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—¡Alanna Sohapi!—Me gritó Ricky como si fuera mi padre.

—¡Basta, Ricky! Digas lo que digas yo me voy a ir de aquí. Oakland no es lo que quiero.—Si alguna vez se preguntaron donde vivimos Ricky y yo. Bueno, vivimos en una localidad de California llamada Oakland, es horrible.

Seguí metiendo prendas de ropa como loca en mi gran maleta naranja.

—Sólo lo dices porque Shawn te dejó.—Paré lo que estaba haciendo y miré a Ricky con tristeza.

Yacían tres semanas desde que Shawn y yo terminamos y jamás quise hablar de ello, lo único que Ricky sabía era que habíamos terminado. Sin embargo, no sabía la razón.

—Eres un idiota.—Susurré.—¡Largo de mi habitación!—Le grité furiosa.

—Aly, perdóname. No sé lo que digo.

—¿No sabes? ¡Pues yo si sé lo que digo! Y te estoy diciendo que salgas de mi habitación.

Ricky salió apenado de mi cuarto y me dejó sola.

Tal vez tenía razón. Tal vez Nueva York no era para mí y tal vez Shawn ya se haya encontrado a otra chica.

¿Debería ir a Nueva York?

Entonces, supe que debía tomarme un momento para pensar sobre mis sentimientos hacia Shawn.

Al diablo.

—¿Shawn?—Pregunté en la línea telefónica. Escuché un ligero respirar tras la línea.—Sé que me ibas a pedir que nos mudáramos juntos...no es sorpresa, quiero decir...íbamos a casarnos. Pero si tú aún quieres que me mude contigo no me cuelgues, pero si ya no quieres que nos relacionemos en algo solamente cuelga.

Esperé, y esperé. La respiración seguía muy tranquila.

—Oh por Dios, ¿Alanna Sohapi y Shawn Mendes iban a vivir juntos? Alanna te amo, soy tu mayor fan.

—Oh, yo también te amo pero justo ahora debo buscar a Shawn. Adiós.—Colgué.

Mierda, había marcado otro número.

Revisé en mis contactos y el número de Shawn estaba correcto, al menos el antiguo.

Shawn había cambiado su número telefónico, probablemente para que no lo hallara.

Ricky estaba en lo correcto, Nueva York no es para mí, Shawn no me quiere cerca y no merece la pena ir hasta el otro lado del país para buscar a mi ex-prometido que no me quiere ver de nuevo.

No sé que mierda fue lo que hice mal, acepté que Matthew me había besado...pero sentí algo y por eso me siento culpable.

Shawn era un gran terco, del que yo estaba profundamente enamorada.

¿Saben que fue lo que más me dolió? Su indiferencia hacia mí, porque hay varias cosas que aún no saben que sucedieron.

Esa noche que Shawn me dejó pasaron muchas cosas, que todavía no han sido contadas.

Caminé hasta el cuarto de Ricky, con las las lágrimas a punto de salir y un puchero. Sentía un nudo en la garganta.

—Perdóname.—Dije apenada. Ricky me sonrió comprehensivo y abrió sus brazos y caminé hasta él.

Abracé a Ricky y las lágrimas por fin salieron. Sollozaba mientras murmuraba algunas cosas sobre Shawn y lo que sentía.

—Tal vez tú no ves esas tonterías en la televisión y sólo te enteraste por mí.-—Sorbí mi nariz y le enseñé mi anillo de compromiso que aún permanecía intacto en mi dedo anular.

—Claro que vi Good Morning America, veo todos los programas donde tú sales, eres mi mejor amiga.

Besé su mejilla y lo abracé por el cuello.

—Shawn le había dicho a Andrew que él me iba a pedir que nos mudáramos a Nueva York.—Limpié mis lágrimas.

—Oh Hapi, perdona.—Acarició mi mejilla. Y en un terrible acto de despecho junté mis labios con los suyos. Rápidamente ambos sentimos que estaba mal y nos separamos.

—Fue una tontería.

—Exacto.

—Lo lamento.—No sé qué se me cruzó por la cabeza. Yo no me siento así sobre Ricky.

—Yo también.—Ambos nos sonreímos.

Sí, esto es lo que es tener a un mejor amigo.

Nos recostamos en la cama abrazados, yo más calmada debido a que Ricky acariciaba mi cabello.

—¿Ricky?—Pregunté, verificando que estuviera despierto.

—¿Sí?

—Si llegamos a los treinta y no hemos encontrado a nadie ¿te casarías conmigo?

—Eso es muy cliché, Alanna.

—Tienes razón. Olvídalo.

Hubo un cómodo silencio y Ricky decidió romperlo.

—Aly...si quieres podemos mudarnos a Nueva York. Puedo pedir que me transfieran a la universidad de allá.

—¿De verdad?

—Sólo si me prometes algo.

—Lo que sea.—Una enorme sonrisa se formó en mi rostro.

—No buscarás a Shawn hasta después de que nos establezcamos bien en nuestro nuevo hogar.—Sonreí.

—Acepto.—Emocionada, le llené de besos el rostro y lo abracé.—Gracias, gracias, gracias, te amo Ricky.

Oh Dios.

¡Me mudaré a Nueva York!

Cherry Lips♛s.m.[2] - EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora