Con solo verte sonreír, soy feliz

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—¿Qué es un amigo para ti?—


          Habíamos terminado nuestra batalla y te lo pregunté una vez más, no se que esperaba, no se que quería, no se que soñaba escuchar pero tu respuesta fue el punto medio para hacerme bien y mal.


A pesar de todo tú fuiste, eres y serás mi salvación.


—No puedo explicar algo así con palabras, ni yo lo entiendo . . . solo te veía cargar con todo eso, con tanto dolor y simplemente no podía ignorarlo, me dolía . . . me dolía muchísimo—


          Hubo un click en mí. Aunque no lo dijera siempre me fije en lo que hacías y pensaba que eras un idiota pero ambos sentíamos el mismo dolor, tu me entendías y yo también lo hacía sin embargo el orgullo no nos dejo expresarnos.


          Llegaste tan lejos por mí, el único lazo que no pude romper por mas que intentara. Él único capaz de encender el fuego en mi interior.


          Intente matarte, la primera la evitaste; tuve la oportunidad de hacerlo y me arrepentí alegando que fue por un capricho, seguí persistente pero la oscuridad no puede acabar con la luz.


           ¿Cuantas cosas hice mal? Demasiadas ¿Cuanto daño te hice? Pero tú jamás dejaste de ver algo bueno en mi interior.


Y yo . . . soy tu destrucción.

.

.

.

—Sasukeeee— 


—¿Naruto? ¿Qué haces aquí? Las visitas no son permitidas y tu esta. . . —


—No te hagas. Yo se que te alegra que este aquí 'ttebayo—


           El Uchiha estaba en prisión por sus actos cometidos y su mejor amigo no lo dejaría solo en esos momentos, sin respetar las reglas establecidas se metió dentro de aquel recinto para estar junto al chico.


—Me dieron de alta en el hospital, de camino a mi casa vi un puesto de sandías y una rodó ¡Plaf! Se reventó en el piso y el color rojo que se vio me hizo recordar que te gustaban los tomates— Contaba el rubio con total animo olvidando el lugar donde estaba y con su única mano hacía señas explicando todo lo que le había pasado.


          Sasuke se mantuvo callado escuchando esa molesta e infantil voz que tenía el contrario, él estaba "inmovilizado" y sin poder verlo pero ya imaginaba su típico comportamiento al hablar de aquel hiper-activo joven.


—Con lo que había en gama-chan decidí comprarte unos para dártelos, luego me dijeron que estabas en prisión pero no querían dejarme verte— Hablaba con total normalidad ante la "mirada" del contrario.


           Los barrotes de fierro los separaban.


Con solo verte sonreír, soy feliz [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora