La mirada que Leah le dirigía a Jungkook era hipnotizante, sin duda el chico le gustaba, demasiado, sin embargo, un golpe en su banco la sacó de su ensoñación, SeokJin, su compañero de escritorio se encontraba allí, mirando a Leah con pena.—Pienso que deberías dejar de pensar en él, a pesar de que todos estos años te le has intentado acercar, Jeon siempre busca una manera de mantenerte alejada, créeme Leah ese chico no te conviene —Le hablo, sin embargo, Leah no lo estaba escuchando, la vista de la chica se encontraba fija en aquel pedazo de músculos con chaqueta negra, Jeon Jungkook, irresistible por donde lo mires.
Dándose cuenta que la chica no le prestaba atención SeokJin le tomó las mejillas para que lo mirase.
—Comienza a salir con otros chicos Leah, no sigas esperando a Jungkook, no seas ridícula —La soltó para ponerse de pie y tomar sus cosas—. Te veo en la cafetería —Se fue dejándola sola.
Leah sabía que su mejor amigo tenía razón, pero no podía dejar a Jeon de lado, desde la primera vez que lo vio le había gustado, pensaba que con él pasar de los días aquel sentimiento desaparecería, pero no, termino enamorándose del chico malo de la universidad, suspiro cuando Jeon paso por su lado, aquella fragancia tan masculina era tan adictiva, Leah hizo puchero, jamás podría acercarse a él sin que saliera corriendo.
Para cuando intento levantarse se dio cuenta de que era la única en el salón, Jeon se había ido, sin embargo, dejó un cuaderno, Leah lo tomo entre sus manos y lo ojeo encontrándose un montón de dibujos, lo más sorprendente fue encontrar varios dibujos suyos, con una sonrisa tonta lo tomo junto a sus cosas para buscar a Jeon y devolvérselo.
Él chico caminaba bastante tranquilo por los pasillos vacíos ya que la mayoría de los estudiantes se encontraban en la cafetería, no se percató de que la chica lo tenía tomado de un brazo, Jeon le echo un vistazo hasta que se soltó, sin embargo, Leah lo volvió a tomar.
—¿Qué es lo que quieres?
—Tengo algo que te pertenece —Leah lo volvió a tomar del brazo.
Jungkook se soltó para tomarla de la muñeca y arrastrarla hacia el armario del conserje.
Leah aprovechó para sacar el cuaderno de dibujos y extenderlo hacia él con una sonrisa sin embargo Jungkook se lo arrebató de golpe pensando que ella no había visto sus dibujos, gran error sabiendo lo traviesa y curiosa que suele ser la mayor parte del tiempo.
—Ahora que lo tienes de regreso ¿puedo hacerte una pregunta? —Murmuro mordiéndose el labio inferior.
—No —Contesto Jeon estremeciendo a la chica de pies a cabeza, sin más salió del armario dejando a Leah sola, sin pensar que lo seguiría.
—¡Jeon Jungkook! —Grito llamando la atención de todos los estudiantes que pasaban por allí, viendo que Jeon seguía su camino volvió a gritar—. ¡Jeon Jungkook!
Jeon se dio media vuelta para caminar hacia ella y tomarla de la muñeca para entrar en un salón vacío donde la encaro.
—¿Qué es lo que quieres?
—Solo quiero saber porque me dibujas —Sonrió, a pesar de que la mayor parte del tiempo Jungkook actuaba cortante y frio con ella, eso no le impedía molestarlo a su manera.
—Yo... yo solo... —Suspiro bajando la vista, vaya, habla puesto nervioso al chico malo de la universidad, aquello no se lo creía.
Jeon subió la vista para mirar los ojos inocentes de Leah antes de tomarla por la cintura y besarla, el beso era tierno y dulce, Leah estaba sorprendida, pero no le tomo mucho tiempo para seguirle el beso, pasaron los segundos y Jeon se separó de ella para irse por la puerta no sin antes susurrar lo que Leah había estado esperando ya hacían varios años.
—Tu... me gustas... mucho... —Después de aquella confesión Jungkook salió prácticamente huyendo de allí.
Leah quedó como una tonta enamorada acariciando sus labios
—Oh dios mío, le gusto al chico malo —Murmuro para sí misma.
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HE DREW
De TodoLeah está enamorada de Jeon Jungkook desde que lo conoció sin embargo el chico parece no sentir nada por ella debido a su actitud fría, pero todo cambia repentinamente cuando Leah descubre su secreto.