PERDIDA

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Lili camina y se deshoja. No sabe que hora es, qué día marca el almanaque. Lili es toda semejanza y también es única. Se parece a los cabellos enrulados de su abuela, a los ojos de su madre, a la voz de sus ancestras. Vive en dónde se la nombre, la esconden en el descampado que entierra secretos y sopla en las ruidosas ciudades. Canta cuando amanece  y en la noche, es el chillido de un búho blanco que sobrevuela bajo las estrellas. Su existencia es lo tangible y lo intangible de las cosas. La han silenciado por siglos, la han negado y han mutilado su cuerpo en nombre de dioses venerados en ritos de sangre y silencio. Es el principio de mil luchas y un sinfín de continuos ciclos.
En ese andar por los caminos, levanta polvo cuando pisa la tierra mojada. Ella hace de la sequía, una vertiente de agua que se abre paso en las montañas; de las cosas que caen a la Tierra, hace vapores que se vuelven lluvia.
Un arco a la entrada del pueblo y de todas las ciudades, le da la bienvenida a los caminantes que llegan a Ninguna Parte y En todos lados. No está en los mapas de los hombres que hacen mapas. Creyó ver gente espiando tras las ventanas. La calle principal olía a verdes pastos, a violetas en ramos y a rojas rosas recién arrancadas. ¿Por qué una calle no huele a huellas como las demás calles que conoce? Esa fue su primera pregunta.
Muchos carteles anunciaban su búsqueda. ¿De dónde sacaron esa imagen si nunca había estado en Ninguna Parte y En todos lados? Esa fue la segunda.
Una plaza y un banco. Se escucha el rugido de trenes que pasan de largo, un avión casi le zumba en los oídos y una abeja vuela sin hacer ningún sonido. Descansa. No conoce este lugar pero siente que llegó a casa. Alguien vendrá a buscarla, dejará de sentirse  invisible y sola. Mira su celular y ahí se ve de nuevo, como en los carteles pegados en los postes, su foto también circula por las redes. "No sabemos nada de Lili desde hace días. Por favor difundan". Apago mi voz para que la escuchen. No soy una perdida, no soy un objeto que alguien no encuentra en su lugar, no estoy desaparecida. He dejado señales. Todos me conocen. Me han llamado mujer y me han negado, me han mutilado por siglos culpándome de todos los pecados. Mi llanto ha formado ríos que los mojan, he gritado pidiendo ayuda pero me siento esa abeja que vuela a mi alrededor y no emite sonido. ¿Por qué no quemaron todo ante mi ausencia? La tercera pregunta la sepulta.

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2020 ⏰

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