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Narro yo

Ya eran las 10:50 de la noche, 10 minutos para que sean las 11, a esa hora todos los niños deverian estar acostados en sus camas pues mañana era día de escuela y tendrían que recorrer un largo camino.

Pero la excepción de una boliviana esperando sentada en suelo de su casa esperando a que su padre llegará.

Ya a esa hora los ojos ya estaban por cerrarse y su cuerpo estaba cansado después de todo ese día, aún así quería esperar a su padre para al menso saludarlo antes de irse a acostar.

Mientras que la niña ya se encontraba cabeceando desde allí era observada por su madre que muy preocupada no podía conciliar el sueño sabiendo que su hija aún no descansaba.

Se sentía mal por ella, ya que la pequeña aún tenía las esperanzas de que su padre vuelva esa misma noche pero tal vez eso no sea posible.

Se acerca sigilosamente a la pequeña viendo que está ya estaba medio soñolienta y vio que ya no estaba consciente, así que cuidadosamente la acero con delicadeza y se dirigió a su cuarto donde la dejo y arropó junto a su hermana.

Después de dejarla allí, se dirigió a su habitación para después echarse en ella y talvez conciliar el sueño pero no podía, ya que la duda y la intriga de donde podría estar el padre de sus hijas la atormentaba cada día cuando sus hijas le preguntaban.

"¿Y Tayta?" "¿Cuándo vendrá?"
"¿Nos abandonó"?

Le dolía mucho escuchar esas palabras salir de la boca de sus hijas y más de la menor que era ella quién necesitaba más de su atención y cariño pues recién estaba en crecimiento y solo había estado en su vida pocas veces.

No lo hacía por él lo hacía por sus hijas que necesitaban de una figura paterna para su formación y para que se sientan seguras y que sepan que siempre van a estar protegidas.

Con ya todo lo pensado decidió que ya era hora de venir y tener esperanzas que volverá mañana o en la próxima semana, con ya todo eso se acomodó en al cama dejando su vientre boca arriba y tapando lo con las sábanas.

Ya Hiba cerrando los ojos para conciliar el sueño pero un sonido la despertó, era el sonido de una puerta abriéndose, eso la hizo pararse de la cama y dirigirse hacía la puerta para encontrarse con el que tanto pidió.

Vio como este se adentraba en la casa dejando sus cosas por la puerta e ir a sentarse en al mesa para descansar de todo el camino que había recorrido.

Tahuantinsuyo: Hola....- Dice para acercarse para darle un beso en le mejilla -

Imp.Inka: Hola...- Dice para abrazarla y después separarse - Como está la Wawa? - Acaricia su vientre -

Tahuantinsuyo: Bien, está bien, hoy día se a movido - Dice acariciándo lo - Siéntate, que de seguro el viaje stybo cansado - Dice para acercarse a la olla y servirle la sopa que quedaba - Toma - Se sienta a su lado -

Imp.Inka: Gracias...- Dice para empezar a comer - Si, el viaje es muy cansado, tengo que caminar muchos kilómetros -

Tahuantinsuyo: Ya veo....y estas son horas de llegar?

Imp.Inka: Tahuantinsuyo, mira, tengo que recorrer varios kilómetros hasta la ciudad y otros más hasta acá -

Tahuantinsuyo: Si, eso entiendo pero debes pasar tiempo con tus hijas...-

"Ⅿιs trεs Ñυstαs"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora