La vanidad es muchas veces explicada como un sentimiento de superioridad. Un orgullo excesivo que inunda la mente y ahoga la poca humildad que existe en este mundo. Un veneno que mata al noble y multiplica al bastardo.
Esta es una historia de vanidad, de traición y de aprendizaje. Esta es la historia de Arnold.
Arnold era un hombre normal y corriente, con amigos en todo tipo de facetas y secciones socio-económicas. Él trabajaba en el concesionario de su ciudad natal, Dawn's end.
Su rutina diaria estaba llena de simpleza y "aburrimiento" puesto que él pensaba diariamente en cosas cómo; "¿Otra vez beso a la misma mujer?", "¿Enserio mañana es el juego de mi hijo? tengo que inventarme algo para faltar". Un hombre con palabras tan despectivas que él mismo sabía que no debía decirlas.
Él siempre salía de su casa con una sonrisa falsa y una mente llena de códigos y números, casi como si el trabajo suyo estuviese en su mente. Obsesionado con conseguir cosas como un mejor salario, un puesto más fácil y... "La felicidad", como él nombró el irse de la ciudad.
Muchas veces podrías encontrar a Arnold con la mirada en su monitor, monitor inundado con números. Casi con una mirada muerta tatuada en su rostro, una cara de piedra que recordaba a una tumba de sueños rotos y aspiraciones muertas.
Un día igual a todos los otros, Arnold se encontró en su trabajo con un amigo en especifico. Dominic, un hombre exitoso que estudió con Arnold desde que eran niños. Vestido con un traje de color rojo oscuro y camisa negra, unos ojos penetrantes y apariencia que hacía la ilusión de ser un ángel, un ángel que había caído del cielo.
Este personaje tan ilusorio fue el modelo a seguir durante gran parte de la vida de Arnold. Muchas veces este último quejándose de que quería una vida como la de Dominic. Una vida llena de poligamia, dinero, poder y "felicidad" como Arnold la llamó varias veces.
Dominic se apersonó en el concesionario de Arnold en busca de un item en especifico. Una camioneta novedosa proveniente de una nación extranjera. La camioneta respondía al nombre de "Exitium".
Arnold negó con la cabeza cuando Dominic le preguntó sobre el por qué no tenían una "bestia tan moderna". El amigo de Arnold entonces le comentó sobre todas las características de la camioneta; pasando por un sistema de calefacción "de otro mundo" y su aire acondicionado de nitrógeno líquido hasta la construcción anti-robo de "Exitium" que tenía un blindaje anti-balas en vidrios y carrocería.
Añadido a esto, un sistema de sensores en todo el auto que, detectando el mínimo movimiento brusco en el giroscopio de la camioneta, esta entraba en una especie de cierre hermético que solo puede ser cancelado por una llave que viene con el vehículo. Este cierre, añadido con lo demás, hacía a la camioneta prácticamente impenetrable. Una prisión para quién logre entrar sin autorización o un búnker para quién se esconda adentro.
-Esa camioneta solo la tienen los de la Elite social, Arnold -Dijo Dominic con su voz profunda y algo seductora- Me sorprende que no la conozcas. Es casi un himno al buen gusto.
Arnold intentó seguir la conversación al magnate de manera muy accidentada, tratando de hacerse ver como si fuese más importante de lo que era en realidad.
Dominic le sonrió de manera mórbida y oscura al despojo humano que era Arnold y le concedió una pequeña y última frase antes de darse media vuelta y salir por la puerta del local, "Deberías pensar en obtener una". Poco después, la imagen del traje rojizo y el cabello oscuro de Dominic desapareció en un auto negro.
Arnold, desentendido de la realidad pensaba en la corta charla que tuvo con Dominic. Tanto fue su repentina obsesión que sus amigos lo notaron más distante y perdido de lo normal, Así que decidieron llevarle a beber un rato esa noche.
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El orgullo de Arnold
Short StoryArnold es un hombre miserable que trabaja en un concesionario con un salario mínimo. Un día es visitado por una figura misteriosa en su trabajo que lo obsesiona con obtener una camioneta . (3,900+ Palabras)