LABERINTO

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Día tranquilo, con un resplandeciente sol, así iniciaba el día para Owen Jones. Era un chico de nivel académico promedio, no tenía curso que le llamara la atención pero ponía empeño en cada uno. Al final del día escolar solo le habían dejado de tarea cuatro ejercicios de matemáticas y que el viernes tendrían que presentar un cuento que es calificado y obligatorio, además, que el mejor competiría con los mejores de las otras secciones, ¿Cuál sería el premio? No lo sabían. Lo bueno es que tendré tres días para hacerlo, pensó Owen.

En la tarde salió a jugar con sus amigos luego hizo las tareas pendientes.

Tarde del día martes. Owen estaba pensando en qué trama sería su cuento, lo bueno es que el tema era libre, la creatividad de cada uno. Le gustaba lo relacionado al suspenso, misterio, ficción, fantasía; que hubiera que resolver algo. Así que pensó en una buena trama, que llamara la atención del lector.

Así que: muerte del hermano, joven responsable, buen vecino, entonces ¿por qué lo mataron? ¿Qué querían de él? Eso tendría que resolver la criminalista Darlis. Aquí el criminal sería el propio hermano, Adam. Él utilizó el dinero de la herencia que le correspondía en alcohol, cigarros, alquiler, deudas; claro como ya estaba viendo que no tenía dinero, decidió ir a pedir ayuda a Nick, este ya sabía del mal vivir de Adam.

-Acaso no le ayudarás a tu hermano, tu familia. Te lo devolveré, te lo aseguro- suplicó Adam.

A Nick no le importaba si le devolvía o no el dinero, le importaba en cómo lo utilizaría. Al final le ayudó porque, vamos, es su hermano, no sin antes advertirle y aconsejarle.

Pasaron dos meses y Adam seguía yendo al apartamento de Nick, eso se estaba haciendo costumbre y las algunas veces llegaba y desprendía un olor peculiar. Nick decidió ya no ayudarle, cuando le dijo eso a Adam se descolocó, le gritó lo de ser hermanos pero un hermano nunca desea ni quiere ver como la metanfetamina te absorbe, nunca desearía verte cómo vas cayendo al pozo de la adicción. Así que Nick no lo ayudaría con dinero si no en llevarlo a rehabilitación. Esa idea le enfureció a Adam, empezaron a discutir, una cosa llevó a la otra y Adam lo golpeó, saco una botella de cerveza de la chaqueta y le estrelló en la cabeza. Nick yacía en el piso de la sala, Adam le daba patadas no sin parar de gritarle que era un maldito y un montón de cosas más, Nick suplicaba, ya moribundo, que lo dejara. Furioso Adam sale de la casa. Nick saca de su bolsillo su celular y, como sea, marca al 112 pero para cuando llegan ya es tarde.

Y ahora cómo, ¿cómo haría el fiscal para hallar al culpable? Wow, si que es un procedimiento delicado y complicado. Cómo hago para desarrollar la historia, las pruebas, cómo lo haría, Dios...

Pasó la tarde pensando, ideando...

Owen ideó algunas posibilidades pero sentía que no era suficiente.

En la cena su mamá a su hijo un tanto absorto, así que le pregunta el por qué. Owen no quiere contarles, el siente que podría llegar a una solución, que podía manejarlo solo, ¿pero de verdad podría? Decide que como aún tendría dos días para la presentación, algunas mejores cosas se le ocurrirán. Solo intento resolver algo, nada más, le dijo a su madre.

Miércoles por la tarde, Owen después de jugar a la consola y hacer la tarea, se encuentra indeciso, piensa en abandonar la historia y crear otra. Sería complicado, sí, porque se le venían a la cabeza muchas ideas muy buenas. Era una idea, luego otra y así. Decidió en una pero con forme lo iba escribiendo habían incoherencias. Se le ocurrían más pero no llegaba a abarcar lo que quería en su historia, él no se sentía complacido con su trabajo. ¡Por el altísimo!, en un principio pensé que sería fácil y ahora tengo hecho el cerebro un laberinto de ideas sin llegar feliz al punto de salida.

Nuevamente la madre percibe el mismo comportamiento de ayer en Owen. Así que sin justificación alguna le diría que le sucede.

Falta un día... ¿ayuda? Con urgencia la necesitaba, pensó Owen. Les dijo todo, les contó la primera historia y cómo se había estancado, luego las demás ideas pero lo difícil que le resultó desarrollarlas. También les dijo las ideas que tenía para que Darlis hallara al homicida de Nick.

Su madre le dice que no tendría porqué avergonzarse en pedir ayuda, que cuenta con una familia que ayudará a resolver esa carga.

Y así es como trascurre la cena, la madre le dice que están bien las ideas para hallar al criminal, que no debería de cambiar de historia. La mayor debilidad radica en darse por vencido, la forma más segura es intentarlo una vez más, le dijo su padre, y si al intentarlo no obtienes el objetivo entonces no vendría mal pedir ayuda, como dijo tu madre, estamos aquí, hijo, te ayudaremos, estamos para ti.

Al terminar la cena, Owen lo tenía claro, no abandonaría la historia. Sus padres le habían reforzado la idea que tenía para hallar al culpable.

Jueves por la tarde, era hora de que Owen hiciera la presentación de su trabajo, estaba concentrado en que no haya faltas ortográficas o incoherencias.

Y era así: Darlis Jefferson y su equipo eran los encargados de resolver el caso. Lo primero era recolectar información, fue a hablar con los vecinos del departamento de Nick. Con lo dicho por sus vecinas, era un joven a punto de sacar su título universitario, vecino tranquilo, nada problemático. Un señor le dijo que esa tarde mientras el entraba a la residencial, un hombre encapuchado y con los puños apretados, salía de este.

Buscaron en las cámaras de seguridad y evidentemente, encapuchado, denotando notaba furia un hombre salía de la residencia. Vieron videos de unas horas antes del homicidio; ¡ajáaa! es el mismo hombre, amplíen la cara; dijo Darlis. Luego del procedimiento de detección de rostros, resultó ser el hermano; ¿por qué lo mataría?, pensaron algunos. Además, el quipo ya había detectado de quién era las huellas dactilares de la botella que habían encontrado en la escena del crimen. Eran las de Adam Hidalgo, el hermano. ¿Coincidencia? lo dudo, dijo alguien del equipo.

Detuvieron a Adam, en el interrogatorio primero se rehusó a decir algo pero tenían pruebas, no podía negarlo; después, vio que no tenía escapatoria así que declaró: estaba muy exaltado, quería dinero, él me dijo que no me iba a ayudar así que perdí el control le grite, lo golpeé; me dijo esa cosa de rehabilitación. Yo no quise... yo estaba furioso pero de verdad no quise...

Y así es como se desarrollaría la historia de Owen, le costó mucho, sí, pero con ayuda salió satisfecho de su propio laberinto.





Esta historia fue para una tarea, le puse nombre a los personajes de algunas historias que leí, hasta coloqué el nombre de una autora sdjkdskj. Bueno, que la quise publicar y se hizo. Buen día:D






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