El regreso de la princesa Frida

Frida y el portal

Era una mañana lluviosa, se encontraba Frida preparándose para la escuela, era una niña común, si es que esa palabra describe a alguien en su totalidad, tenia 18 años de edad, vivía con sus dos padres en la ciudad, estaba lista para partir y vivir un día mas en su insípida vida, pero ella no sabia que ese mismo día iba a perderlo todo...

Nuestra historia comienza así:

Frida se levanto a las 6:00 am a prepararse para ir a la escuela, se baño, se arreglo y bajo a desayunar, termino y noto que quedaban 5 minutos para irse. Reviso sus redes sociales y espero, ya era hora, Frida agarro su mochila y se fue.

En la entrada de la escuela se encontró a una de sus amigas, entraron juntas.

-¿Oye que materia nos toca?- pregunto Frida fastidiada.

-Historia- respondió su amiga con la mirada perdida.

Frida un poco aburrida solo suspiro, no duraron mucho en llegar al salon, poco después entro el profesor.

Les comento que el tema iba a ser sobre la maldición de un antiguo demonio, esta trataba de una persona que poseía la maldición, supuestamente se abriría un portal al infierno y esta persona podría entrar al inframundo sin ningún tipo de consecuencia en vida. Frida solo rodo los ojos y miro en dirección a su amiga, ella parecía muy interesada en el tema.

Frida pensaba que era puro cuento para asustar a los niños, pero en fin, terminaron las clases y estaba por oscurecer, Frida solo se dirigió a su casa sin distracción alguna, llegando a casa se puso su pijama y se fue a la cama, se recostó y se quedo dormida. Eran las 2:00 am y Frida escucho un suave susurro diciendo su nombre, abrió los ojos y sentido un viento muy ligero al pie de su cama, volteo un poco la mirada y vio un tipo de portal negro, sin miedo solo se preguntaba si este era el portal del que hablaba la maldición, se levanto de la cama y miro el portal inmenso que flotaba en su habitación.

Frida se acerco lentamente y se adentro al mundo del fuego, no se veía nada, todo era un vacío obscuro, no era como ella se imaginaba y mucho menos como lo decía su profesor.

-Hola ¿Hay alguien ahi?- pregunto en voz alta.

Frida al no escuchar nada solo se quedo callada y siguió caminando siguiendo un sendero inexistente pero lógico, llego a su destino, encontrando una casa igual a la de ella, tres pisos, color blanco, pero al entrar no era nada parecida, el interior era color negro con diferentes muebles y un estilo bastante caótico.

-Frida te estaba esperando- se escucho en la oscuridad, era una voz bastante grabe pero se escuchaba muy gentil.

-Mmm ¿Quién dijo eso?-pregunto Frida un poco confundida.

-Hola ¿Que tal? Es un placer conocerte al fin, soy Sett Duque de la oscuridad -contesto un joven muy apuesto. tenia ojos rojos, piel palida y cabello oscuro.

Frida solo se quedo como si hubiera visto un fantasma, el joven se le acerco e hizo una reverencia mirándola a los ojos, tomo su mano y la beso con bastante delicadeza. Frida estaba mas que confundida, pues no sabia lo que estaba sucediendo ni quien era el chico que besaba su mano.

-Sígueme por favor, te llevare a tu habitación - Sett delicadamente tomo su mano y la llevo hacia su habitación.

Frida aun confundida entro a su recamara, pero no era como la recordaba, se había tornado fría y poco familiar, además de que estaba vacía por completo.

-Mmm no hay muebles - Frida mostro una pequeña sonrisa dirigida a Sett.

-Tranquila, serás libre de decorar tu recamara como gustes, lo único que aras sera pedirlo- Sett le respondió devolviéndole la sonrisa.