Prologo

255 20 1
                                    

Los personajes de Naruto pertenecena Masashi Kishimoto.

Título: Maldito y misero destino.

————————

Au omegaverse.

[•••] Cambio de escena.

[Blabla] Narración normal.

["Blabla"] Pensamiento de peronaje.

[Blabla] Narración del pasado

Sabia que ese no era su dia, lo supo desde que en el desayuno su taza favorita para tomar cafe se rompio, o cuando llegó tarde al trabajo cuando siempre llegaba temprano, o cuando la rueda de su auto se rompió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sabia que ese no era su dia, lo supo desde que en el desayuno su taza favorita para tomar cafe se rompio, o cuando llegó tarde al trabajo cuando siempre llegaba temprano, o cuando la rueda de su auto se rompió.

Observo como los ojos de ella brillaban como si reconociera en contra de su voluntad la importancia de la persona frente suyo.

El ambiente en aquellas dos personas era el ideal, como dos almas que al fin se reencontraron, como si con una simple mirada supieran que estaban destinados. Como el azul de esos ojos se encontraban con el blanco malva de los otros y sin darse tiempo a analizar sus acciones la atrajo a su lado rompiendo la burbuja que se había formado.

Había luchado mucho para tenerla a su lado, lucho contra su familia, contra la familia de ella, contra sus inseguridades. Lucho fervientemente para que al final no sirviera de nada.

Siempre le gustó como el rostro de ella lo veían a él, con amor, le gustaba como su rostro irradiaba alegría al comer algo dulce, como su rostro hacia pequeños pucheros cuando solía jugarle pequeñas bromas, como su rostro se ruborizaba cuando se amaban en las noches y juraban amor. Simplemente amaba todo de ella.

Pero en ese momento cuando su rostro lo miraba con preocupación y miedo, no le gusto para nada.

Empezó a caminar mientras la sostenía de la mano para que caminara con él, no se detuvo cuando su amigo gritó su nombre, tampoco ante los balbuceos de ella. No sé detendría, no hasta llegar a su hogar, donde solo ellos existían, donde nada más importaba.

︎ • • •

Se encontraban en la sala de su pequeño departamento, no habían hablado ni cuando estaban en el auto ni cuando llegaron y de eso ya iban cinco horas. Sasuke ya no estaba enojado en ese momento se encontraba molesto pero no con ella o con su mejor amigo más bien con lo ridícula de la situación, de entre todos las personas, de entre todos los alfas, de entre todos los omegas, ellos dos tenían que ser destinados.

Había escuchado de eso, una vieja leyenda que tenía muchas versiones y muchos nombres como "media naranja", "alma gemela". Algo con lo que toda persona que tengo en su cuerpo algo de romanticismo sueña, algo que solo alfas y omega puede aspirar a tener, ese lazo que los une antes si quiera de ser concebidos, un lazo irrompible y que él, un simple beta nunca tendría.

— Sa... Sasuke-Kun — ella estaba frente suyo jugando con sus dedos insegura de hablar, el pelinegro se pregunto si lo dejaría, si lo abandonaría ya que encontró a su alfa, pero si lo hacia no podría culparla solo dejarla ir a un futuro donde él no estaría — l-lo sien-... p-pe-perdon.

No quería verla así, temblando mientras sus ojos se humedecian por las lágrimas que seguramente no tardarían en salir. Se levantó para consolarla con un abrazo, mientras con besos sosegaba sus sollozos y sus manos acariciaban sus mejillas limpiando el camino que las lágrimas ya habían comenzado.

Ella se aferró a sus brazos como muchas veces antes lo había hecho y él la consoló como muchas veces antes lo había hecho.

Sasuke sabía que nada volvería a ser como antes, que ese encuentro lo cambiaba todo y ante ese hecho solo podía pensar:

"Maldito y mísero destino."

Maldito y mísero destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora