Frío y lluvioso era el día, Alexander estaba llegando a la escuela cuando su mejor amigo me mandó un mensaje que decía: "no creo poder ir, me enfermé :(( me podrías mandar los trabajos de hoy? (Si se puede con las respuesta haha)". Eso le hizo el día bastante aburrido, para ser sinceros ninguno de los alumnos presentes estaban felices, y menos Alexander, el había sufrido un accidente automovilístico unos días atrás, y su padre había recibido gran parte del impacto.
Al llegar a su salón de clases el pudo observar que muchos de sus compañeros estaban en desorden, entre ellos los típicos "payasos" del grupo, estos estaban intentando mejorar ese lluvioso lunes para todos, otros estaban escuchando música o haciendo los deberes de la siguiente hora. Alexander estaba pensando que estaría pasado si no hubiese tenido ese accidente, posiblemente estaría más tranquilo, o, posiblemente no hubiese cambiado nada.
Cuando el profesor de la materia correspondiente entró al aula junto al director, todos regresaron rápidamente a sus asientos y guardaron silencio. Cabe recalcar que el profesor daba más miedo que el propio director.
-Buenos días jóvenes, sé que últimamente no hay noticias emocionantes pero, ¡hoy es la excepción! Hoy se integra una nueva alumna, pasa- el director comentó y muchos empezaron a murmurar
•Alexander•
Al escuchar esta noticia realmente no me importó demasiado, seguro que era de las típicas chicas que van a ser populares.
Al alzar la mirada pude ver a la chica más hermosa que hubiera visto, cuando se presentó frente a la clase solo escuché su nombre, aunque debo admitir que era curioso pero hermoso.
El profesor buscaba con la mirada un lugar libre, el único disponible era junto a mi, me puse nervioso, el profesor pidió que alzará la mano para que supiera quién era, ella se sentó a mi lado y me sonrió amablemente, me quedé perdido en sus hermosos ojos oscuros, su piel era pálida, con pecas y un pequeño lunar el la parte inferior de sus labios, por un momento pensé que era un ángel pero tuve que mantener la compostura y regrese la mirada al pizarrón.
Aisha me preguntaba sobre lo que tenía que tener para las demás asignaturas y con mucho gusto yo respondía, al llegar la hora del receso muchos se acercaron dónde ella, al parecer no iba a tener problemas con quedarse sola, que suerte, yo me levanté para poder ir a la cafetería
Cuando salgo de la cafetería satisfecho con un jugo voy a un lugar tranquilo aunque no hay ningún lugar tranquilo en esta escuela, cuando ya voy a tomar el jugo veo que Aisha camina hacia mi, obviamente me puse muy nervioso.
-¡hola!- Aisha dijo mientras yo un tanto confuso me señalaba.
- ¿me dices a mi?- estupefacto logré hablar mientras podía ver una tierna sonrisa por parte de ella.
-claro que es a ti, no tenía a nadie con quien pasar el receso y como te ví solo pensé que podía sentarme contigo...- veía como bajaba la mirada un poco ruborizada, esa acción me daba ternura.Sin decir ninguna palabra solo asentí afirmando que podía sentarse conmigo, recuerdo que hablamos un rato y continuamos con las clases, ella me hacía reír de vez en cuando y yo trataba de hacer lo mismo.
Al terminar el día regrese a mi casa y fui directo a mi habitación para terminar los deberes, al terminarlos apenas había notado que mis padres no estaban así que decidí pedir una pizza.
Creo que mi día no estuvo tan mal. Antes de irme a acostar recordé mi día y me quedé dormido...
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Solo tu
Teen FictionEsta posiblemente sea otra historia de amor, o, tal vez no. -¿Qué pasaría si de un día a otro no estoy aquí, si me fuera..?- ella pregunto triste y preocupada esperando ansiosa por su respuesta. -¡Es simple! Te buscaría no importa como pero lo haría...