|| Contigo ||

|| I ||

Era un día soleado en Seúl [Corea del Sur], niños saliendo de la escuela, personas llendo a trabajar, madres con sus hijos en los juegos, todo era normal como cualquier otro día.

En los columpios de un parque se podía observar a un niño castaño, de mejillas regordetas, sentado haciendo un puchero, estaba solo, sus padres estaban en su mundo y lo le prestaba mucha atencion, el intento columpiarse , pero no podía, movia sus pequeñas piernitas intentado moverse, pero nada, los niños que pasaban se burlaban de el, como siempre, las madres nunca les decían nada a sus hijos malcriados.

De repente el pequeño castaño sintio un empujón que hizo que pudiera empezar a columpiarse. Detras de el salio una niña azabache, la cual lo miro con una sonrisa brillante en su boca, el niño estaba confundido, ¿porque lo ayudo? ¿Quien era?

- Te vi desde lejos y creí que necesitabas ayuda - dijo amable la pequeña -

El niño solo la miro avergonzado con un color rosado que decoraba sus mejillas

- ¿Estas bien? - ladeo la cabeza - ¿Te comió la lengua el gato? ¿Porque no hablas?

- A-Amm -  fue el unico sonido que emitió el castaño -

- Ohh Eres tímido..bueno, no pasa nada - sonríe tierna - Oye ¿Quieres jugar conmigo?

-....- el pequeño solo asintió -

- ¡Genial! - Sonrió la niña y lo tomo del brazo, llevándolo a la zona de los toboganes -

Ambos niños se quedaron jugando toda la tarde, al niño se lo veía feliz, por fin había encontrado una amiga de verdad, que no lo molestaba y era buena, con el, eso toco su pequeño corazon, lo cual hizo que el pequeño le tomara cariño rápidamente a la azabache.

Mientras ambos jugaban en los columpios, se oyó a la madre de la niña llamando a su hija para por fin irse a casa.

- Oye, mi mama me llama, debo irme - la niña se  bajo del columpio y vio al niño, el cual tenía una mueca triste en si cara - Oh no estes triste, mañana volveré  - dijo con una sonrisa -

- el la miro con una sonrisa -

- bien, debo irme - dijola niña apunto de despedirse - Ah y me llamo _____ Park

-...Jimin..

- ¿Así te llamas? - el niño asintio y la pequeña solo le sonrió - genial, bueno, Adios Jimin-sshi - dijo y se fue corriendo con su mama -

Y así surgio una amistad que con el tiempo se volveria mas inseparables, a partir de aquel día ambos niños se encontraban en el parque, donde se quedaban todas las tardes hasta que el sol comenzara a ponerse, se volvieron tan unidos al punto de poder casi llamarse hermanos.

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[Es corto, porque aca cuento nada mas como se conocieron, los otros capítulos seran mas largos]