Tu tu tu, muy tarde poshito, eso debiste decirlo desde un comienzo, ahora mismo te tengo como un perro, un perro de diversión.
-Leo: Te ruego que sólo me dejes en paz.
-Arturo: Y yo te pido que me bajes ese tono de voz, a mi nadie me dice que debo y no debo hacer… Pero pensándolo bien, puedes hacer algo interesante hoy en la tarde y quizás te deje de molestar por un tiempo.
-Leo: Maldita sea ¿qué es lo que quieres?
-Arturo: ¿Ves a esa profesora de ahí?
-Leo: Si sé quién es, es la maestra Roció, es de inglés.
-Arturo: Yo también sé quien es y también eh averiguado muchas cosas de ella. Escucha a lo que te voy a decir, quiero tu máxima discreción, ella vive en Pueblo Libre ¿conoces ese municipio, verdad?
-Leo: Por supuesto.
-Arturo: Quiero que le robes un baúl lleno de joyas que lo tiene bien guardado.
-Leo: No, no creo que pueda hacer eso.
-Arturo: ¡Carajo! Te estoy dando la oportunidad para dejarte libre y me la rechazas.
-Leo: Pe-pero es nuestra maestra, además yo no tengo esas habilidades para hurtar.
-Arturo: Escúchame bien, tengo un amigo que hace tiempo fue jardinero de su casa, él conoce muy bien como es la casa, donde están las cámaras, donde están los perros, quien habita esa casa y a que hora lo habitan, por suerte los martes en la tarde, la profesora se queda en el colegio hasta horas de la noche y la única que se queda ahí es su madre, una vieja inocente que no será gran problema porque para todo el rato sentada en su sillón, durmiendo.
-Leo: ¿Estas seguro de que es así?
-Arturo: Por supuesto que sí, nunca dudes de mi. Entonces ¿aceptas?
-Leo: Sí, acepto.
-Arturo: Entonces te daré la dirección donde nos encontraremos, te estaré esperando con unos compañeros, mas te vale que no me decepciones porque puedo ser mucho peor de lo que viste ayer, te espero a las cuatro, ni un minuto más de tardanza.
-Leo: Como tu digas…
EN EL BUS…
-Raquel: Hola Leo ¿está bien si me siento a tu lado?
-Leo: Umm si claro, adelante.
Oye y ¿tus amigas? ¿No te ibas con ellas?
-Raquel: La verdad que sí, pero tengo que llegar temprano para cuidar a Ximena, su mamá sale a trabajar todas las tardes y yo como tía tengo la responsabilidad de quedarme con ella.
-Leo: Ah ya veo…
-Raquel: ¿Oye Leo?
-Leo: Dime…
-Raquel: ¿Te pasa algo?
-Leo: ¿Por qué lo preguntas?
-Raquel: Es que hoy día has estado muy callado, nunca te había visto así.
-Leo: Bueno sí, sólo eh tenido un mal día, problemas familiares nada más.
-Raquel: Entiendo, no te presionare más.
-Leo: Gracias por entenderlo, bueno yo me bajo en este paradero, adiós nos vemos mañana.
-Raquel: Adiós Leo.
AL LLEGAR A CASA…
-Leo: Hola viejo ¿estas apurado?
-Padre de Leo: Tengo una reunión importante con mi jefe, tu mamá ya se fue, dijo que tú almuerzo estaba en la mesa, anda come.
-Leo: Antes de que te vayas, quería pedirte una cosa.
-Padre de Leo: Por favor hijo, se breve que no tengo mucho tiempo.
-Leo: Hoy día tengo una cita y no sé si me podrías prestarme algo de dinero.
-Padre de Leo: Así que una cita, y como sé que no lo usaras para otra cosa.
-Leo: ¿En que más podría gastarlo?
-Padre de Leo: ¡Por el amor de Dios! Se me hace demasiado tarde, toma 100 y espero que no te lo gastes en ninguna tontería. Adiós cuídate y cuida a la abuela.
-Leo: No te preocupes, eso haré.
MAS TARDE…
-Leo: Abuela, vuelvo dentro de unas horas, iré con mis amigos a jugar fútbol, ya sabe, no habrá la puerta a nadie, usted quédese sentada hasta que llegue Doña Rita para que le acompañe, si quieres algo, puedes llamarme con el teléfono.
-Abuela de Leo: Hijo…
-Leo: Dígame abuela…
-Abuela de Leo: Por favor, por lo que más quieras, cuídate.
-Leo: No se preocupe, eso haré.
-Abuela: Ayer, cuando te fuiste a bañar, vino un señor y me dio un billete que tu le habías dado, él dijo que tú te habías caído en unas escaleras y que por eso él te trajo hasta aquí, también me dijo que seas más precavido a la hora de andar caminando por la calle.
-Leo: ¿Así? Bueno sí, me caí por no ver bien, pero esta vez seré más atento a la hora de caminar, lo prometo.
-Leo sale de su casa y mientras iba a su destino, no dejaba de pensar en la gentileza del mendigo, nunca había conocido una persona de tan buen corazón como él.
AL LLEGAR AL LUGAR DEL ENCUENTRO:
-Arturo: Justo llegaste a buen tiempo.
-Compañero de Arturo: Estas de suerte chibolo.
-Arturo: Hace un rato entro la profesora a su casa, parece que se había olvidado algo importante, pero ya acaba de salir y parece que se fue al colegio, con lo que nos hace suponer de que estará afuera por un buen tiempo.
-Compañero de Arturo: Además de que los perros están dormidos y lo más seguro de que la vieja también lo esté.
-Leo: No puedo esperar más, díganme lo que tengo que hacer.
-Compañero de Arturo: Usa el barril de basura que está en esa esquina, llévalo hasta la parte derecha de la casa, no lo hagas por la parte izquierda que ahí es donde están los perros, trata de que nadie te vea a la hora de subirte, apóyate de los barandales, al bajar mantente en el piso mientras ves como la cámara que estará arriba tuyo se mueve, espérate a que la cámara se mueva en dirección opuesta para avanzar, una vez estando en el patio, camina hacia la puerta de la sala, pero hazlo rozando la pared, que en la entrada hay otra cámara mas, también es movible, así que aprovecharas de que estará observando a otra dirección para entrar, inmediatamente te vas al dormitorio de la profesora, usaras está herramienta para abrir la puerta del cuarto y también para abrir el quinto cajón de su armario, ahí es donde está el baúl.
-Arturo: Y lo único que te quedaría por hacer, es traerme el baúl y listo, estas perdonado, pero eso si, trata de hacerlo en menos de diez minutos que si pasas ese tiempo, tomaré tu trabajo en vano ¿me oíste?
-Leo: Siento que ya es el momento, así que entraré de una vez.
-Arturo: Una cosa más, toma este otro aparato, al prender su luz, significa que alguien se ah metido a la casa, también ponte estos guantes para no dejar ninguna huella, estate atento que nosotros te estaremos esperando en este parque.
-Leo aprovecha el momento en que no hay personas cercanas para meterse lo más rápido, pasa por todas las cámaras y sin hacer demasiado ruido para no despertar a los perros, llega fácilmente a la sala y todo estaba tan igual como le habían dicho, la abuela estaba dormida en su sillón con la televisión prendida, pero cuando estaba apunto de subir al dormitorio, la luz del aparato se enciende y a la vez escucha que alguien ingresa a la casa, trata de correr sin hacer mucho ruido a la cocina, se esconde detrás de la nevera.
-Profesora Rocío: ¡Madre! Cuantas veces tengo que decirle que si se va a ver la televisión, tiene que programarlo para que se apague sólo, usted se queda tan dormida que no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor.
-Abuela: Tan rico que estaba durmiendo y tu me despiertas, caray hija que manera de tratar es eso a su madre.
-Profesora Rocío: Oh mejor no discuto, vine porque se me olvidaron unos documentos que los deje en mi dormitorio, enseguida vuelvo.
Leo espera a que la profesora baje, pero al ver que el tiempo pasa y no baja, decide usar las uvas que estaba en la mesa para tirarle a los perros, esto hace que los perros se despierten y empiecen a ladrar, la profesora Rocío baja a ver qué es lo que sucede con los perros, mientras eso sucede, Leo entra rápidamente al dormitorio sin tener que usar la herramienta que le dieron y también ve que todos los cajones del armario estaban abiertos, fija su mirada en el quinto cajón, estaba lleno de ropas, pero intenta removerlo un poco y encuentra el tan preciado baúl, sin perder tiempo intenta salir del dormitorio, pasa otra vez por la sala y por suerte, la anciana seguía durmiendo, está vez no sale colgándose, sino que aprovecha que la puerta principal no estaba cerrada por completa y sale por ahí. Esconde el baúl bajo su chaqueta y corre hasta al parque.
-Leo: Listo, aquí tienes tu baúl, tardé aproximadamente unos ocho minutos y cumplí tal como lo dijeron.
-Arturo: Poshito eres un genio, tu tienes que estar en mi banda, definitivamente que sirves mucho para este trabajo.
-Leo: Ya hice lo que tenía que hacer, así que ya me puedo ir.
-Arturo: Te dejare ir por esta vez, pero eso no significa que me olvidaré de ti, tu tienes mucho potencial para este trabajo.
Leo como los demás se esfuman del lugar y cada uno se va con una satisfacción enorme, por un lado Arturo y compañía por fin lograron robar algo que han querido obtenerlo desde hace tiempo y por el otro lado, Leo que si bien era su primera vez que robaba algo de esa magnitud, no se sintió tan mal de hacerlo, es más, hasta sintió que por fin algo le salía tan perfectamente, era como que algo dentro de él cambiara.
EN LA CITA:
-Carmen: Leo, no sabia que ibas a llegar tan temprano, aun falta media hora para que sean las siete.
-Leo: La verdad es que estoy aquí desde hace un buen tiempo, quería sentarme aquí para pensar un rato mientras veía a los peces saltar sobre el río, alguna vez ¿no te has sentido como estos peces? Ser libre y sólo disfrutar, querer hacer lo que se te de la gana y sin respetar las leyes. Me siento muy identificado con estos animales.
-Carmen: Me gustaría sentirme más así, pero normalmente tengo que estar tan ocupada cuidando la bodega de mamá que a veces no tengo ni tiempo para pensar en mí.
-Leo: A veces pienso que las leyes sólo sirven para provocar a las personas a romperlas, es algo tan satisfactorio hacerlo.
-Carmen: Yo también pienso igual que tú, pero ¿por qué me hablas de todo esto?
-Leo: No por nada, solo que quería darme un respiro y al tomar aire por esta zona te hace reflexionar de muchas cosas. Oye y hablando de ti ¿tu por qué decidiste venir antes de las siete?
-Carmen: Está vez no hubo tanto tráfico para llegar aquí como otros días, pero más que nada fue por que no esperaba más las ganas de venir a esta cita.
-Leo: Ya que estamos aquí, que dices si damos un paseo por el parque.
Leo y Carmen se quedaron por mucho tiempo en el parque, fueron a los juegos, se ganaron varios peluches, subieron a los juegos mecánicos y se metieron en el bosque en donde aprovecharon de que no habían personas para besarse, sí, se besaron, pero ocurrió un problema, Leonardo por error mencionó el nombre de Lucia, esto hizo enojar bastante a Carmen, enojada y decepcionada se salió inmediatamente del lugar.
Leo volvió a cambiar de cara, no supo que hacer en el momento y dejó que Carmen se fuera.
Al llegar a casa, Leo se fue a su dormitorio y se quedó pensando en todo lo que había sucedido hoy:
-Siento que la eh cagado pero a la vez pienso que tuvo algo de bueno todo esto, después de todo, mi corazón sólo le pertenece a Lucía y sobre ¿Carmen?... Pues Carmen sólo es como una amiga y creo que siempre debió quedarse así. Me siento muy mal por ella, pero al menos se dio cuenta de que lo nuestro no puede funcionar.
Leonardo Fabricio Santos de verdad que eres la peor basura para ilusionar chicas, sin embargo eres el mejor haciendo robos, con tan solo 12 años logre sacar un baúl lleno de joyas, no sé por que me siento tan orgulloso de haberlo hecho, pero me encanta esta sensación.
POR OTRO LADO, EN LA CASA DE RAQUEL:
-Verónica: ¡Como está mi bebé! No sabes cómo te estaba extrañando mi preciosura, tu mamá ya llegó. —Le hablaba a Ximena.
-Raquel: ¡Ay Vero! No sabes lo difícil que puede llegar a hacer calmar a esta niña, estuvo toda la tarde llorándome por querer ponerle sus dibujos animados, sin embargo, hoy día no se transmitió.
-Verónica: Tienes que tener toda la paciencia del mundo con ella, es la reina de la casa y debes tratarla como lo que es.
-Raquel: Si claro, esa paciencia va a hacer que me salgan muchas canas de la cabeza.
-Verónica: Y hablando de ti ¿cómo te fue hoy en el colegio?
-Raquel: Pues más normal que ayer, sólo que note un poco raro a mi amigo Leo, me dijo que tenía unos problemas familiares, se veía tan mal.
-Verónica: Y ¿qué me dices de tus compañeros de La Requena?
-Raquel: Pues con Cristina todo bien, cada día agarra más confianza con los demás, mientras que el otro, ese tal Arturo se la pasaba toda la clase haciendo preguntas estúpidas a los profesores, que si el profesor de comunicación tenía hijas, que si la profesora de arte tenía novios… en fin, simplemente no me cae para nada bien.
-Verónica: Si pues, así es la secundaria y eso que solo estas comenzando, quizás algún día encuentres al amor de tu vida, la mayoría lo hace en esta etapa.
-Raquel: No que va, yo con el amor me quito.
En eso que hablaban las hermanas, alguien empezó a tocar la puerta.
-Raquel: Debe ser mamá, yo iré.
-Verónica: Madre ¿Por qué tan temprano?
-Madre de Raquel: Llegaron los familiares del señor Romero, era cumpleaños de Alicia y tuvieron que llegar los tíos y tías de ella y como ustedes saben, yo no soy bien vista por los hermanos de el señor Jesús Romero, así que tuve irme antes de que ellos llegaron.
-Raquel: Creo que si me contaste como son ellos, son unos arrogantes y siempre ven mal a los que no son de su estatus, me da cólera de pensar de que todavía hay personas así.
-Madre de Raquel: Si hija, pero sólo son los hermanos del señor Jesús, en cambio el señor Jesús, es todo lo contrario, es la persona más empática que eh conocido, si no fuera por él, no tendría el trabajo que tengo ahora, la señora Leticia es otra muy buena gente, claro, tiene su carácter pero en el fondo es muy buena persona y ni que hablar de sus hijos, Ricardo el mayor, es un chico de muy buenos valores que quizás lo reforzó en el ejercito; Alicia, una chica que a veces puede ser muy fastidiosa pero la verdad es que le eh agarrado un gran cariño a esa niña y por último está Marcelo, quizás con él si tenga un poco más de dificultades para controlarlo, no saben en todo los problemas en que se mete, desde chiquito a sido muy inquieto ese niño, siempre se escapa de la casa y cuando vuelve siempre trae un problema que vuelve loca a su madre, con solo decirles que su enamorada es hija del alcalde Genaro.
Si el padre de esa niña se entera de esa relación, no me puedo imaginar todos los problemas que puedan a llegar a tener la familia Romero.
-Verónica: ¿Marcelo y la hija del alcalde son novios? No, pues yo tampoco me imagino cómo reaccionaria el alcalde al darse cuenta de eso.
-Raquel: El alcalde es la persona más recta y gruñón que eh visto. Ese chico a de tener muchas agallas para meterse con la hija de semejante hombre.
-Elena: Pues si, pero es que yo no puedo hacer nada para decirle a Marcelo que no a su relación, ellos llevan más de cuatro años juntos.
-Raquel: Vaya pero que chiquillo tan picaron resultó ser ese tal Marcelo.
-Elena: Hija, si lo conocieras, el es un año mayor que tu, pero estoy seguro de que al principio no te caería para nada bien, tu detestas demasiado a los chicos inmaduros e inquietos y él es todo eso que detestas de los hombres.
-Verónica: Pero a pesar de eso lleva más de cuatro años en una relación, cosa que pocos hombres logran hacer hoy en día, por lo menos tiene algo bueno.
-Doña Elena: Marcelo es ese tipo de personas especiales que necesitas comprenderlo un montón para entenderlo, es como el hijo que nunca tuve, a pesar de lo problemático que puede ser, tiene un corazón enorme y nunca le gusta ver sufrir a nadie, además de que es muy bueno con la música, me acuerdo una vez hace unos años, cuando Marcelo todavía era un chiquitín de siete añitos, yo recién llevaba dos dias trabajando ahí, aun me sentía muy mal por lo de tu papá, estaba nerviosa de que no llegará a agradarle a la familia, pero él se sentó a tocar su piano y me dijo que no le gustaba verme triste: Papá ya lleva contratando a más de tres señoras, tu eres la cuarta y me caes muy bien, eres la única que hasta el momento no le he visto renegar, ánimo, cambia esa cara…
-En ese momento me quedé sin palabras ¿Por qué este niño me habla de esas cosas? ¿Acaso no es el mismo niño inquieto que todos dicen? Yo no lo veo nada de inquieto, es un niño hermoso.
-El respondió: No sé preocupe, yo le haré cambiar de cara, cuando mamá se siente mal, yo siempre le tocó música de Rozar y Batoven.
-Yo le dije: ¿No será Mozart y Beethoven?
-El respondió: Eso mismo, ¡Waoo! entonces si sabes quiénes son, eres la primera empleada que me hace caso.
-Yo estaba pensando: ¿Cómo es que este niño pueda a llegar a tocar ese tipo de músicas?
Y es que el lo hizo, y lo hizo tan bien que me encantó y me sorprendió. Tocó música alegre pero también convino con música actual, era una melodía hermosa.
-Yo me quedé mirándolo, el voltio y dijo: Ves que te dije, cambiaste de cara, ahora puedes seguir trabajando mientras te animo a hacerlo.
-¿Cómo es que puedes a llegar a tocar tan bien el piano? —Le pregunté.
-¿Tocar el piano? Pero si es lo más fácil del mundo, sólo dejó que mis mi mente, mis oídos y mis manos se conecten para hacerlo.
-Eso es algo sorprendente y ¿desde cuando sabes hacerlo? —Le pregunté.
-El respondió: Desde que me compraron el piano, pero no es el único instrumento que puedo tocar, también me gusta la guitarra, el cello, el violín y hasta la trompeta.
-Tu tienes un talento hermoso, niño puedes llegar a hacer grandes cosas con ese talento.
-Marcelo: Señora, usted es la tercera persona que me lo dice después de papá y mamá, por eso quiero que te quedes en esta casa, fuiste la única sirvienta que dejó que le tocará música.
-Es que es muy increíble lo que haces ¿puedes seguir haciéndolo? —Le respondí.
-Marcelo: No, ya me aburrí, sólo quería que cambiarás de cara y decirte que por mi, tienes la aprobación para quedarte, yo me voy a jugar.
-Ahí es cuando me di cuenta de que a pesar del hermoso talento que tiene ese niño, no dejaba de ser un flojo y juguetón que lo único que quería era diversión, pero a pesar de eso, el logró hacer lo que varios intentaron hacer y no lo hicieron hasta el momento, mejorarme el ánimo. No se que es lo que tenía su música, pero sus melodías te llega el corazón y te cambia por completo.
-Verónica: Claro, es por eso, que desde que empezaste a trabajar ahí, ya no andas tan preocupada.
-Elena: Sin duda alguna trabajar ahí, me ha cambiado la vida.
-Raquel: Miren, de escuchar la historia, Ximena por fin se durmió. No saben todo lo que eh intentado para hacerle dormir.
-Verónica: Entonces me la llevaré a su cuna.
-Raquel: A mi también me está dando demasiado sueño. Madre, Vero que tengan buenas noches, está niña se va a su cama.
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Romance
Teen FictionRomance, con un titulo sencillo pero con mucho significado, se presenta como una gran historia que conecta la vida de varios chicos que pasan por diferentes situaciones que harán de la narrativa una gran experiencia para el lector. Eh escogido "Roma...