Está detrás de mi.

20 3 6
                                    

Caminaba como si mi vida dependiera de ello, y tal vez si era de ese modo, quizás en vez de caminar debería estar corriendo pero solo me encontraba mas confundida que de costumbre.

Podría sonar estúpido pero ni siquiera recordaba como llegue aquí, hasta creo no recordad mi nombre del todo, ni el nombre de mis padres, ni si tengo hermanos o aunque sea un perro.
Lo que si bien sabia es que estaba en medio de un bosque oscuro, frio y muy probablemente muy lejos de la civilización. Lo único que se escuchaba entre todo ese ruido blanco eran el crujir de las ramas y hojas que estaba pisasando mientras intentaba orientarme aunque sea un poco, mis manos estaban llenas de tierra y un liquido seco carmesí que se extendía por mis brazos, otro dato que sabía era que tenía que darme una larga ducha. Mientras más avanzaba mi cabeza mas dolía, no debería estar en un lugar como este, no debería estar en medio de un bosque inhabitados hasta por animales, pero…¿que estaba haciendo yo ahí?Caminando como una idiota. ¿Por que no recordaba nada? ¿Por que estaba cubierta de suciedad y fluidos
Desconocidos?, las piernas me dolían y solo en ese momento note que ni siquiera llevaba puestos zapatos, mis pies al igual que mis brazos estaban sucios y algo lastimados

El dolor en la parte trasera de mi cabeza se hacía más presente con cada paso desprolijo que estaba dando, los músculos de mi cuerpo estaban adoloridos, las preguntas me nublabanla vista, el viento frio se mezclaba con la oscuridad asfixiante y mi respiración estaba cortándose cada segundo que pasaba en ese lugar desconocido.

Paseaba rápidamente mí vista por los alrededores pero era en vano, no lograba procesar nada de lo que se encontraba a mí alrededor, quería saber donde estaba, quería saber por que estaba ahí, quería saber por qué solo tenía una bata cubriéndome el cuerpo lleno de suciedad, mínimamente quería saber quién era aunque sea.
Lo que me puso más alerta fue el ruido del crujir de ramas a una distancia corta de donde me encontraba, el mismo ruido de mis pisadas sobre el lugar, alguien estaba ahí.
Adelante mis pasos, no sabía hacia donde iba, solo me alejaba de aquel ruido que me había helado los sentidos, de pronto se escuchaba más cerca, no sabía que o quien era pero lo que si tenía presente era algo: El miedo.
Pase de estar caminando a estar corriendo de algo que me perseguía pisándome los talones, el corazón me latía tan fuerte que lo
Sentía hasta en los oídos, se sentía como si la oscuridad me cubriera mas haciéndome temblar en mi lugar, de pronto lo que llego a mis oídos fue una melodía suave pero que me erizó los bellos de la piel, estaba silbando, ella estaba silbando.
No sabía para donde iba solo quería alejarme de ella, no sabía quién era pero sabia internamente que quería hacerme daño, sabia internamente que por esa causa estaba perdida en un bosque sin nada, huyendo de lo que tenía detrás de mi cabeza.

Mis pies ya dolían y estaba segura de que estaban sangrando por el ardor que sentía, el silbido se escuchaba más cerca, se estaba acercando a mí haciendo que el aire se escapara de mis pulmones, sentía el dolor por todo mi cuerpo mientras la vista cada vez se me nublaba un poco más que antes, pero no paraba de correr, chocaba con los arboles pero no me importaba, tenía que huir, huir de ella, de su oscuridad.
Mis brazos tenían rasguños, estaban sangrando y se notaban los moretones, la suciedad ahora se mezclaba con la sangre, la sangre que pisaba, la sangre que salía de mi propia piel, cada vez el respirar se volvía mas difícil para mí y lo peor estaba por alcanzarme, el viento que soplaba traía consigo susurros tan fuertes que no los entendía, no entendía que decían pero eran gritos que parecían estar dentro de mi cabeza, todos ecos pero inentendibles y se reducían a un “huye”. Seguí corriendo más de lo que podía, sentía su presencia detrás de mí, divirtiéndose de mi incapacidad desordenada, el terror estaba muy presente en mi organismo mientras todo lo que veía era una oscuridad que me empezaba a consumir sintiendo que ella ya estaba teniéndome en la palma de su mano. El llanto amenazaba con salir expulsado de mi garganta pero la voz se me cortaba, el sudor frio goteaba de mi frente a la tierra debajo de mis pies, ya no podía más del cansancio ni del dolor de miles de lo que parecieron agujas contra mi piel, en mi campo de visión apareció una casa casi cubierta por árboles, plantas y polvo, sin mucho en mi cabeza más que dolor no pensé dos veces hasta dirigirme hacia ahí, la puerta era pesada y estaba llena de cadenas y candados cruzados entre si, el piso tenia partes de vidrios rotos que parecían filosos y cortantes, entré dentro pero lo único que había entre las cuatro paredes era un espejo roto pero completo como si al tocarlo este se rompería en pedazos, camine para acercarme a contemplarlo más pero mis piernas flaquearon que termine tendida en el piso de nuevo con esos susurros en mi cabeza.

Y lo peor de todo… el silbido había vuelto...

Ella estaba aquí.

La puerta se abrió de golpe dejando entrar al viento golpeándome el rostro haciendo que mi cabello se retirara de sobre mi rostro, mantuve mis ojos bien abiertos mirando hacia la puerta aun estando en el piso con los brazos y piernas sangrando, pero nada…nada aparecía por aquella puerta, hasta que lo supe, ella ya estaba adentro.
Giré mi rostro con lentitud hacia donde estaba el espejo y pude ver con claridad todo, había entrado gracias al espejo, gracias al reflejo, pude ver quien era ella…pude ver su rostro sonriente observándome de arriba abajo, era yo. Era yo misma quien quería hacerme daño, un reflejo mío vuelto en vida
estaba viéndome el reflejo de la peor forma, me congele ahí sobre el piso con lo que mis ojos contemplaba, una parte de mi que estaba lastimada, defectuosa, demente.

Me sonreía de una forma aterradora, una forma tan inhumana que inspiraba dolor y tantas cosas horribles. Sin darme tiempo de reaccionar salto sobre mí, haciéndome daño, golpeándome y haciéndome sangrar más, me dio dolor, lo peor de todo era que era una copia exacta de mí, un reflejo mío que había salido del espejo casi hecho pedazos. Grite tanto como pude, pedí ayuda pero era obvio que nadie me ayudaría, sacudí mi cuerpo como pude mientras mis ojos estaban cerrados  sentía como me golpeaba cada parte del cuerpo, mezclándose el dolor, el pánico y el Miedo de lo peor que podría hacerme esa cosa parecida a mí, grite mas, me sacudí mas, sentí mas.

No quería abrir los ojos, no quería verme la propia cara con total demencia irreconocible, permanecí así no se por cuánto tiempo,“tienes que calmarte” escuche una voz lejana que no reconocía bien, “abre los ojos” dijo mas alto pero yo no quería hacerlo, el dolor disminuía de seguro por los tantos golpes que me dio ya no lo sentía más.
“abre los ojos, tienes que” volví a escuchar, no sé qué paso pero de repente una oleada de aire entro a mis plumones como si estuviera saliendo de casi ahogarme, abrí los ojos como lo había escuchado y lo que vi me confundió más, no estaba en la casa vieja, no estaba en medio de un oscuro bosque, nadie me estaba atacando, en cambio estaba en una habitación de paredes blancas casi acolchonadas y una mujer algo preocupada frente a mí, me aleje rápido y revise mis ropas, era una bata pero estaba limpia al igual que yo. Estaba más confundida.
“al fin logro despertarte, estabas sudando y desvariando”

dijo mientras colocaba una bandeja con pastillas frente a mi

“debes tomar tu medicación y luego te llevare junto al Dr.”

Entonces todo hizo clic en mi cabeza. Defectuosa cabeza.  

         

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 30, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Perseguida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora