Prólogo

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—Esta casa es hermosa para vivir tu y yo cariño ¿Que te parece?

—Es grandiosa mamá, es súper enorme, es más grande que nuestro departamento en la que vivíamos.

—Cada habitación tiene su propio baño, y además de que hay un baño para invitados en esta planta. —Dijo la de vienes raíces.

—¡Genial! Podré tener mi propio baño.

Estaba súper emocionado, mamá y yo por fin nos mudaremos de ese horrible departamento, que solamente tenía una habitación, un pequeño baño, una pequeña sala dónde también se encontraba la cocina y el comedor, estaba súper apretado, no podía quejarme, era lo único que podía pagar mamá después de que papá haya muerto de cáncer... Pero después de mucho sacrificios, mamá subió de puesto en su trabajó y por fin podimos mudarnos a una casa más cómoda y amplia.

La señora luna la de vienes raíces nos estaba mostrando cada una de las habitaciones que estaban en la segunda planta, me aburrí en el camino y decidí bajar a explorar por mi cuenta, llegué a la parte trasera donde estaba el patio, un enorme patio, había una pequeña alberca ahí, si, ahora sí podré disfrutar de los momentos de calor en este hermoso espació, seguí caminando explorando todo el vecindario y mis ojos se plasmaron frente a la casa que se encontraba justo adelante de la nuestra, se veía algo macabra, pues se estaba destrozada, el jardín estaba más que destruido, había hojas de árboles esparcidas a su alrededor, demasiadas diría yo, me acerqué un poco más a la casa, cruzando con cuidado la avenida, cuando estuve cerca un escalofrío me entró en mi cuerpo haciéndome temblar, de cerca se veía más escalofriante todavía, respire el aire que se soltó de repente, olía a muerto, sin duda me dio más miedo todavía, estuve apunto de acercarme más, hasta que una mano en mi hombro derecho me hizo saltar del susto y soltar un pequeño chillido, voltie rápidamente a ver a la persona que había provocado mi susto.

—Oh, perdona no quería asustarte ¿Estás bien?

Un chico frente a mí se disculpo con una pequeña reverencia, su vestimenta era algo extraña pero sin duda tenía una cara bastante fina, su cabello era color castaño y su cuerpo era de un tono delgado, mostré una sonrisa pues parecía buena persona.

—Tranquilo, estoy bien, no paso nada.

—Valla, que alivió, en verdad lamento haberte asustado es solo que, te vi muy cerca de esta casa y bueno no es muy recomendable que estés aquí en esta casa mucho menos enfrente.

Frunci el ceño ante lo que dijo ¿Que no debería? Pues ¿Que sucedió aquí?

—N-No entiendo ¿Porque no debería?

—¿Que a caso no lo sabes? —Niego. —¿Cómo te llamas?

—Me llamó Jimin, Park Jimin, y acabo de mudarme aquí enfrenté hace un momento. —Señalo mi nueva casa.

—Oh, así que eres nuevo, con razón te acercaste... Mirá, es una larga historia, pero si dices que vas a mudarte aquí, entonces me gustaría darte la bienvenida al vecindario, ¿Quieres ir a mi casa?

Me le quede viendo sorprendido ¿Ir a su casa? Todavía ni me conoce y ya me está invitando a su hogar, creo que este chico es un poco confiansudo, no digo que este mal, pero puede ser peligroso.

—Se lo que estás pensando, pero tranquilo, no soy nada confiansudo créeme, es solo que bueno... Casi no hay chicos de mi edad en este vecindario, la mayoría son adultos y eso es aburrido... Aunque espera... ¿Cuántos años tienes?

—16 años y ¿tú?

—¿¡16!? Joder, tenemos la misma edad, pensé que tenias menos, es que tú estatura no es tan alta que digamos, no me lo tomes mal, pero pensé que tendrías unos 13/14 años.

Solte una pequeña risa, la verdad, no me molesta para nada que me digan que parezco un niño, mi estatura es algo baja, lo heredé de mi mamá, me hubiera gustado ser alto como papá, pero creo que la suerte no estuvo de mi parte.

—Tengo 16, aunque no se me vea.

—Me caes bien Jimin... Ay no, que mal educado soy, no te he dicho mi nombre... Muy bien, hay que empezar desde el inicio de todo... okey aquí va... ¡Hola! me presento ante ti nuevo vecino y amigo, mi nombre es Kim Taehyung, tengo 16 años, cumplo el 30 e diciembre, y vivo en esa casa. —Señala la casa que está a dos casas de la mía, está súper cerca, sonreí y le di una reverencia cómo agradecimiento por haberse presentado tan cordialmente.

—Bueno creo que ahora me toca presentarme a mí... ¡Hola señorito Kim Taehyung! Mi nombre es Park Jimin y tengo 16 años, cumplo años el 13 de octubre y vivire en esa casa que está justo a dos casas de la tuya. —Taehyung suelta una carcajada super enorme, me asusté un poco, pero después me contagio su risa.

—Que bonita forma de presentarte Jimin, creo que nos llevaremos super bien... Entonces dime Jimin ¿Aceptas ir a mi casa? Tengo muchos Mochis de colores ¿Te gustan los Mochis?

—Mmmm, no mucho, pero me gustan los dumplings.

—¿Te gustan los dumplings? A mí igual, y tengo muchos también, creo que más que Mochis, entonces Jimin ¿Aceptar ir a mi casa a comer dumplings conmigo?

No lo pensé dos veces y asentí.

—Entonces andando.

Taehyung tomo de mi mano y cruzamos la avenida con cuidado, mamá me veía desde la puerta de nuestra nueva casa, le di una sonrisa dándole entender que ya había hecho a un nuevo amigo y ella asintió y me devolvió la sonrisa, nos alejamos completamente de la casa abandonada y entre con algo de nerviosismo a la casa de mi nuevo amigo y vecino Taehyung.

»Taehyung le dio la entrada a Jimin a su casa, Jimin con un poco de timides entro, Taehyung fijo su mirada en la gran casa abandonada y ahí lo vio, al chico de cabello pelinegro junto a la ventana en la planta alta de esa enorme casa abandonada, sus ojos estaban clavados en su persona, Taehyung sintió un escalofrío que sintió en toda su espina dorsal, rápido entro a su casa y cerro la puerta con miedo, miró nuevamente por la ventana y vio cómo el chico sonrió con malicia y desapareció por completo de su vista.

Enamorado de un fantasma »Kookmin«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora