Felicidad [Broppy]

Parte Ocho

No se han separado desde entonces, Ramón y Poppy hacían todo juntos.

Y aquel día, ambos sentados en lo más alto de un árbol observando como obscurecía, él pudo apreciar la belleza y calma que irradiaba la reina con los tonos naranjas del amanecer. Y se sintió realmente afortunado, definitivamente había alcanzado la felicidad.

"Algún día encontraras una troll que te haga feliz, que te haga cantar y bailar de solo sentir su presencia. Cuídala y atésorala, será lo mejor que te pasará en la vida. El amor es mágico."

Recordó las palabras de su abuela, llenándose de nostalgia.

Con las manos algo sudadas y el corazón latiéndole de manera exagerada, confesó como su sonrisa lo hacía suspirar, su voz lo hacía flotar y su tacto temblar.

Ramón tenía veintiséis años, cuando dio su primer beso.