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Mi amado tiene gracia

Lo miraba desde el marco de la puerta, escondido detrás de la pared, asomando únicamente la cabeza, tímido ante la presencia del tricolor parecido a Italia.

A pesar de contar con un aspecto de un chico de 13 años, el pequeño Rusia seguía siendo igual de tímido como era de niño.

Miraba a México hablar con otros países en la sala de su casa, observaba su linda sonrisa y sus ojos cerrarse al momento de mostrar esa dulce mueca a los demás.

Desearía poder estar ahí, hablar con él de nuevo, contarle todo lo que su padre le había enseñado, anhelaba con todo su corazón poder ser abrazado y consolado por el latino una vez mas, así como aquella vez que de niño lo hizo.

Suspiro con nostalgia y frustración, bien sabia que tenia prohibido salir de su habitación, ese era su castigo, no poder hablar ni acercarse a México, verdaderamente él lo veía como una tortura.

¿Qué tiene de malo que otro chico le guste?

¿Es que acaso es malo gustar de alguien mayor?

Eso era lo que a diario se preguntaba...

Su padre decía que estaba mal, había plantado aquel chip en todos sus hermanos y en él, pero aun no lo entendía.

Según URSS, eso era algo raro, algo que no era natural, la gente lo decía, la biblia lo hacia y la palabra de Dios era esa, al final, según aquel libro sagrado, se creó una mujer para el hombre, no una mujer para la mujer o un hombre para el hombre, de hecho, en su país era un delito y una condición mental.

Muchos soldados soviéticos fueron ejecutados aún después de ganar la guerra por haberse acostado con sus camaradas, tal vez por el terror, la presión o la desesperación de creer que morirían en aquel campo de batalla.

Otra poca gente que había sido descubierta iba directo a los campos de concentración soviéticos, una moda alemana que paso a ser rusa, patético ¿no? Luchar por deshacerse de aquellas aberraciones inhumanas y después adueñarte de una de ellas para así mantener poder y orden, vaya que su padre no estaba tan alejado de aquel nazi loco.

Se alejó de la puerta y se recostó en su cama boca arriba, miraba el techo de su cuarto sintiéndose culpable de tener esos desagradables gustos según su enseñanza.

Pero simplemente no podía evitarlo, no podía dejar de pensar en México o en su lindo rostro, quizá estaba equivocado como su padre lo decía, tal vez solo se encariño demasiado con el tricolor y solo lo confundió.

Lo mas probable es que solo admirará al mexicano y por eso mismo lo veía así, con aquellos ojos de cariño, además, el hispano era mucho mayor que él y probablemente sólo lo veía como un niño pequeño con un amor platónico.

Mierda...

Debía sacar aquella palabra de su cabeza...

Amor...

No debía, dos hombres no tenían que estar juntos, no es lo correcto, no es lo natural, lo normal es que una mujer se case con un hombre y viceversa.

Se dio la vuelta quedando de costado, mirando la ventana que daba hacia su patio nevado, se escondió con su cobija y dejo unas cuantas lágrimas salir.

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2020 ⏰

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Take me to church ( Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora